- Crea tu lista. Clasifica tus deberes y prioriza los
que son necesarios que cumplas y aquellos que
pueden esperar un poco para realizarlos. - Delega. Apóyate de tu equipo, tanto en el trabajo
como en tu familia puedes designar deberes para
no saturarte. Esto fomenta una buena relación
de cooperación mutua y te ayuda a equilibrar. - Tómate tu tiempo. Al planear tu agenda, incluye
momentos libres; la mayoría de las personas está
acostumbrada a llenar su día para hacerlo más
“eficiente” y termina corriendo de un lado a otro.
El secreto es intercalar descansos entre cada
compromiso, por ejemplo, si has calculado que
una actividad te tomará diez minutos, date cinco
minutos libres antes de pasar a la siguiente. - Desconecta. Establece un horario para revisar
tus correos, fuera de este tiempo no contestes
nada a menos que sea una emergencia. Puedes
activar una respuesta automática y notificar
a tus contactos sobre tu margen de respuesta. - Para y piensa. Antes de actuar piensa lo que
estás a punto de realizar y si es que vale la pena.
Por ejemplo, si quieres mandar un correo a un
compañero de tu oficina, pregúntate si es pre-
ferible que camines a su lugar para comentarle,
esto también te ayudará a distraerte. - Levántate temprano. Si te despiertas un poco
antes de lo acostumbrado podrás prepararte con
calma y comenzar el día más tranquila, solo ase-
gúrate de también irte a dormir temprano para
descansar lo suficiente y recargarte de energía. - Aprende a decir no. Al menos una vez al día,
utiliza esta palabra para responder a una invi-
tación o alguna actividad no tan importante.
Se trata de comprender que no puedes hacer
todo tú misma y que está bien enfocarte en
ciertos asuntos que ocupan más tu atención, así
como no llenarte con insignificancias que no te
dejarán ningún momento libre para detenerte.
15. Limita el acceso a la tecnología. No tener
cerca de ti tu dispositivo móvil, puede hacerte
sentir como si te faltara alguna parte vital de tu
cuerpo, pero esto es algo que se puede cambiar.
Comienza marcando horarios libres en los que
tú misma te restrinjas su uso; verás que, poco
a poco, te acostumbrarás y descubrirás alterna-
tivas diferentes para pasar tu tiempo.
16. Encuentra un ritual slow. Elige una actividad
que te ayude a relajarte y a olvidarte unos minu-
tos del mundo; lo más importante es que siempre
la incluyas en tu rutina diaria.
17. Establece tu rincón de pensar. A lo largo del
día necesitas pequeños intervalos para estar
sola, ya sea que tengas un sillón junto a esa ven-
tana que tanto te gusta en tu casa o en las áreas
verdes de tu trabajo. Aprovecha esa tranquilidad
para centrarte en tus ideas.
18. Vive el presente. Cuando estás acelerada
o haces varias cosas a la vez, no te permites
reconocer más allá de lo instantáneo y te pierdes
de la verdadera esencia de lo que te rodea. La
vida es lo que ocurre hoy, aquí y ahora.
Saludable JUNIO 2017 • 39