EL MUNDO. VIERNES 8 DE NOVIEMBRE DE 2019
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OTRAS VOCES
i
BOSCO NTAGANDA
8 El ex jefe adjunto del
Estado Mayor de las
Fuerzas Patrióticas de
Liberación del Congo,
apodado Terminator, ha
sido condena-
do por la Corte
Penal Interna-
cional por crí-
menes de gue-
rra cometidos por la mi-
licia rebelde congoleña,
que estaba a sus órde-
nes. Ntaganda pasará
30 años en la cárcel.
Condenado
por crímenes
de guerra
JAUME ASENS
8 El candidato de los
Comunes al Congreso
por Barcelona se limitó
ayer a pedir explicacio-
nes a Torra –en lugar de
exigir su cese–
a raíz de las de-
claraciones de
miembros de
CDR detenidos
que le vinculan con el
plan de ocupar el Parla-
ment. La connivencia de
Podemos con el secesio-
nismo es lamentable.
Se limita a pedir
«explicaciones» a
Torra por los CDR
VOX
POPULI
JORDI GUAL
7 El presidente de
Caixabank, durante la
inauguración de un con-
greso de directivos en
Málaga, alertó del grave
impacto del populismo y
defendió que la legitimi-
dad del sistema está en
juego. Además, conside-
ró que el cambio climá-
tico y la digitalización y
su impacto en las em-
presas son dos de los
principales desafíos. Sus
palabras fueron nítidas.
Alerta del grave
impacto del
populismo
ANTONIO LUCAS
7 El poeta, columnista
de EL MUNDO y direc-
tor del suplemento La
Esfera de Papel recibió
ayer el Premio interna-
cional de Poesía Gene-
ración del 27, que orga-
niza la Diputación de
Málaga, por su libro Los
desnudos, que Visor pu-
blicará en 2020, un poe-
mario que nace, según
el propio autor, «de una
voluntad más serena de
mirar el mundo».
‘Los desnudos’,
Premio de Poesía
Generación del 27
CARMEN IGLESIAS
7 La directora de la Re-
al Academia de la Histo-
ria y miembro de la
RAE pronunció ayer, en
el XVI Congreso de la
Asociación de Acade-
mias de la Lengua Espa-
ñola que se celebra en
Sevilla, un discurso con-
tra las falsificaciones de
los relatos históricos, pa-
ra concluir que «quienes
desconocen la Historia
serán incapaces de me-
jorar el presente».
Contra las
falsificaciones
de la Historia
EN 1995, dos
adolescentes
australianos,
Eduard Neetz y
Casey Dean,
compraron tres
hamburguesas
en un McDonald ́s de Adelaida. Una
para cada uno y otra para Jono, un
amigo común. Sin embargo, después
de excusar su asistencia, les pidió
que se la guardaran para la próxima
vez. Y sus amigos están dispuestos a
cumplir su palabra hasta las últimas
consecuencias. Jono lleva desde
entonces sin dar señales de vida.
Pero la hamburguesa sigue ahí:
intacta, dura como una roca, sin
restos de moho. Algo más pequeña,
aunque reciclada en fenómeno viral.
Se atribuye a Bismarck la siguiente
frase: hay dos cosas que la gente no
debería saber cómo se hacen: las
leyes y las salchichas. Quizá también
las hamburguesas. R.C.
EL APUNTE
GRÁFICO
La
hamburguesa
imperecedera
WILLIAM WEST / AFP
BERLÍN ha celebrado
esta semana el
trigésimo aniversario
de la cadía del Muro,
del que apenas quedan
cien metros para el
recuerdo y un
kilómetro y medio para
los turistas. En
memoria de las 140
personas que murieron
intentado cruzarlo al
Oeste se han
depositado flores y
leído poemas. Se han
programado conciertos
al aire libre en las
zonas mas
emblemáticas de la
ciudad, incluido uno
en la Puerta de
Brandeburgo, bajo la
dirección de Daniel
Barenboim, y se ha
recreado con
proyecciones sobre las
fachadas de los
edificios la historia de
una ciudad que estuvo
casi 29 años dividida.
Unos 200 actos para
celebrar la conquista
de la libertad de un
pueblo que comenzó a
despertar al grito de
‘Wir sind das volk’
–nosotros somos el
pueblo–, siguiendo el
camino andado en
Polonia y Hungría Ha
sido emocionante ver a
los berlineses revivir
un evento histórico que
nadie se atreve a
banalizar midiéndolo
con las cosas de comer,
y no me refiero al
vodka de Gorbachov,
que eso es asunto de
Mijail. Pienso en los
almacenes KaDeWe,
exponentes del
capitalismo de Berlín
occidental, templo del
consumo y delirio
gastronómico. El
KaDeWe no ha
aparecido ni como
patrocinador en las
celebraciones, aunque
fueron el primer
destino de los
berlineses del Este.
Caído el Muro, no
corrieron al zoo, a los
teatros o a los museos
del Oeste. Se fueron al
KaDeWe. Necesitaban
palpar y oler la libertad
recién conquistada,
tocar la ropa que las
señoras del Oeste
lucían, admirar los
zapatos enviados en
cargamentos especiales
para ellas, acariciar
medias de cristal y
pasear entre estantes
repletos de
Delikatessen. Lo
ocurrido el 9 de
noviembre de 1989,
efectivamente, era real.
Me consta que para
muchos berlineses del
Este la primera visita
al KaDeWe fue
también la última.
A esos almacenes y al
Oeste. Hay cosas que
ni en 30 años se
acostumbra uno.
PATIO GLOBAL
POR CARMEN
VALERO
BERLÍN
El Muro
UNA PARTE de la derecha confiaba en
que después de que Sánchez sacara a
Franco del Valle de los Caídos y en contra
de la voluntad de su familia, decidiera
inhumarlo en el cementerio de
Mingorrubio se finiquitarían «los huesos
de Franco, el mausoleo del dictador...etc»
como línea argumental de la izquierda.
Sin embargo, como muchos indicaban
antes de que se produjera la exhumación,
sacar a Franco solo ha sido un primer paso.
El otro día durante la entrevista que le hizo
Ferreras en Moncloa, Sánchez se refirió en
repetidas ocasiones a Franco como «el
verdugo». Y aunque a muchos nos venga a
la mente la imagen de Pepe Isbert en la peli
de Berlanga, es imposible no percibir los
matices que implica la palabra.
Cuentan que los primeros días eufóricos
tras el espectáculo de la reubicación de los
restos de Franco, los miembros del
gabinete Sánchez comenzaron a debatir
qué hacer con el Valle de los Caídos. Una
de las opciones que se proponían, que por
supuesto pasa por la desacralización del
lugar y el desalojo de la comunidad
benedictina, era hacer (literalmente) un
«Auschwitz español». Una auténtica
barbaridad porque pese a las similitudes
que puedan establecerse entre el
franquismo y el nazismo y la dura
represión que siguió a la victoria del bando
nacional (los primeros años de posguerra
fueron en efecto de hierro), la Guerra Civil
española y los 36 años que siguieron a la
contienda no tuvieron nada que ver con lo
que pasó en Alemania ni con lo que fue la
Shoah, el holocausto. Y la comparación
resulta en efecto ofensiva para todas las
víctimas. Tampoco, por mucho que se
empeñe la mayoría mediática, Franco es
comparable a Hitler.
El otro día uno de estos amigos
socialistas que me hablaba de lo del
«Auschwitz español» me preguntaba con
buena voluntad qué opinaba la derecha
española de Franco. Le dije la verdad: que
no había vuelto a pensar en él hasta que
Sánchez se decidió a exhumarlo.
Es difícil interpretar en términos
electorales la salida de Franco del Valle de
los Caídos. Que jodió a muchos mayores
votantes del PP (al 76,4% según las
encuestas), seguro. Que también molestó a
los de Ciudadanos (al 49,7% también),
también pero es difícil calibrar si finalmente
será un factor decisivo en el momento de
introducir la papeleta en la urna.
De momento, no se fíen de las encuestas
que les llegan al móvil. Es imposible saber
si Sánchez es demasiado listo o demasiado
tonto.
Las encuestas
y Franco
NADA
POR ESCRITO
EMILIA
LANDALUCE
Uno de los proyectos
que se barajan para el
futuro del Valle de los
Caídos es hacer un
Auschwitz español