El Mundo - 05.11.2019

(WallPaper) #1
EL MUNDO. MARTES 5 DE NOVIEMBRE DE 2019
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ESPAÑA i


CARMENA, AL RESCATE DE ERREJÓN
Manuela Carmena se ha sumado de forma
activa a la campaña de Íñigo Errejón a través
de un vídeo difundido por Más País en el
que la ex alcaldesa de Madrid participa
junto al equipo de voluntarios llamando por
teléfono a los inscritos para pedirles el voto.
10-N


5 DÍAS


PARA EL


LA FRASE DEL DÍA
“Si el PSOE necesitase
los votos de PNV para
dar cierta estabilidad en
el Estado, ahí estaremos”
— AITOR ESTEBAN, PNV

De izquierda a derecha, Pablo Casado, Pedro Sánchez, Santiago Abascal, Pablo Iglesias y Albert Rivera, al inicio del debate de los cinco líderes nacionales, ayer en Madrid. JAVIER BARBANCHO


Sánchez oculta sus pactos


L Intenta mostrarse duro respecto a Cataluña pero evita renegar de las fuerzas secesionistas L Rechaza la mano que le


tiende Iglesias para formar Gobierno L Pide a sus rivales que se comprometan a dejar que gobierne la lista más votada


MARISA CRUZ MADRID
Saldado el gran acto de campaña, el
debate electoral entre los candidatos
de los cinco partidos nacionales, las
posibilidades de empezar 2020 con
un Gobierno estable son pocas. El
cara a cara entre los líderes fue un ri-
firrafe de reproches y acusaciones
que apenas dejan un resquicio a la
esperanza de acuerdo. Ni siquiera
después de que Pablo Iglesias tendie-
ra la mano a Pedro Sánchez para po-
ner en marcha un «proyecto de país»
y un «Gobierno progresista».
El candidato del PSOE y presiden-
te del Gobierno en funciones recha-
zó la propuesta de Iglesias de formar
tándem frente a las fuerzas de dere-
chas. Él prefirió emplazar a sus riva-
les a comprometerse con permitir
que gobierne la lista más votada si
tras el 10-N sigue habiendo dificulta-
des para pactar. Pedro Sánchez que-
dó desdibujado en la primera mi-
tad del debate jugando a la ambi-

güedad. Así, por ejemplo, intentó
distanciarse de Iglesias mostrando
dureza respecto a Cataluña, pero
sin llegar a renegar de las fuerzas
independentistas ni comprometer-
se con medidas contundentes.
Albert Rivera culpó a Sánchez de
la repetición electoral pero se com-
prometió a «echar un cable» para
desbloquear el país en tanto que
Santiago Abascal recalcó su inten-
ción de no pactar en ningún caso
con el PSOE. El líder del PP, Pablo
Casado, prefirió hacer hincapié en
que el 10-N será en realidad un
plebiscito sobre la continuidad del
socialista al frente del Gobierno y
puso el acento en que la única al-
ternativa al PSOE es el PP.
Pablo Casado y Santiago Abas-
cal jugaron a consolidar sus posi-
ciones que, según las encuestas,
son muy favorables. Albert Rivera
se mostró audaz intentando repli-
car a izquierda y a derecha, y ju-

gando quizá su última carta para
mejorar sus perspectivas electora-
les. Pablo Iglesias se presentó con-
tenido, consciente de que esta acti-
tud le suele reportar beneficios.
Tras la primera fijación de posicio-
nes, los cinco líderes profundizaron
en el problema de la cohesión terri-
torial. El socialista anunció su inten-
ción de aprobar una asignatura so-
bre valores constitucionales, una re-
forma de la ley audiovisual e incluir
en el Código Penal un delito para
prohibir los referéndums ilegales co-
mo el que se celebró en Cataluña.
Sus propuestas no convencieron a
sus rivales. Casado incluso le urgió a
que aclarara si tras el 10-N pactará
con las fuerzas secesionistas y Sán-
chez prefirió echar balones fuera.
El líder socialista se vio acorralado
en este primer bloque del debate es-
pecialmente centrado en el desafío
independentista catalán. Fue clara-
mente su talón de Aquiles. Ni siquie-

ra pudo responder a la pregunta in-
sistente de su rival del PP: «¿Cuántas
naciones hay en España?»
Casado se aferró a los aconteci-
mientos que se están produciendo
estos días en Cataluña y acusó a
Sánchez de no aplicar la ley porque
«depende de los votos independen-
tistas». «Usted abraza la plurinacio-
nalidad porque necesita sus votos».
«Una persona que no cree en la na-
ción española no puede ser presiden-
te del Gobierno», sentenció.
Rivera tiró de originalidad mos-
trando un adoquín de los lanzados
contra las fuerzas de seguridad en
Barcelona y reprochó al líder del
PSOE su dejación a la hora de apli-
car la Constitución responsabilizán-
dole de antemano de lo que pueda
suceder el 10-N en Cataluña.
Pablo Iglesias, acertadamente, se-
ñaló la paradoja de debatir sobre la
cohesión territorial y centrar sólo la
atención en Cataluña y no en otros

territorios. «Ustedes», dijo, «compi-
ten por ver quién tiene la medida
más dura» cuando lo que debe ha-
cerse es, señaló, «dialogar, actuar
con inteligencia y mano izquierda».
En este apartado Pedro Sánchez
pidió al PP «autocrítica y humildad»
y apostó por «no sobreactuar y man-
tener la moderación, la proporciona-
lidad y la unidad». «Sólo pido lealtad
como la que tuvo el PSOE con el Go-
bierno de Rajoy», dijo antes de acu-
sar a los líderes «de la derecha» de
tener «un problema con Cataluña».
Sin embargo, cuando Pablo Iglesias
le propuso defender juntos la pluri-
nacionalidad, el líder socialista des-
cartó la oferta.
En el bloque económico, Ciuda-
danos y PP apostaron por las baja-
das de impuestos y el impulso del
empleo. Ambos recordaron la ges-
tión que hizo de la crisis el Gobier-
no socialista de Zapatero. Rivera
hizo hincapié en las medidas para
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