ECOS - 12.2019

(WallPaper) #1
22 VIAJES ECOS 12/2019

Fotos: Álex Ayala

Elorrieta, Tomás Galindo, Guadalupe Se-
rrano, Iratxe Chasco, Julen Morillas... Los
murales que hacen estos y otros vecinos
suelen ocupar superficies mayúsculas: fa-
chadas que, a veces, tienen más de 200 me-
tros cuadrados. Y suponen una inversión
económica considerable, que ronda los
30 000 euros, pero que resulta insignifi-
cante si los comparamos con los precios
de otras obras de arte contemporáneo.
El principal financiador de los murales
colectivos es el Ayuntamiento de Vitoria.
“La pintura es bastante cara porque no es
industrial, sino artística. Es la misma que
utilizan los pintores
en tubos pequeños,
pero nosotros la
compramos en bo-
tes grandes”, explica
Verónica. “Porque
aquí intentamos
hacerlo todo como
lo hacía Picasso,
para que dure”. La
diferencia es que el
Guernica, la obra más
emblemática del
pintor malagueño,
es hasta ocho veces
más pequeña que
algunas de las facha-
das de este recorrido
artístico.
El mural primige-
nio, que vio la luz en
2007, se llama Al hilo
del tiempo. Está en la
plaza de las Burulle-
rías. Nos recuerda que allá, en el medievo,
hubo un mercado de telas y muestra va-
rios tejidos. En 2011, se inauguró otro de
los murales con una proyección en tres
dimensiones, que provocaba en el espec-
tador una sensación de asombro ante la
naturaleza. El mural Auzoan Hazi Hezi Bizi
–“crecer, educar y vivir en el barrio”– es un
reconocimiento a la asociación de padres
de un colegio.
La mayor parte de los murales logran
que edificios grises y desangelados –que
antes pasaban desapercibidos– se trans-
formen en los nuevos puntos de referen-
cia del paisaje urbano.


Un museo al aire libre
La ruta de los murales no se
camina como si uno estuvie-
ra en un museo de arte. En el
Casco Viejo de Vitoria es como
una telaraña al aire libre que
se extiende a través de calles
curvas que le dan al sector una apariencia
de almendra. Forma parte de un recorri-
do rodeado de comercios que quizás no
viven su mejor momento: cerrados a cal
y canto o con carteles de “se vende” o “se
alquila”. Y se basa, sobre todo, en el descu-
brimiento, porque la mayoría de los mu-
rales están llenos de detalles curiosos que
cuesta identificar con una sola ojeada. En
Eskuz Esku –“mano a mano”– hay transcrita
una canción de cuna cerca de la ventana
de un cuarto donde dormía un bebé de
unos pocos meses; en ¿Qué haremos con lo
que sabemos? hay un ovni; y en otra fachada,
un reloj escondido.

la inversión
, Investition
el arte contemporáneo
, zeitgenössische Kunst
el bote
, (hier) Dose
primigenio
, (hier) das erste
al hilo del tiempo
, (etwa) im Laufe der
Zeit
el medievo
, Mittelalter
el asombro
, Erstaunen
el reconocimiento
, Anerkennung
la asociación de padres
, Elternbeirat

desangelado
, kahl
pasar desapercibido
, unbemerkt bleiben
la telaraña
, Spinnennetz
curvo
, krumm, gebogen
la almendra
, Mandel
cerrar a cal y canto
, fest verschließen
la ojeada
, flüchtiger Blick
la canción de cuna
, Wiegenlied
el ovni
, UFO

La ruta de
los murales
es como una
telaraña al
aire libre que
se extiende
a través de
calles curvas,
que le dan al
sector una
apariencia de
almendra

El mural titulado
Eskuz Esku (mano
a mano) está
dedicado a la
cultura, la música
y la fiesta
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