EL MUNDO. MARTES 5 DE NOVIEMBRE DE 2019
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E S P A Ñ A
acudió una nutrida representación
de cargos encuadrados en el sector
más afín al prófugo Carles Puigde-
mont. Una comitiva encabezada
por la número dos de JxCat en
el Congreso y vicepresidenta del
PDeCAT, Míriam Nogueras, y en la
que también figuraban el candida-
to al Senado Roger Español y las
diputadas del Parlament Aurora
Madaula y Gemma Geis.
Al frente de la representación
de ERC estuvo el jefe de filas del
partido en el Consistorio barcelo-
nés, Ernest Maragall, que contó
con la compañía del número tres
de los republicanos en el Congre-
so y ex diputado de los comunes
Joan Josep Nuet.
Tanto JxCat como ERC solicita-
ron sin éxito a la Junta Electoral que
aplazase la visita del Rey a Cataluña
al considerar que su presencia im-
pulsa las opciones de los partidos
constitucionalistas. Pese al portazo
del órgano regulador a sus preten-
siones, las dos formaciones indepen-
dentistas insistieron ayer en ese ar-gumento para justificar su presencia
en las protestas contra Felipe VI.
Nogueras defendió la participa-
ción de JxCat en las protestas con-
tra el Rey por considerarlo el «can-
didato de los partidos monárqui-
cos». Mientras que el cabeza de
lista de ERC a las generales, Ga-
briel Rufián, sostuvo que la visita
del Monarca «es un acto electoral
de Felipe de Borbón». «La única du-
da es si es de PP, Cs o Vox, o de los
tres a la vez», espetó el sustituto del
inhabilitado Oriol Junqueras.Leonor en este décimo aniversario,
pese a la campaña del independen-
tismo. «Hay ocasiones en las que las
presencias adquieren un significado
más trascendente que las palabras;
en las que, a través de actitudes, se
expresan también profundas convic-
ciones y sentimientos. Y hoy es una
de esas ocasiones importantes».
En un día en el que una barrera de
vallas dividía dos realidades en Cata-
luña, Felipe VI clamó contra la cons-
trucción de nuevos muros. Los «jóve-
nes no pueden vivir aislados, reclui-
dos en fronteras impermeables»,
dijo. «Las fronteras hoy las marcan el
conocimiento, la formación, la edu-
cación, la investigación; también los
valores humanísticos que inspiran la
defensa de un mundo más justo, más
solidario, más sostenible».
El Monarca invitó a los casi 2.
invitados, a los jóvenes premiados y
a todo el país a «conocer culturas
que no son las propias» porque «en-
riquece y emociona». Emplazó a
«asumir nuevas ideas en nuestra for-
ma de pensar» porque «ayuda a ma-
tizar nuestro mundo interior y nues-
tra visión de las cosas; en el que sa-
lir a otros lugares nos engrandece y
nos da nuevas perspectivas».
Unas experiencias que confía vi-
va Leonor. Al igual que en Asturias
hace unos días, la heredera al tro-
no protagonizó una intervención
breve, con una fuerte carga emoti-
va, empleando, en esta ocasión, el
catalán. «Cataluña siempre ocupa-
rá un lugar especial en mi cora-
zón», dijo en catalán. También em-
pleó el inglés y el árabe.
Leonor dijo conocer «muchas co-
sas de la historia y la cultura catala-
nas» porque sus padres siempre le
han hablado «de Gerona y de Cata-
luña siempre con verdadero afecto».
«Quiero honrar la Fundación como
se merece. Y llevar con orgullo su
nombre por el mundo».
QUICO ALSEDO BARCELONA
«Vamos Anna!», gritaba la chavale-
ría, y Anna, Anna Rosselló, 96
años, silla de ruedas, canturreaba el
els carrers serán sempre nostras,
movía brazos, repartía sonrisas y
enardecía a las turbas, como en una
rauxa de hace un siglo, pero ahora
mismo, en 2019, frente a la gélida
mirada de los mossos presentes.
La escena, hacia las 17.30 horas
de ayer, definía a la
perfección la mez-
cla generacional
que está marcando
este otoño de ca-
breo indepe, y que
de nuevo se dio ci-
ta ayer en Barcelo-
na, esta vez en la
Diagonal, para
«combatir», cace-
rolas y mecheros
en mano, a los Re-
yes frente al Palau
de Congressos: de
nuevo, jóvenes
veinteañeros y ca-
talanes de 50 años
para arriba funda-
mentalmente.
Así, en resumi-
das cuentas, mien-
tras la yayoindepe
Anna ponía la no-
ta de color, los
chavales (y sus pa-
dres) jugaban su
primera carta: im-
pedir, a empellones, gritos y vio-
lentas amenazas, la entrada de in-
vitados y galardonados con los
premios Princesa de Girona.
Fue hora y media de verdadera
tensión, con manifestantes convo-
cados por Arran, las juventudes de
la CUP, especialmente empeñados
en bloquear los accesos al lugar, con
la Diagonal cortada desde casi un
kilómetro antes por los repudiados
e insultados (también) mossos.
La escena se repitió una y otra
vez. Desde la boca del metro Zona
Universitaria aparecían atildados in-
vitados (unas mujeres elegantemen-te vestidas a la manera oriental por
ejemplo) que, conforme se iban
acercando a los congregados en tor-
no al perímetro de seguridad, co-
menzaban a recibir una lluvia de in-
sultos e incluso empujones por par-
te de, en algunos casos, padres de
familia de aspecto pacífico, pero
completamente exaltados.
En esas anduvo por ejemplo Ser-
gio Alcalde, 25 años, llegado de
Granada invitado a los premios (por
su vinculación con una fundaciónportuguesa vinculada a los galardo-
nes), vilipendiado en cuanto se
acercó al enjambre por una turba-
multa que asustaba al más pintado.
«¿Pero qué me habrá visto esta gen-
te?», decía poco después Alcalde a
EL MUNDO, «¿será que no fumo
porros como ellos? Son unos taliba-
nes. Me llaman fascista y ni me co-
nocen, en fin». Al final, al igual que
el resto de invitados, Alcalde consi-
guió entrar por un acceso secunda-
rio, y la gala arrancó sin que el blo-
queo pudiera obstaculizarla.
El gentío, en ese momento de
unas 5.000 personas ya en lo alto dela Diagonal, se dedicó entonces a
perfeccionar esta suerte de parque
temático indepe en que se ha con-
vertido cada movilización en Cata-
luña de este otoño post sentencia.
Así, hubo quema de fotos del
«borbón», como gusta el indepen-
dentismo de calificar a Felipe VI.
Hubo también una cacerolada tal
vez demasiado larga e intensa para
los no tan movilizados, que por
ejemplo registró excrecencias como
una implacable yayobatucada en laboca de metro Zona Universitaria.
Hubo también toda la memorabilia
habitual del independentismo: las
esteladas, las señoras de apariencia
pequeño-burguesa abrazándose
con punkis con cresta (esto es lite-
ral), todos los clichés más típicos del
autodenominado antifascismo. Los
mossos quisieron también sumarse
siquiera pasivamente al acto, y avi-
saron por megafonía en dos ocasio-
nes a los congregados de que no les
lanzaran objetos, so pena de carga
en un área que para
los jóvenes encapu-
chados era de clara
desventaja. El gen-
tío les abucheó, los
muchachos enca-
puchados se pavo-
nearon delante de
ellos, y aquí paz y
después gloria.
Hubo por su-
puesto consignas
de todo tipo contra
los Reyes –«Hasta
los borbones», «Ma-
tad al borbón» y co-
sas por el estilo– y
también contra los
mossos –«Sin farlo-
pa no sois nada»–,
hasta que, hacia las
19.30, los mayores
fueron abandonan-
do el lugar y queda-
ron los jóvenes. Se
produjo ahí un inte-
resante impasse.
La quema de fo-
tos de la Familia Real había deve-
nido en una apreciable hoguera
de llamas de tres metros de alto
en pleno centro de la Diagonal, y
en torno a ella se produjo un enor-
me corro. De fondo, el sonido tri-
bal de la incombustible, imparable
cacerolada, una especie de intifa-
da sonora. Y los rostros de los
presentes quedaron de pronto
hipnotizados por el fuego. Como
mirando de frente a la violencia, o
siquiera a su posibilidad. Después,
tal vez cansados, poco a poco los
congregados se fueron marchan-
do, probablemente a sus casas.Una hoguera con fotos del Rey y
banderas españolas en la Diagonal
Independentistas bloquean el paso y acosan a los invitados a los Princesa de Girona
«¿Qué me verán?
Me llaman fascista
y ni me conocen»,
decía un invitado‘Yayoindepes’ y
‘cachorros’ de
Arran corearon:
«Matad al ‘borbón’»«Las fronteras hoy las
marcan la formación,
el conocimiento»,
proclamó el Rey
Leonor, en catalán:
«Cataluña ocupará
un lugar especial
en mi corazón»
Jóvenes independentistas encienden ayer una hoguera en mitad de la Diagonal de Barcelona. ALBERTO DI LOLLI
TESTIGO DIRECTO
El líder del PP en Barcelona, Josep Bou, acosado por los separatistas. AFP
CAMINO AL 10-N EL DESAFÍO SOBERANISTA