Sábado 31/8/2019
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Schindler equipa
más torres, pero
Thyssenkrupp
se hizo con el contrato
de la más alta
El ascensor es un lugar de charla ligera
y, también, un signo de modernidad. De
los viejos ascensores a los actuales van
muchas cosas, incluido un cambio de
mentalidad. Parecen superados los
claustrofóbicos elevadores, como el que
conecta sin parada mediante la primera
planta con la 14 en el madrileño Club
Financiero Génova, o los que, como el de
la antigua sede de la patronal eléctrica
Unesa, incluían un cenicero. Ahora las
máquinas son silenciosas, luminosas y
digitales. Y, en algunos casos, auténticos
prodigios de última generación
enfrentados a problemas complejos.
Un ejemplo de ello son los ascensores
de la Torre Cepsa, instalados en el
exterior del edificio. Al principio, cuenta
una empleada del edificio, se movían
a nueve metros por segundo, pero los
usuarios se quejaban de dolor de oídos
y hubo que moderar la velocidad a siete
metros por segundo. En la torre
aledaña, la de Cristal, es necesario hacer
un trasbordo en la planta 34. Como
consuelo, unas pantallas informan del
parte meteorológico –el asunto de
conversación por excelencia en un
ascensor– y de las noticias. Eso sí, bajar
a fumar un cigarrillo como los que antaño
era posible apurar en los ascensores
de Unesa requiere su tiempo. Para
gestionar el tráfico de personas en los
rascacielos se imponen los algoritmos.
En algunos casos, el usuario pulsa
el número de la planta a la que quiere
ir y una pantalla le dirige a uno de los
ascensores del vestíbulo. Las soluciones
son variadas y pasan por los ascensores
conectados e inteligentes. El reto es el
de evitar los atascos en edificios por los
que circulan a diario miles de personas.
Exceso de velocidad en la Torre Cepsa
TORRE SEVILLA
Schindler
Sevilla
181 metros
TORRE IBERDROLA
Schindler
Bilbao
165 metros
TORRE LÚGANO
Schindler
Benidorm
158 metros
TORRE PICASSO
Otis
Madrid
156 metros
TORRE ARTS
Thyssenkrupp
Barcelona
154 metros
TORRE MAPFRE
Otis
Madrid
154 metros
una oportunidad para desplegar tecnologías en un país líder en este transporte.
rascacielos españoles
Otis. La empresa dirigida por
Bernardo Calleja es la que
más ascensores tiene en Es-
paña, con 240.000 unidades,
y también la que más ingresa,
con 784 millones de euros en
- Participada por la mul-
tinacional estadounidense,
que tiene un 50,01% del capi-
tal, y por la familia Zardoya,
que posee otro 11,6%, es, ade-
más, una empresa cotizada de
largo recorrido, hasta el punto
de recibir el sobrenombre de
valor bursátil de las viudas por
lo fiable y recurrente de su di-
videndo.
Otis es el fabricante de los
ascensores de la Torre Cepsa,
que es la segunda más alta de
España, solo con un metro
menos que la Torre de Cristal.
Este edificio, diseñado por
Norman Foster y propiedad
en la actualidad de Amancio
Ortega, tiene en cambio mayor
calidad arquitectónica y ofrece
retos más interesantes para los
ascensoristas. Sus elevadores
se encuentran en el exterior de
la estructura y realizan el reco-
rrido completo entre la planta
de salida y la de llegada –en
otros rascacielos es necesario
realizar trasbordo–.
La empresa también se ha-
ce cargo de los 26 ascensores
de otro icónico edificio de
Madrid, la Torre Picasso,
también propiedad del due-
ño de Inditex, y de la barcelo-
nesa Torre Mapfre.
Otro de los grandes fabri-
cantes de ascensores en Es-
paña es la cooperativa vasca
Orona, que el año pasado al-
canzó unos ingresos de 741
millones de euros y que tra-
baja en un plan para superar
los 900 millones en 2022.
Tiene presencia en 14 países
y emplea a 8.000 personas.
Orona es el fabricante de
los ascensores del edificio
Neguri Gane, en Benidorm,
de 148 metros y el decimoter-
cero más alto de España. El
edificio más alto de la ciudad
valenciana, el Gran Hotel Ba-
li, lo equipa la empresa Eleva.
El contrato de Caleido
La finlandesa Kone es otro
actor relevante en España,
aunque a bastante distancia
de los cuatro líderes del sec-
tor. Facturó 96 millones de
euros en el país en el último
ejercicio del que hay cuentas
en el registro mercantil, 2017,
y ha colocado sus ascensores
en el ránking de los mayores
edificios de España a través
de la Torre Intempo, en Beni-
dorm.
Esta compañía se ha adju-
dicado, además, los elevado-
res de la ‘futura’ Torre Calei-
do, que construyen en Ma-
drid Inmobiliaria Espacio y
MegaWorld, perteneciente
al magnate filipino Andrew
Tan. La quinta torre del norte
del paseo de la Castellana dis-
pondrá de 46 ascensores de la
empresa finlandesa.
La patronal del sector, la
Federación Empresarial Es-
pañola de Ascensores (Fee-
da), calcula que en 2018 se
instalaron en España casi
15.000 ascensores nuevos, un
1,3% más que en el ejercicio
anterior. España es el líder
europeo del sector.