¿PUEDE EL YOGA CAMBIARTE LA VIDA?
Suena a tópico, pero de verdad que es exactamente lo que me pasó.
Andaba desquiciada, de un trabajo a otro, mil contratos tempora-
les (y muchas veces incuso sin contrato) solapando “curros”, tur-
nos y con una dificultad enorme para hacer planes. Hasta mis
amigos dejaron de llamarme para invitarme a las quedadas. ¡Y no
me extraña! Ahora que echo la vista atrás veo en lo que me estaba
convirtiendo. Siempre ocupada, siempre preocupada... y es que si
no trabajaba tampoco tenía dinero. La pescadilla que se muerde la
cola. Al final, enfermé físicamente. Mi cuerpo dijo ¡basta!
Tuve que volver a casa de mi madre (con todo lo que conlleva) y,
buscando en qué ocupar los días, y la forma de no estar tanto
tiempo encerrada en esa casa, me apunté a una escuela de Yoga
que hay en el barrio. Y fueron mi salvación. Esa pequeña comuni-
dad se ha convertido ahora en mi mundo. Me salvaron, me ense-
ñaron e hicieron darme cuenta de lo que de verdad importa es el
aquí y el ahora. Sin sermones, sin palabrería... por fin veo el senti-
do de mi vida. Por fin vivo.
A día de hoy mi práctica es diaria, trabajo, salgo con mis amigos,
tengo adoptado un perrete y soy realmente feliz. Sí, el Yoga no
solo me ha cambiado la vida, también le ha dado sentido y le esta-
ré eternamente agradecida.
Silvana CrespoForo
del lector
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