Cine Premiere N.274 – Julio 2017

(Kiana) #1

(^1234564724649107978) JULIO 2017 15
CIUDADANO ROSEBUD INSIDER
Distopía como no la hemos visto
i los letrados no hubieran sido apenas unos cuantos,
lo más seguro es que el siglo XIV se hubiera llenado
de textos colmados de augurios fatales para el futu-
ro de la raza humana, cuando el velo de la peste cayó
sobre Europa. Ocurriría como en la actualidad: cada
vez nos es más imposible concebir un mañana ajeno
a la catástrofe. No cabe duda de que el miedo es lo
de hoy. Novelas y películas distópicas abundan desde
hace más de un siglo, cierto, pero en los últimos vein-
te años se han convertido en un elemento tan pre-
sente en la cultura popular que uno no puede evitar
preguntarse si cumplen una función preventiva con
vistas a un panorama inevitable.
Lo llamativo, sin embargo, es que desde la inter-
minable serie The Walking Dead hasta Mad Max, pa-
sando por decenas de productos cinematográficos
más, toda distopía parece concentrarse mayoritaria-
mente en aquello que seríamos susceptibles de per-
der –en calidad de seres racionales o, dirían otros,
de seres dotados de un alma–, en el caso de que el
destino nos colocase frente a una situación extrema.
Son pocas las historias que, como sucede en La ca-
rretera –novela y película–, dan la vuelta a la moneda
y se cuestionan más bien aquello que seríamos ca-
paces de conservar si alrededor nuestro no hubiera
otra cosa más que barbarie. Afortunadamente, The
Survivalist se circunscribe en esta segunda catego-
ría y lo hace con una belleza y austeridad que hieren.
El destino de un hombre que posee una gran-
ja y el de dos enigmáticas mujeres que llegan allí en
busca de alimento se cruzan y entre ellos comien-
za una relación atípica, fundada en la desconfianza.
Como espectadores sabemos poco más que estas
tres personas. La única certeza es que el mundo allá
afuera está deshecho y todo esfuerzo se limita a una
sola acción: sobrevivir, comer, evitar que los otros te
maten. Aquí no veremos los juegos artificiales ni los
diálogos redundantes y explicativos que se muestran
en otros filmes del género. Lo que se nos ofrece es
justamente lo contrario: silencios, crudeza y miedo, a
ratos capturados como si de un Caravaggio o de un
Vermeer se tratasen, tal vez para recordarnos que
la belleza es tan imperturbable como la brutalidad.
No necesitaremos más porque el director Stephen
Fingleton es norirlandés y, por ende, sabe que es en
la incertidumbre donde se cocinan los peores temo-
res y que la compasión –que no es otra cosa sino una
forma de amor– es lo último en perderse. O al me-
nos debería de serlo. Sin ella no hay más que oscu-
ridad o, como diría el inolvidable Capitán Kurtz: “El
horror... el horror”.
–Carlos Jesús González
THE
SURVIVALIST
THE
SURVIVALIST
THE
SURVIVALIST


S

Free download pdf