El Mundo - 24.10.2019

(Marcin) #1

EL MUNDO. JUEVES 24 DE OCTUBRE DE 2019
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OTRAS VOCES
i


HAY dos líneas de interpretación sobre lo
que hace o dice Miquel Iceta: o el líder de
los socialistas catalanes va por libre, es un
verso libre en el relato sanchista, o es parte
estratégica de ese relato. Ateniéndome a su
trayectoria desde que apostó al caballo que
resultó ganador en la carrera por el
liderazgo del PSOE, me quedo más bien con
la segunda opción. En términos militares
Iceta está de guardia permanente en la
avanzada, al frente de la tropa destacada
para vigilar el terreno, el campo de batalla
que es Cataluña. Desde esa situación de
privilegio observa de cerca al enemigo, avisa
de sus movimientos y lanza las andanadas
que despejan el camino.
La última, soltar lo que ningún dirigente
socialista ha querido decir ni con la boca
chica. Para él lo más importante de la
sentencia del 1-O es que el Supremo haya
rechazado introducir la cláusula de la Fiscalía
de que los presos no puedan acceder a
beneficios penitenciarios hasta que no hayan
cumplido la mitad de la condena. «Aquí lo
dejo, eso está así. Aquí hay caminos», lanzó.
Qué necesidad hay de hablar de indultos. En
la línea de Oriol Junqueras, que lo expresó de
manera más gráfica: teniendo segundo y
tercer grado al alcance de la mano, «el indulto
se lo pueden meter por donde les quepa».
Precisamente fue el líder socialista catalán,
siempre un paso por delante, el primero en
mencionar hace dos años esa medida de
gracia. Lo hizo cuando los entonces

presuntos rebeldes o sediciosos apenas
llevaban dos meses en la cárcel. Planteó el
indulto como un remedio «para cerrar
heridas». Porque a Iceta siempre le ha
parecido que los encarcelados han estado
demasiado tiempo en prisión preventiva, en
su partido creen que no se les da trato de
favor y hasta se ha reunido con su familiares
para animarles. Antes y después ha hecho
todo lo posible para mantener los equilibrios
que reclamó en su libro sobre la tercera vía y
el proceso de diálogo, negociación y pacto.
Ha propuesto un gobierno de concentración
en Cataluña y se ha postulado para presidirlo.
No votó la moción contra Torra y contra los
que le han impedido presidir el Senado.
Incluso ha pactado con ellos la Diputación de
Barcelona. Y fue el encargado de adelantar
que Sánchez le ponía una línea roja a Cs.
Ahora quiere que el presidente le coja el
teléfono al president –al del «apretad, hacéis
bien en apretad», al que investiga a sus
mossos y rehúye acusar a los alborotadores–
porque considera que ya ha condenado la
violencia, cuando a los violentos le dan más
alas las medias tintas que el ataque directo.
Pero Iceta sigue en su puesto de avanzado
reclamando diálogo, aunque la llamada de
Torra sea de chiste de Gila: «¿Es el
enemigo...? Que se ponga».

MÒNICA OLTRA

8 La vicepresidenta del
Gobierno valenciano
abogó ayer por refor-
mar el Código Penal pa-
ra eliminar la el delito de
sedición, por el
que el Tribunal
Supremo con-
denó a los líde-
res del procés
en Cataluña. Cabe re-
cordar que Compromís,
el partido de Oltra, es el
socio del PSOE en la
Generalitat valenciana.

Pide eliminar el
delito de sedición
del Código Penal

IRENE MONTERO

8 La portavoz de Uni-
das Podemos señaló
ayer con nombre y ape-
llido a una casera que,
tras 12 años, pretende
subir el alquiler
a sus inquili-
nos. Montero
repite la fórmu-
la de la crimi-
nalización nominal, tan
propia de otras épocas,
para alentar su campa-
ña antidesahucios, aho-
tra que hay elecciones.

Criminaliza
y señala a
una casera

VOX
POPULI

JAVIER CAMPO

7 El presidente de la
asociación de fabrican-
tes y distribuidores
Aecoc advirtió ayer de
que España tiene un
«riesgo medio alto» de
«japonizarse». A su jui-
cio, para evitarlo, se de-
be aumentar el creci-
miento potencial y eso
requiere de un Gobierno
«estable». Son palabras
sensatas, especialmente,
en medio del desafío se-
cesionista en Cataluña.

Una apelación
sensata a la
estabilidad

CRISTINA MORALES

8 La escritora, que ayer
recibió el Premio Nacio-
nal de Narrativa, dotado
con 20.000 euros, mos-
tró ayer su «alegría» por
que «haya fuego en vez
de cafeterías abiertas» y
por que estén cortadas
«las vías comerciales to-
madas por la explota-
ción turísticas y capita-
lista». Es una inacepta-
ble hipocresía aceptar el
dinero del Estado y arre-
meter contra él.

Acepta el dinero
de un Estado al
que luego ataca

SERGIO RAMOS

8 El central del Real
Madrid y de la selección
española ha sido sancio-
nando con un millón de
euros por fraude fiscal a
la Hacienda pública. Co-
mo en el caso de otras
estrellas, Ramos intentó
pagar menos impuestos
de los que le correspon-
dían por sus ingresos
publicitarios. El madri-
dista ya ha abonado la
multa y se encuentra al
corriente de pago.

Sancionado con
un millón por
fraude fiscal

ESTE joven que
emerge en aguas
de Itapuama es
uno de los
voluntarios que
retiran las 500
toneladas de
petróleo aparecidas en la costa del
noreste de Brasil. El derrame salpica
a 2.500 kilómetros de playa, lo que
ha forzado a Bolsonaro a movilizar al
ejército. Se desconoce el origen del
vertido. El presidente brasileño
señala a delincuentes comunes y
considera que el crudo procede de
Venezuela. Está por ver. Lo que sí es
una certeza es que la gestión de esta
catástrofe ambiental se encuentra
en las peores manos. En las de un
dirigente que desprecia las políticas
conservacionistas. Bolsonaro
convertirá la mugre petrolera en un
eslabón más de su cruzada
geopolítica antisistema, populista y
negacionista. RAÚL CONDE

EL APUNTE
GRÁFICO

Bolsonaro
y la mugre
pringosa

LEO MALAFAIA / AFP

POR OTRA PARTE


RAFAEL
MOYANO

Desde su situación de
privilegio Iceta observa
al enemigo y lanza
las andanadas que
despejan el camino

CUANDO me encontré
con Muntazar al Zaidi
en Beirut en 2010, el
iraquí se había
convertido en un
refugiado más,
obligado a huir de un
país destruido por la
guerra. Antes tuvo que
pasar nueve meses en
la cárcel por recurrir a
las tradiciones más
arraigadas del pueblo
árabe para expresar su
«reconocimiento» a la
tarea desempeñada por
el presidente George
Bush en Irak.
El 14 de diciembre de
2008, durante una
rueda de prensa en
Bagdad, el ex
periodista iraquí le

lanzó un zapato, uno de
los gestos más
despectivos que se
pueden realizar en la
cultura de esta región.
La acción de Muntazar
le reportó un aluvión
de reconocimientos
–aunque también una
brutal paliza por parte
de la policía local– y
hasta terminó sirviendo
como inspiración a un
libro y una obra de
teatro con el mismo
nombre: ‘El último
saludo’. Aunque
parecía difícil
imaginarlo, Trump ha
superado los niveles de
descrédito de Bush en
gran parte de Oriente
Próximo y aunque él

todavía no ha recibido
un ‘zapatazo’ –quizás
porque no se ha
personado sobre el
terreno– sus tropas si
han recibido un ‘último
saludo’ en Siria e Irak
con gestos que se
inspiraban en la misma
‘deferencia’ que quería
demostrar Muntazar.
Este pasado lunes, la
población de Qamishli
les lanzó patatas,
basura y tomates
podridos mientras les
insultaban y les
dirigían expresiones
tan ‘cariñosas’ como la
de aquel kurdo que
gritaba: «!Escapáis
como ratas!». La
recepción en el

Kurdistán iraquí no fue
menos calurosa: ‘Fuck
you! (¡Que os jodan!)’,
exclamaron varios
viandantes al tiempo
que arrojaban piedras y
desperdicios contra los
vehículos
estadounidenses.
«Trump es un traidor.
Sólo se mueve por un
interés: el dinero.
Cómo los saudíes le
pagan, allí si envía
soldados. Pensábamos
que los soldados
americanos defendían
la democracia, pero son
mercenarios», me
contaba Ahmed Hassan
mientras me invitaba a
un café en la misma
Qamishli.

PATIO GLOBAL


POR JAVIER
ESPINOSA

QAMISHLI (SIRIA)


Del


‘zapatazo’
de Bush a

los tomates


de Trump


El avanzado

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