RECONSTRUIR RUANDA 49
La Constitución ruandesa
dispone desde 2003
que las mujeres ocupen
un mínimo del 30 % de
los cargos electos. Hoy,
con 49 parlamentarias
(33 de las cuales
aparecen en la imagen),
la cifra es del 61 %, la
más elevada del mundo.
De los siete magistrados
del Tribunal Supremo,
cuatro son mujeres.
mujeres usasen sus tierras como garantía para la obtención de préstamos.
Se les reconoció el derecho a abrir cuentas bancarias sin permiso del marido,
un paso más en el fomento de su independencia económica. Se priorizó la
educación de las niñas con programas que ampliaban su presencia en las
universidades e incentivaban que las jóvenes cursasen estudios copados
tradicionalmente por los hombres.
Ruanda pasó de ser un país que trataba a la mujer como una propiedad
sin más función que la de parir hijos a ser una nación cuya Constitución
exige que al menos el 30 % de los cargos electos los ocupen ellas. Desde 2003
Ruanda siempre ha tenido la mayor proporción parlamentaria femenina
del mundo; actualmente se cifra en un 61 % en la Cámara Baja. Cuatro de los
siete magistrados del Tribunal Supremo ruandés son mujeres, entre ellas
su vicepresidenta.
La presidencia continúa siendo terreno masculino –desde el año 2000 la
ocupa Paul Kagame, el exmando militar cuyas fuerzas acabaron con el geno
cidio–, pero las mujeres manejan 13 de las 26 carteras ministeriales del
Gobierno de Ruanda. Con su Frente Patriótico Ruandés, Kagame –figura
autoritaria para unos, líder visionario para otros– abanderó el empeño de
formar una nueva identidad nacional que ha expurgado cualquier mención
de hutus y tutsis y ha dado pasos de gigante hacia la igualdad de género.