En la voz de un padre
Sergio tiene 30 años y un hijo de ocho; to-
das las mañanas se levanta temprano para ir
a recogerlo a casa de su expareja y llevarlo a
la escuela, suele acudir también a las visitas
al médico, juntas escolares, sus partidos de
fútbol... Incluso, cuando en vacaciones no hay
alguien que pueda hacerse cargo de su cuida-
do, lo lleva con él a su oficina.
Sergio nos cuenta parte de su historia:
“Tuve un padre súper indiferente, no tengo
recuerdos agradables de él; eso me dolió mu-
cho porque veía a mi madre esforzarse por
tratar de darme la atención que él no me brin-
daba. Aunque lo valoro mucho, es evidente
que hay experiencias y conocimientos que a
un padre le corresponde dar. Cuando supe
que mi pareja estaba embarazada, tuve muy
claro que yo estaría con mi hijo a toda costa,
él no pasaría por lo mismo que yo”.
El psicólogo Hans Olvera le concede la ra-
zón y afirma que hay elementos de vida que
solo se aprenden de la mano de un padre: las
madres, por naturaleza, pueden ser sobrepro-
tectoras; ellas evitarán que nos expongamos
a algo que nos cause dolor. En cambio, el pa-
dre ayuda a ver los riesgos y caminar por ese
sendero tomando precauciones. Esta combi-
nación entre la protección y la determinación,
moldean el carácter de un hijo.
Compartir con tu papá enriquece tu salud
psicológica y, por tanto, tu crecimiento perso-
nal. Muchas de las características que posees,
son gracias a que estuvo junto a ti; eso es un
gran motivo para celebrarlo, agradecerle su
presencia y fortalecer tus lazos de unión con
él, pues a pesar de que el tiempo ha pasa-
do y ya no eres más una niña, tu desarrollo
y aprendizaje junto a papá, aún no termina.
● Tomar riesgos. Cuando te animaba a hacer algo que
no querías o no habías experimentado antes.
● Respetar la disciplina y la autoridad. Los padres son
más firmes para hacerte entender estos principios y
la importancia de cumplir con ellos.
● Tolerancia a la frustración. Él influyó en la forma en
que aprendiste a enfrentar los obstáculos de la vida,
pues no siempre las cosas se hicieron a tu voluntad.
● No hay actividades de niño o de niña. Seguramente te
enseñó a apreciar los deportes, pero también estaba
dispuesto a hablar contigo de tus grupos favoritos o
de lo guapo que te parecía el artista de moda.
● El sentido de identidad. Cuando tu padre te protege
de cualquier tipo de peligro te da la seguridad de
que tienes una familia que te respalda; eso en la
vida, es oro molido.
● La consciencia de tus fortalezas. Cuando dices “no
puedo”, él siempre hará que tengas presentes tus
logros y las habilidades que posees. Te demuestra
que no hay forma de no intentarlo.
LO QUE APRENDES DE ÉL
34 • Saludable f REVISTA SALUDABLE
EQUILÍBRATE {¡Gracias por todo, papá!}