ECOS - 12.2019

(WallPaper) #1
18 VIAJES ECOS 12/

No tiene ningún
edificio fabri-
cado con placas
de titanio, como
Bilbao, donde
está el Museo
Guggen heim. Ni
una playa elegante para veraneantes, veci-
nos y surfistas, como la de San Sebastián,
que en su día fue el retiro preferido de los
miembros de la realeza. Ni la fiesta de los
Sanfermines, como Pamplona. No tiene
un kilómetro cero emblemático, como el
de la Puerta del Sol madrileña. Ni techos
de yeso, como los de la Alhambra grana-
dina, que trasladan al mundo de ensueño
de Las mil y una noches. Pero en Vitoria- Gas-
teiz, sede del Gobierno y de las principales
instituciones del País Vasco, una ciudad
con alrededor de 250 000 habitantes que
fue declarada capital verde europea hace
siete años, hay dos árboles y 42 metros
cuadrados de áreas verdes por habitante.
Y una antigua catedral que inspiró al au-
tor de superventas británico Ken Follett
cuando escribió Los pilares de la Tierra. Y
carriles de bicicleta que permiten reco-
rrer sus barrios de esquina a esquina sin
echar de menos el coche. Y un museo de
naipes con cartas del siglo XV elaboradas
a mano. Y un entramado único de centros
cívicos y centros para mayores donde se
organizan constantemente coloquios y
cursos. Vitoria es una ciudad sui generis que

ha sido pensada, sobre todo, para ser cami-
nada, y que, además, se cuenta a sí misma.
Allí las paredes comparten historias que
no suelen aparecer casi nunca en las guías
turísticas.
En algunas de sus fachadas vemos a
ancianos de mirada profunda, y en otras
hay tejidos, instrumentos musicales, flo-
res, ríos, animales..., todo pintado, todo
muy grande. Los murales –que ocupan
buena parte de las paredes del casco an-
tiguo de la ciudad y de los barrios viejos
y de algunos barrios más jóvenes– tienen
títulos que invitan a reflexionar y a echar
raíces: Continentes, En la cresta de la arruga,
La noche más corta, Cubierto de cielo y estrellas.
Y algunas casas lucen hoy tan llenas de
colores que pareciera que estos siempre
han estado ahí, esperando a alguien que
los descubriera.
“Estos murales nos muestran detalles
que no suelen aparecer en los libros. Re-
sumen las inquietudes de los vecinos, y
también, en parte, su pensamiento”, dice
Verónica Werckmeister, una de las funda-
doras del Itinerario Muralístico, una ruta
alternativa e íntima que revela mucho
más de lo que la ciudad sugiere a primera
vista. El recorrido propuesto no se centra
ni en los monumentos en homenaje a

N


N


la placa de titanio
, Titanplatte
el, la veraneante
, Sommerurlauber/in
el retiro
, Rückzugsort
la realeza
, Königsfamilie
emblemático
, sinnbildlich, charakte-
ristisch
madrileño
, von/aus Madrid
el yeso
, Gips
el mundo de ensueño
, Traumwelt
la sede
, Sitz
el superventas
, Bestseller
el pilar
, Säule
el carril de bicicleta
, Radweg
el naipe
, Spielkarte
el entramado
, (hier) Gefüge, Netz

el centro cívico
, Bügerhaus
el coloquio
, (hier) Konferenz
contar
, (hier) erzählen
la mirada
, Blick
el tejido
, Gewebe
el mural
, Wandbild
el casco antiguo
, Altstadt
reflexionar
, nachdenken
echar raíces
, Wurzeln schlagen
la cresta de la arruga
, (etwa) Faltenkamm
lucir
, leuchten
la inquietud
, (hier) Anliegen
el itinerario
, Route
sugerir
, (hier) scheinen

¿Sabía usted que...?
El nombre oficial de la ciudad es
Vitoria-Gasteiz. En español se dice
Vitoria y en vasco (euskera) Gasteiz. La
aldea original que se encontraba sobre
una colina se llamaba Gasteiz. En 1181,
el rey Sancho VI de Navarra la rebautizó
como Nova Victoria, origen del nombre
Vitoria.

la aldea
, Dorf
la colina
, Hügel

rebautizar
, umtaufen

El Casco Viejo de
Vitoria se convierte
en zona de fiesta los
fines de semana
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