El Mundo - 24.10.2019

(Marcin) #1

EL MUNDO. JUEVES 24 DE OCTUBRE DE 2019
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ESPAÑA
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ESTEBAN URREIZTIETA MADRID
El Pleno de la Sala de lo Penal de
la Audiencia Nacional concluye
que las valoraciones que realizó el
magistrado José Ricardo De Prada
sobre la caja B del PP en la sen-
tencia de Gürtel «destruyen la ne-
cesaria apariencia de imparciali-
dad que debe reunir todo miembro
de un tribunal de Justicia».
Según los fundamentos jurídi-
cos del auto por el que ha acorda-
do apartarle del tribunal que juz-
gará la financiación irregular del
partido en el denominado juicio de
Los Papeles de Bárcenas De Prada
«dio por sentado el acreditamien-
to de varios hechos que no eran
objeto estricto de enjuiciamiento».
Todo ello en el proceso que in-

vestigaba la primera época de la
trama liderada por el empresario
Francisco Correa y que concluyó
con condenas que se elevaron has-
ta los 52 años que le fueron im-
puestos a Correa o los 33 a los que
fue condenado el ex tesorero po-
pular Luis Bárcenas.
La Audiencia Nacional subraya
que «el posicionamiento explícito
del magistrado en estas materias le
priva objetivamente de las condicio-
nes de imparcialidad exigibles».
Se refiere en su la resolución ju-
dicial a las valoraciones realizadas
por el magistrado que desemboca-
ron en la moción de censura que
descabalgó al Gobierno del PP y
provocó la llegada de Pedro Sán-
chez a La Moncloa.

Recuerda el Pleno de la Sala de
lo Penal que, como ya «advirtió el
voto particular formulado en la
sentencia de Gürtel por el magis-
trado Ángel Hurtado, hay pasajes
de la introducción de los hechos
declarados probados que no era
necesario introducir».
A continuación, cita ejemplos
concretos que considera que nunca
debieron ser introducidos en el fallo
judicial. En primer lugar afirmacio-
nes como que «entre el Grupo Co-
rrea y el PP se tejió, pues, una es-
tructura de colaboración estable».
O, la más célebre de todas y que fue
utilizada como ariete contra el Go-
bierno de Rajoy, la de que «se creó
en paralelo un auténtico y eficaz sis-
tema de corrupción institucional».
Pero también considera la Au-
diencia Nacional que sobran, por-
que no eran objeto del juicio de
Gürtel, aseveraciones como que
«otras cantidades fueron a parar co-
mo donaciones finalistas a la llama-
da caja B del partido consistente en
una estructura financiera y contable
paralela a la oficial, existente al me-
nos desde el año 1989».
De Prada abundó en este aspec-
to, todavía por juzgar, añadiendo
que las «partidas se anotaban infor-
malmente, en ocasiones en simples
hojas manuscritas como las corres-
pondientes al acusado Bárcenas, en
las que se hacían constar ingresos y

gastos del partido o en otros casos
cantidades entregadas a personas
miembros relevantes del partido».
En relación con estas afirmacio-
nes, que entran de lleno en la fi-
nanciación irregular del PP, la Sala
de lo Penal hace suyo el argumen-

to de Hurtado de que «si bien estos
últimos aspectos que se describen
lo son únicamente para precisar el
contexto en el que se imbrican los
hechos objeto de este enjuicia-
miento», en referencia a Gürtel,
«pero quedando fuera de su ámbi-
to de conocimiento, mejor hubiera
sido que no dijera nada y, en su lu-
gar, no haber incluido un párrafo
que reconoce que queda fuera de
su conocimiento». Por todos estos
elementos el auto que aparta a De
Prada considera que quedó «com-
prometida la imparcialidad del ma-
gistrado siguiendo la doctrina del
Tribunal Constitucional» ya que de
sus aseveraciones «se deduce con
claridad la toma de postura ya de
este magistrado respecto de varias
de las cuestiones relevantes».
Unas cuestiones «que no eran
objeto estrictamente de enjuicia-
miento en ese primer procedi-
miento concluido por sentencia,
pero que deben resolverse en el
posterior». Y apostilla que «en el
ámbito estrictamente penal deben
extremarse aún más las garantías
de imparcialidad».
De manera paralela la Audiencia
Nacional rechaza como argumen-
tos de recusación la supuesta amis-
tad íntima de De Prada con la mi-
nistra de Justicia, Dolores Delgado,
y con el primer instructor de Gür-
tel, Baltasar Garzón.

La Audiencia


critica el fallo que


tumbó a Rajoy


De Prada «destruye su imparcialidad» al acusar


al PP de corrupción institucional, argumenta


MANUEL MARRACO MADRID
«Aun partiendo de los hechos proba-
dos por el Tribunal Supremo, esto
era una rebelión, no una sedición».
Con esa rotundidad se pronunció
ayer Enrique Gimbernat, catedráti-
co emérito de Derecho Penal y
miembro del Consejo Editorial de
EL MUNDO. El reputado jurista
mantuvo que la clave para optar por
uno de los dos delitos en juego en el
procés no era tanto la violencia como

«la intención» de los acusados. Si era
la independencia, era rebelión. El TS
afirmó que no se aspiraba a la inde-
pendencia directa, sino a forzar al
Estado a negociar. «Pero entonces sí
se habría obtenido la independencia
por vía indirecta, gracias a ese alza-
miento público y violento», señaló
Gimbernat, que añadió que con la te-
sis del TS el 23-F tampoco habría si-
do rebelión, porque el objetivo no
fue derogar la Carta Magna.

Gimbernat se pronunció así en un
seminario sobre la sentencia del pro-
cés organizado por Law & Business
School. Intervino Edmundo Bal, el
abogado del Estado apartado de la

causa por el Gobierno y hoy diputa-
do de Cs. Resaltó que el TS dio por
probada «la violencia» y sugirió que
tal vez había ejercido «de legislador»
al exigir que esta fuera cualificada.

En el acto intervinieron el catedrá-
tico de emérito de Administrativo To-
mas Ramón Fernández y el ex ma-
gistrado del Constitucional Manuel
Aragón. También ellos respaldaron
la calificación de rebelión. «La clave
es que los acusados pusieron medios
necesarios para conseguir la inde-
pendencia, y por motivos no imputa-
bles a ellos, como el no reconoci-
miento internacional, la operación
fracasa», afirmó Aragón.
Pese a la crítica al delito escogido,
los intervinientes elogiaron el papel
del magistrado Manuel Marchena
dirigiendo el juicio y, sobre todo, la
respuesta de la sentencia a la vulne-
ración de derechos fundamentales.
«Pasará los filtros del Constitucional
y Estrasburgo. La parte sobre ga-
rantías procesales es muy sólida, es
imbatible», vaticinó Bal.

«Con los hechos


probados, era rebelión»


Enrique Gimbernat, Edmundo Bal y Manuel Aragón
coinciden en que el ‘procés’ no fue sólo una sedición

Mariano Rajoy, entonces presidente del Gobierno, declara como testigo en el macrojuicio de corrupción de la ‘trama Gürtel’, en julio de 2017. POOL


Afirmaciones que sobran.
La Sala de lo Penal concluye
que De Prada nunca debió
incorporar a la sentencia de
‘Gürtel’ aseveraciones como
que la ‘caja B’ del PP existió
desde 1989 porque todavía
no ha sido juzgada.

Falta de imparcialidad.
«El posicionamiento explícito
del magistrado en estas
materias le priva de las
condiciones de imparcialidad
exigibles», arguye el auto.

Su «toma de postura». La
Audiencia Nacional critica que
el magistrado «tomara postura
respecto de cuestiones
relevantes» que todavía no
han sido juzgadas y lo aparta
del tribunal del caso de
‘Los Papeles de Bárcenas’.

EL AUTO DE DE PRADA


Aragón, Gimbernat, Bal y Fernández, en el acto de ayer. LAW & BUSINESS SCHOOL

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