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Lunes, 14 de octubre de 2019
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Dyson dice adiós a su plan
de crear un coche eléctrico
LA EMPRESA HA DADO CARPETAZO A SU INTENTO DE ENTRAR EN LA INDUSTRIA DEL AUTOMÓVIL, PONIENDO
FIN A UN PLAN CON EL QUE EL FUNDADOR, JAMES DYSON, PROMETIÓ QUE DARÍA UN GIRO RADICAL AL NEGOCIO.
Peter Campbell/Michael Pooler
Financial Times
Dyson ha abandonado su in-
tento de entrar en la industria
del automóvil y renunciará a
su proyecto de crear un vehí-
culo eléctrico, poniendo fin a
un plan con el que el funda-
dor, James Dyson, prometió
que daría un giro radical a su
negocio. La compañía no ha
logrado encontrar un com-
prador para sus diseños y dijo
que sus planes de desarrollar
un coche en Singapur no son
viables desde el punto de vista
comercial.
Las ambiciones de Dyson
se han topado con el obstácu-
lo de las empresas tradiciona-
les que cuentan con muchos
más medios. Además, fabri-
cantes del vehículo eléctrico
como Tesla han captado mu-
cha financiación en los mer-
cados de renta fija y variable.
Start up como la china Nio no
han podido hacer frente al
coste de rivalizar con los com-
petidores tradicionales.
La decisión del ejecutivo
representa un giro radical pa-
ra un hombre considerado
uno de los inventores más fa-
mosos de Reino Unido.
El magnate esperaba sacar
partido de su experiencia en
sistemas de baterías y aerodi-
námica y de las últimas tecno-
logías para irrumpir con fuer-
za en una industria muy com-
petitiva.
“Aunque lo hemos intenta-
do, no lo vemos viable desde
el punto de vista comercial”,
escribió Dyson en un correo
electrónico dirigido a su per-
sonal. “Hemos pasado por un
Escama que el Supremo no
controle los momentos de ha-
cer públicas sus sentencias.
Las constantes filtraciones que
se producen en el poder judi-
cial no son propias de una insti-
tución que pretende ser respe-
tada. Alguien que trabaja en el
Supremo no es digno de ello
por su deslealtad, pero el Tri-
bunal debería tener mecanis-
mos para identificarlo, repu-
diarlo y ponerlo en la calle.
Al parecer la sentencia ocu-
pa 500 folios, pero el meollo es-
tá desvelado. Nueve golpistas
–calificativo político, no jurídi-
co– van a ser condenados por
sedición –como solicitaba la
abogada del Estado– y no por
rebelión, que era la acusación
de la fiscalía. Supongo que la
sentencia será autoexplicativa,
pero, según los filtradores, el
Tribunal no aprecia que la vio-
lencia –que hubo– fuera pre-
concebida en sus planes de in-
dependencia. Algo así como
una consecuencia no buscada.
De toda sentencia se puede
discrepar, y más si se extiende
en 500 folios, pero hay que sa-
ber que esas discrepancias son
meras opiniones sin efectos ju-
rídicos. No es mi caso. No dis-
crepo. No he leído esa media
tonelada de papel (metáfora) y
estoy convencido de que los
siete magistrados tienen más
información de los hechos,
más formación jurídica y son
profesionales que saben sepa-
rar sus planteamientos políti-
cos al aplicar las leyes. No todos
los jueces actúan así siempre,
pero tampoco tengo razón pa-
ra pensar que esta vez no lo sea.
Según he leído, Marchena,
ponente de la sentencia, ha
perseguido la unanimidad en
el fallo y el acuerdo en la impo-
sición de las penas. La unani-
midad tiene la ventaja de po-
der presumir que los siete jue-
ces firman la sentencia en total
conformidad, pero también da
cierta impresión de apaño. Es
difícil que siete jueces hechos y
derechos interpreten de la
misma manera unos hechos
complejos y les otorguen la
misma calificación jurídica
cuando son inéditos y hay que
encajarlos en figuras delictivas
creadas para circunstancias re-
motamente similares. Yo me
quedaría aún más tranquilo si
me contaran que al Tribunal le
ha costado sacar una mayoría
para la sentencia.
Nadie tiene derecho a cam-
biar el veredicto, salvo otros
tribunales de acuerdo con las
leyes. Quiero decir que un in-
dulto puro y duro sería un abu-
so de poder (que es el delito
sustancial de los sediciosos).
La facultad del Consejo de Mi-
nistros para indultar no está
prevista para corregir senten-
cias sino para suplir con racio-
nalidad situaciones excepcio-
nales o con humanidad cir-
cunstancias específicas de los
condenados, como una enfer-
medad terminal. Parece ele-
mental que todos los partidos
–especialmente el PSOE–
aclaren en la campaña su dis-
posición a indultar a los sedi-
ciosos.
Quiero decir que tampoco la
competencia de la administra-
ción de prisiones puede usarse
como una gatera para enmen-
dar al Supremo. Ni más ni me-
nos, los condenados deben
cumplir sus penas como cual-
quier otro preso, aplicando las
disposiciones generales y las
excepciones previstas por las
leyes. Y si ahora les parecen
duras, haberlas cambiado
cuando tenían poder y compe-
tencia para ello.
No discrepo
Hace tiempo que los ejecu-
tivos del sector se cuestiona-
ron si Dyson sería capaz de
asumir las inversiones nece-
sarias para fabricar un coche
desde el principio.
Mientras los grandes fabri-
cantes como Volkswagen han
destinado miles de millones
de euros al coche eléctrico, el
proyecto de Dyson se financió
a partir de su actual negocio.
Sin embargo, el grupo no dio a
conocer cuánto había gastado
en el proyecto.
La empresa contaba con
523 empleados dedicados a
este plan, todos pertenecien-
tes al centro de I+D de la anti-
gua base de la Royal Air Force
en Wiltshire (Reino Unido).
A favor del Brexit
Dyson, que siempre se ha
mostrado a favor del Brexit,
fue objeto de numerosas críti-
cas a principios de año por
trasladar la sede central de la
empresa a Singapur.
En aquel momento, la com-
pañía dijo que la medida se
debía a que sus operaciones y
la mayoría de sus clientes es-
taban en la región, y que la de-
cisión no estaba vinculada al
Brexit, ni era por motivos fis-
cales. A pesar de renunciar a
su proyecto de automoción,
todo apunta a que la principal
oficina de Dyson se quedará
en Singapur. Desde su funda-
ción, en 1992, el único fracaso
comercial de Dyson ha sido su
lavadora. Hoy en día, la com-
pañía cuenta con 4.500 em-
pleados en Reino Unido y con
una plantilla global de 14.000
personas.
La empresa ha
reconocido que su
plan no es viable
desde el punto de
vista comercial
proceso de encontrar un
comprador para el proyecto,
pero lamentablemente no ha
habido éxito”.
Cuando anunció el proyec-
to, Dyson prometió un coche
eléctrico “radicalmente dife-
rente”, que se habría conver-
tido en el mayor logro de su
marca, famosa por sus elec-
trodomésticos de diseño.
La apuesta fallida del grupo
llegó a contar con una inver-
sión de 2.500 millones de li-
bras (2.794 millones de euros)
en una serie de nuevas tecno-
logías que incluían inteligen-
cia artificial, robótica y bate-
rías. @laultimapalabr
Código
James Dyson, uno de los inventores más famosos de Reino Unido.
Bloomberg News
Dyson se ha topado
con el obstáculo
de las empresas
tradicionales, con
muchos más medios
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