El Mundo - 14.10.2019

(Grace) #1

EL MUNDO. LUNES 14 DE OCTUBRE DE 2019


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ESPAÑA
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aunque reconocen que lo que suce-
da en esta comunidad también pue-
de resucitar a Albert Rivera con su
discurso antiindependentista. A su
izquierda, la amalgama que repre-
sentan los comunes y el partido de
Íñigo Errejón no les inquieta. Creen
que Podemos, y por extensión Ada
Colau, no podrá mantener su equi-
distancia en la convulsión política y
social posterior a la sentencia.
En el espacio a la izquierda del

PSOE la tensión ha subido decibelios
con la irrupción de Más País. Colau
y los principales dirigentes de los co-
munes maniobraron para evitar su
desembarco en Cataluña. Transmi-
tieron el mensaje de que si la forma-
ción de Íñigo Errejón quería dejar
abierta la puerta a algún entendi-
miento futuro, todo pasaba por no
competir con ellos en estas eleccio-
nes. Incluso voces errejonistas como
Jèssica Albiach, líder de los comunes
en el Parlament, advirtieron a Erre-
jón de que desistiera. La propia Co-
lau acusa a Errejón de provocar
«más ruido y más fragmentación».
Errejón no se ha echado a un lado
porque los estrategas de Más País
consideraban vital presentarse por
Barcelona en su pretensión de tener
grupo propio en el Congreso. Esta
provincia es la segunda que más di-
putados reparte con 32.
El movimiento de Errejón ha en-
fadado a Colau. La alcaldesa de Bar-
celona, con un partido que apuesta
por el soberanismo y defiende el re-
feréndum pactado como solución,
pretendía reconstruir el papel que le

arrebataron las últimas elecciones
generales: ser el interlocutor válido
en Cataluña, el intermediario con
los independentistas. La ambigüe-
dad ante el procés, los guiños del
Consistorio a los líderes en prisión
–lazo amarillo incluido–, la defensa
de la existencia de «presos políticos»
y la definición del 1-O como un
«ejercicio legítimo» han ocasionado
un desgaste político, como se vio en
la negociación con el PSOE.
La irrupción de Errejón es una mi-
na en el camino de Colau. No sólo
porque supone la aparición de una
nueva papeleta, sino porque la elec-
ción de su candidato por Barcelona,
Juan Antonio Geraldes, un descono-
cido con «deje independentista» que
se alió con la CUP en una candidatu-
ra local, compite con esa apuesta so-
beranista que quiere ser puente en-
tre los secesionistas y Madrid.
El quinto actor en discordia, que
no puja por cotas altas pero sí puede
arañar votos, es la CUP. Concurre
por primera vez a las generales y lo
justifica en una situación de «excep-
cionalidad en términos represivos».

MARISOL HERNÁNDEZ


RAÚL PIÑA MADRID


En medio de la disputa electoral que
se librará en España el próximo 10
de noviembre, Cataluña vivirá una
batalla particular por el liderazgo en
el bloque de la izquierda. ERC, el
PSC y los comunes –a los que en es-
ta cita se suman Más País y la CUP–
quieren vestir el traje de partido más
votado en esta comunidad y, por tan-
to, legitimar de cara a Madrid su dis-
curso y estrategia en el conflicto ca-
talán como vía prioritaria. Los socia-
listas catalanes se ven con
posibilidades de ser la fuerza hege-
mónica y adelantar a ERC. Mientras,
el desembarco de Más País alienta
un conflicto entre Ada Colau e Íñigo
Errejón que fragmenta aún más el
espacio a la izquierda del PSOE.
El PSC acarició el 28 de abril ser la
fuerza más votada, pero finalmente
quedó segundo. Ahora, con unas
elecciones post-sentencia del procés,
la participación puede favorecer al

independentismo pero, por primera
vez, según fuentes del Gobierno y
del PSC, hay un elemento que puede
limitar su crecimiento: la CUP se
presenta a las generales, algo inédi-
to que, según los socialistas, puede
erosionar a Esquerra.
Los republicanos fueron en abril
la fuerza más votada y esperan po-
der erigirse de nuevo en una voz au-
torizada de Cataluña en el Congreso,
rol que da el tener el mayor número
de papeletas. En los últimos meses
han apostado por un discurso más
moderado. Gabriel Rufián, su porta-
voz parlamentario, ha rebajado el to-
no. Y en el Parlament fue llamativo
que el vicepresidente del Govern, Pe-
re Aragonès –como punta de lanza
de toda ERC–, no gritó «libertad» ni
tampoco aplaudió cuando el resto
del bloque independentista, con
Quim Torra a la cabeza, jaleaba a los
miembros de los CDR detenidos
acusados de terrorismo.
Los socialistas perciben esa modu-
lación, pero trabajan convencidos de
que pueden alcanzar el primer pues-
to y superar a ERC. Siguen conven-
cidos de que pueden captar voto de
Ciudadanos también en Cataluña,

5 partidos luchan


en Cataluña por el


voto de izquierda


La sentencia llega con el PSC confiado en


superar a ERC y Errejón en guerra con Colau


R. P. MADRID


Desde abril, Podemos considera
que nada ha cambiado. Que las ne-
cesidades de la política, la econo-
mía y la sociedad siguen siendo las
mismas. Por eso, su programa elec-
toral para el 10-N será, en esencia,
el mismo que para el 28-A. La prin-
cipal novedad es la creación de un
impuesto verde que grave a las em-
presas que contaminan, que suman

a un nuevo tipo para las grandes
fortunas que grave los grandes pa-
trimonios con el fin de recaudar un
1 % del PIB de patrimonios supe-
riores a un millón de euros, y de
forma progresiva. Dos exigencias a
las que no están dispuestos a re-
nunciar en futuras negociaciones.
Son líneas rojas.
No lo es, por contra, el referén-
dum pactado en Cataluña como so-

lución al conflicto en esta comuni-
dad. En su documento sigue ha-
biendo una apuesta «por un refe-
réndum pactado en el que Podemos
defenderá un nuevo encaje para
Cataluña en España». Esta solución
aparecía en el programa de abril;
desapreció en el texto de 370 medi-
das que en agosto enviaron al
PSOE para tratar de retomar la ne-
gociación; y ahora vuelve a escena.

«Creemos en una solución dialo-
gada de los conflictos territoriales.
El referéndum en Cataluña no es
una propuesta como el impuesto a
las grandes fortunas, que lo vamos
a hacer sí o sí si llegamos a gober-
nar. La consulta en Cataluña la va-
mos a dialogar con el resto de parti-
dos, la vamos a poner encima de la
mesa y vamos a ver qué sale de este
diálogo», dicen fuentes de Podemos.

Iglesias no fija el referéndum como línea roja


Podemos sí considera irrenunciables un impuesto a las grandes fortunas y a las empresas que contaminan


Pablo Iglesias e Irene Montero, ayer en Madrid, en el acto de presentación del programa de Podemos para las elecciones de noviembre. EFE


Más País. Íñigo Errejón
calificó ayer la sentencia del
Supremo sobre el ‘procés
–acusará a los líderes del 1-O
de sedición y no de rebelión–
de «desproporcionada e
inútil», ya que cree que no
acerca a reconstruir el diálogo.

Movilizaciones. «Es
comprensible una respuesta
ciudadana en Cataluña, pero
también de muchos ciudadanos
progresistas en España que no
creen que encerrar a alguien 10
años en la cárcel sea solución».

Las derechas. Errejón acusó
a los partidos de derechas
de proponer cohesionar
la sociedad «usando el
anticatalanismo» y de querer
ganar votos con el conflicto.

ERREJÓN CALIFICA LA
SENTENCIA DE «INÚTIL»

El PSC considera
que Colau no podrá
seguir equidistante
tras el fallo judicial

ELECCIONES 10-N LA FRAGMENTACIÓN POLÍTICA

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