El Mundo - 05.11.2019

(WallPaper) #1
EL MUNDO.

HOJA Nº (^26) P A P E L MARTES 5 DE NOVIEMBRE DE 2019
M E D I O A M B I E N T E
convertida en una «cámara
de gas». El viento del
noreste llegaba con fuerza
arrastrando el humo de la
quema de rastrojos de
zonas agrícolas como
Punjab y Haryana. «El aire
huele a hoja quemada»,
gritó un hombre mientras
veía como el árbol de su
casa se volvía cada vez
más gris hasta
desaparecer. Es la época
en la que los agricultores
limpian sus campos. Lo
que no esperaban era que
Hace una semana,
durante el Festival de
Diwali en Nueva Delhi,
las columnas de humo de
los petardos y fuegos
artificiales dibujaron un
paisaje nebuloso en la
ciudad. Este festival, que
celebra el año nuevo
hindú en la India,
simboliza el triunfo del
bien sobre el mal, el
regreso del exilio del dios
Rama y su victoria sobre
el rey demonio Ravana.
La fiesta terminó de
madrugada. Nueva Delhi
se acostó bañada en
humo. Y se levantó con
una niebla tóxica que
perduró toda la semana.
Tan densa que el pasado
viernes, el Gobierno indio
declaró una emergencia
de salud pública en la
capital. Los políticos
hablaban de una ciudad
las partículas procedentes
de sus fuegos ( dióxido de
carbono, de nitrógeno y de
azufre) llegaran hasta una
ciudad en la que respirar
cuesta cada día más.
Que se lo pregunten a
los niños de las escuelas
del distrito de Gurgaon la
mañana que vieron a su
primer ministro, Arvind
Kejriwal, darles en
persona mascarillas y
folletos para aprender a
usarlas. Lo mismo hizo
con los ancianos. Respirar
ese aire es como fumar un
paquete de 20 cigarrillos
cada día. En total, las
autoridades repartieron
más de cinco millones de
mascarillas. Era necesario.
Los niveles de polución
eran 20 veces más tóxicos
que los recomendados por
la Organización Mundial
de la Salud (OMS). Los
niveles de partículas finas
en el aire –conocidos como
PM2,5– llegaron hasta los
533 microgramos por
metro cúbico cuando lo
recomendable es no
superar los 25
microgramos.
El domingo siguió
subiendo. Y el índice de
calidad del aire llegó a 999
cuando lo aceptable es que
no suba de 200. Todas las
escuelas de la ciudad
están cerradas. Al menos,
hasta hoy. Una treintena
de vuelos fueron
desviados del Aeropuerto
Internacional Indira
Gandhi por la polución. Y
se han detenido todos los
trabajos en la
construcción. Pero lo que
más preocupa es que la tos
seca y el picazón de los
ojos que padecen muchos
ciudadanos devenga en
enfermedades
cardiovasculares y
respiratorias mortales que
puede traer consigo. El
Gobierno sabe que si
lograran reducir las
partículas del aire y
estabilizar la situación, la
esperanza de vida de los
habitantes de la capital
aumentaría más de siete
años.
Pero no encuentran, por
ahora, otra solución que
echar el cerrojo a las obras
o restringir la circulación
de los vehículos, en
función de sus números de
matrícula, con la intención
de sacar cuatro millones
de coches de las carreteras
en un intento desesperado
por reducir la devastadora
contaminación que ahoga
a los residentes. También
se ha recomendado a los
ciudadanos que «eviten las
actividades físicas al aire
libre, especialmente
durante las horas de la
mañana y la noche»,
insistió Satyendar Jain, el
ministro de Salud. «Y que
coman zanahorias»,
escribió Jain después en
Twitter. Un comentario
que no gusto a los indios,
que atacaron en redes a su
ministro por su «falta de
programas» para luchar
contra la mayor crisis
atmosférica del año.
El pueblo ahora reza
para que llueva y se limpie
la ciudad. Los
meteorólogos dicen que las
plegarias se cumplirán a
partir del jueves. Pero la
preocupante situación de
contaminación y de cómo
actuar ante ella en la
poblada urbe va aún más
allá de que el agua del cielo
haga de parche temporal.
Emergencia sanitaria.
Escuelas cerradas,
vuelos desviados,
restricciones al trá-
fico... Respirar en la
capital india equivale
a fumar 20 cigarros al
día. Su polución es 20
veces superior a lo
recomendado por la
OMS y el Gobierno
sigue sin un plan
LA CONTA-
MINACIÓN
ASFIXIA
A NUEVA
DELHI
POR LUCAS
DE LA CAL PEKÍN

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