¡A BAJAR EL RITMO!
Comienza a aplicar esta filosofía
con algo tan sencillo como reco-
nocer que hay algunos asuntos
que requieren les dediques más
de ti, como tu familia, salud y
trabajo, y otros que no merecen
tanta atención, por lo que puedes
acelerarlos para que no te roben
energía, como los pagos al banco.
Lo positivo de esta corriente
es que es muy flexible y es po-
sible adaptarla a los aspectos de
tu vida que prefieras, pero debes
ser consciente de que se trata de
un cambio de mentalidad y de há-
bitos; lo cual es todo un proceso
que se irá dando poco o poco.
Para ayudarte, puedes seguir al-
gunos de los principios básicos
que Carl Honoré menciona en su
libro titulado Elogio de la lentitud.
- Respira. Cuando sientas que la ansiedad y el estrés invaden
tu vida, ¡detente!, y practica varias respiraciones profundas;
esto genera una calma instantánea en tu cuerpo y mente. - Controla la velocidad. Analiza los momentos de tu día a día,
pregúntate si estás actuando de manera acelerada; si es así,
realiza algunas respiraciones y proponte retomar tus tareas
de una manera más lenta. - Come bien. No cumplas esta necesidad biológica solo por
comer, tómate el tiempo para pensar y decidir lo que te gus-
taría y después elige un lugar tranquilo, de preferencia
al aire libre, o simplemente donde te sientas cómoda y pue-
das distraerte, el punto es que disfrutes de cada bocado. - Usa y crea espacios slow. Estos lugares pueden ser salones
de yoga, jardines o una sala en la que te sientas tranquila,
la clave está en conseguir un espacio donde te dediques
a no hacer nada, por lo menos un momento al día. Una
buena opción es crear tu propio espacio slow en tu hogar
o incluso, promover uno en tu trabajo; para ello te recomen-
damos añadir elementos cómodos que promuevan la armo-
nía, como aromatizantes de aceites esenciales o música,
también es importante que no incluyas aparatos digitales,
ya que estos transmiten una sensación de rapidez. - Bloquea unas horas. Parte de este movimiento es compren-
der que no hacer nada de vez en cuando es un descanso
saludable. Asegúrate de añadir a tu agenda semanal algu-
nas horas libres de planes, en las que hagas lo que quieras
o simplemente disfrutes de un tiempo sin actividades. - Medita. La meditación es una poderosa herramienta que
te ayudará a reducir la velocidad de tu rutina. Las mejores
horas para practicarla son en la mañana o en la noche,
ya que esto contribuye a reducir el estrés, promover la calma
y mejorar tu concentración. - Toma descansos. Por cada hora de trabajo que tengas,
tómate un respiro de unos cinco minutos para que te estires,
mires por la ventana o tomes agua. Si es necesario, pon una
alarma que te ayude a recordarlo. Debes ser flexible; por
ejemplo, si estás en medio de una tarea muy importante,
pospón el descanso un poco hasta terminar lo que estás
haciendo y toma un tiempo libre más largo. Recuerda que
la clave es buscar el equilibrio.
Si estás súper estimulada,
si nunca desconectas, no
puedes vivir el presente.38 • Saludable f REVISTA SALUDABLE
EQUILÍBRATE {Vida slow}