El Mundo - 30.10.2019

(Sean Pound) #1

EL MUNDO. MIÉRCOLES 30 DE OCTUBRE DE 2019


i


ESPAÑA


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A CONTRAPELO


SANTIAGO


GONZÁLEZ


MANUEL MOSTAZA BARRIOS MADRID
Las casi 18.000 entrevistas que
realizó el CIS entre septiembre y
octubre para elaborar el baróme-
tro que conocimos ayer tienen, en
lo que se refiere a la estimación de
voto, un melancólico toque otoñal.
Las entrevistas no recogen nada
de lo sucedido en las últimas dos
semanas en Cataluña, ni recogen
el impacto que la exhumación del
cuerpo del general Franco ha po-
dido tener. El barómetro es un
esfuerzo quizá inútil si hablamos
de estimación de voto, pero no
debe ocultarse la rica informa-
ción que el estudio ofrece.


La primera pista es el rápido
deterioro de la confianza de los
ciudadanos en la situación econó-
mica. Las nubes, también otoña-
les, que se divisan en el horizonte
empiezan a preocupar: en apenas
un mes se ha incrementado en ca-
si 10 puntos el porcentaje de espa-
ñoles que ve «muy mal» la situa-
ción económica (del 15,7% al
25%). Otro elemento que se cuela
en la campaña es el desafío del se-
cesionismo catalán: sin haber vis-
to las escenas de kale borroka en
Barcelona, casi se dobla también
en un solo mes los que se decla-
ran preocupados por la situación
en Cataluña (del 5,8% al 10,5%).
Ambos elementos, la crisis econó-
mica y la situación catalana pare-
cen influir también en la valora-
ción del presidente Sánchez, que
disminuye (de un 4,3 a un 4) a la
par que se incrementa el porcen-
taje de ciudadanos que no votaría

nunca al PSOE (del 32 al 36%).
Todo un escenario de horizontes
tomados, como se dice en jerga
marinera, que no debería invitar a
la tranquilidad en el PSOE...
Todos estos datos nos llevan
hacia otro elemento fundamental
de la encuesta, el voto directo –los
garbanzos necesarios para elabo-
rar un buen cocido–, la base para
calcular la estimación de voto. Es-
te porcentaje cae de manera clara
para los socialistas (del 27% en
septiembre al 19,9% ahora, cuan-
do en verano superaba el 30%) y
en el resto de partidos, salvo el PP.
Sobre los españoles que van a
ir a votar, un tercio aún
no sabe a quién, porcen-
taje que se eleva hasta ca-
si la mitad de los que votaron a
Ciudadanos en las generales de
abril. La duda más repetida que se
plantean los electores es entre vo-
tar al PP o a Ciudadanos, especial-

mente por el alto grado de indeci-
sión que muestran los votantes de
la formación naranja. En el otro
extremo, son los votantes de VOX
los más fieles, por encima incluso
de los votantes de Sánchez o Ca-
sado, mientras que vuelven a ser
los de Ciudadanos los más infie-
les: poco más de un tercio de sus
votantes tienen claro que volverán
a apoyar al partido de Rivera. Na-
da extraño pues ya en las genera-
les de abril, casi un 40% de su vo-
tantes decidió su voto las últimas
dos semanas. Con relación a los
trasvases, y hablando de melanco-
lía, apenas un 5% de los votantes
de Iglesias se declara lista
para votar a Errejón. Qui-
zá por eso Más País no
despega en las encuestas y a par-
tir del día 10 el otoño del patriarca
no sea el que los errejonistas ima-
ginaron cuando decidieron dar el
salto a la política nacional.

Crece el temor por


la economía, por


Cataluña... Y hay


más avisos al PSOE


Melancolía otoñal y valiosas pistas


ANÁLISIS


El 48% de los votantes de Cs duda


El partido de Albert Rivera podría perder hasta 1,6 millones de votos el próximo 10-N


HUGO GARRIDO MADRID
Los datos de la macroencuesta pre-
electoral del CIS muestran un alto
riesgo de que aumente la absten-
ción –el pronostico sería de entre
ocho y diez puntos menos que en
abril– y una creciente desmoviliza-
ción del electorado, que alcanza sus
mayores porcentajes en Ciudada-
nos, el partido al que el sondeo da
peores perspectivas.
El análisis de los datos por for-
maciones muestra que entre el
75 y el 80% de quienes optaron
en abril por el PSOE, PP, Unidas
Podemos o Vox estarían de nue-
vo activados y se dispondrían a
votar, un dato que sin embargo
no llega al 70% entre quienes se
decantaron por Ciudadanos.
Cuando el CIS pregunta por la
papeleta que se va a elegir el 10-
N, el resultado es aún peor para
el partido de Albert Rivera. En-
tre aquellos que piensan ir a vo-
tar, casi la mitad (48,1%) de quie-
nes apoyaron a Ciudadanos en
abril aún no se ha decantado por
unas siglas concretas. Un por-
centaje que cae al 29% en los ca-
sos en el PSOE y Podemos y al
25% entre los que apostaron por
Pablo Casado. Los votantes de
Vox son los que lo tienen más cla-
ro: el 80% ya ha decidido a quién
votar el próximo 10-N. Estos da-
tos revelarían que la fidelidad del
voto de Cs es menor que la del
resto de formaciones.
Aunque el dato de Cs es muy si-
milar al de la encuesta preelectoral
del CIS de abril, su lectura junto a
los flujos entre candidaturas, medi-
dos mediante la suma del voto di-
recto y la simpatía, explica el des-
plome que en estos momentos le
pronostican todos los sondeos. Ri-


vera sólo retiene al 49% de sus apo-
yos respecto al 28-A.
Pero el verdadero problema pa-
ra Cs es que, ahora, la llegada de
electores desde otros partidos es
muy inferior a la de los comicios an-
teriores, cuando quedó a menos de
un punto de los populares, de for-
ma que no alcanza para compen-
sar las fugas que se producen en di-
rección al PP, PSOE y Vox (con to-
dos ellos registra un saldo negati-
vo), y que le restarían alrededor de
800.000 votos, según las estimacio-
nes de EL MUNDO a partir de los
datos en bruto del CIS.
Cs también presenta la tasa
más alta de abstencionistas, un
19,5% de encuestados, lo que les
supondría otros 810.000 sufra-
gios menos si finalmente deci-
den quedarse en casa.

Al margen de la formación na-
ranja, las transferencias de voto
dibujan comportamientos simi-
lares a los de abril en lo que a blo-
ques ideológicos se refiere. Los
intercambios de electores se pro-
ducen entre los partidos más cer-
canos en el eje izquierda-dere-
cha. Así, el PP lograría atraer cer-
ca del 10% de Cs y un 13% de Vox,
y el partido de Santiago Abascal
iguala lo que gana con lo que pier-
de y se quedaría igual. En la iz-
quierda, el principal problema
del PSOE es la abstención.

El principal problema
para el PSOE son
los votos que pueden
ir a la abstención

Villacís (izqda.) y Arrimadas, dirigentes de Ciudadanos, ayer en Madrid. EFE


Estábamos ayer a 12 días de las eleccio-
nes cuando conocimos un trámite que ya
se nos ha hecho inevitable en el sanchis-
mo: la encuesta del CIS, una herramien-
ta a la medida exacta de Sánchez, que ha
puesto a su frente a un farsante de su es-
tilo para que le cante al oído las baladas
que más le gustan. Esa es la razón de que
el campeón del fraude haya elegido para
presidir el CIS a un tipo de la Ejecutiva
de su partido, José Félix Tezanos, fuera
disimulos. Tezanos se aplica con sus tri-
quiñuelas, no en retratar la realidad so-
ciológica de España, sino en empujar a
España hacia el retrato que le gusta.
El trabajo de campo se realizó entre el
21 de septiembre y el 13 de octubre, es
decir, que se estaban recogiendo inten-
ciones de voto dos días antes de que fue-
sen convocadas las elecciones del 10-N.
A la hora del cierre no se conocía aún la
sentencia procés, ni la violencia desata-
da en Barcelona, ni la exhumación de
Franco. ¿Se puede hacer un sondeo elec-
toral ignorando hechos que podrían ser
relevantes en el ánimo del votante? No
se debería, y aunque uno esté convenci-
do de que el baile de los huesos del dic-
tador no le importa a nadie, salvo a esta
cuadrilla de antifranquistas retrospecti-
vos, tampoco cabe duda de que era una
performance realizada para ello.
Tezanos es del estilo de su mandante:
no tiene principios. Se hace difícil admi-
tir que el buen pueblo español, cuanto
más conoce a Sánchez más le vota, te-
niendo en cuenta la cantidad de mañas
que le vamos conociendo. El tipo que es-
petó a Rajoy que no era una persona de-
cente había plagiado su tesis doctoral, y
se movía con soltura entre otros plagia-
rios: el tipo al que puso de presidente del
Senado y la juez andaluza que se encar-
ga de dejar prescribir las causas relacio-
nadas con el caso de los EREs. Con toda
esa mochila, el campeón de la decencia
promovió una moción de censura duran-
te la que recordó que en Alemania los
ministros dimiten por plagiar una tesis.
La moción de censura no era cons-
tructiva, por lo que el candidato no expli-
có un programa. En rigor tampoco le ha-
cía falta porque afirmó que su único ob-
jetivo era la convocatoria de elecciones.
Para más abundamiento, la moción se
apoyaba en una sentencia de José Ricar-
do de Prada que bordeaba delicadamen-
te la prevaricación, al atribuir a Rajoy
cargos que no pertenecían a aquel suma-
rio. Después hemos conocido el abuso
del decreto ley, el nepotismo de enchufar
a su mujer en un puesto para el que no
parece competente, cuyo horario laboral
y su sueldo se desconocen. Ayer nos en-
teramos por Abc que se saltó la ley para
publicar las memorias que le escribió su
negra, a la que pagó en especie, con un
cargo que sostenemos todos los españo-
les. Hay más, pero no cabe en los límites
de una columna, como las predicciones
de Tezanos no caben en unas prácticas
orientadas por la lógica y la decencia.

Un par


de truhanes


RUMBO A LAS URNAS EL ANÁLISIS DEMOSCÓPICO

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