El Mundo - 24.10.2019

(Marcin) #1

P A P E L


HOJA Nº (^34) JUEVES 24 DE OCTUBRE DE 2019EL MUNDO.
C I N E
llevó hasta el célebre Ed
Sullivan’s show donde ya
tuvo su primer contacto con
el marxismo, el de Harpo; se
cantan cada uno de sus
contratos millonarios; se
señala su carácter de
emblema y sueño para
generaciones. Se la
describe, en definitiva,
como mito en sí misma, y
hasta en nosotros mismos.
Y por todo ello, el próximo
25 de enero será honrada
con el Goya de Honor.
Cuando lo reciba saldrá de
un silencio autoimpuesto de
décadas. Y también aquí, en
ese gesto de mutismo contra
el ruido ambiente, enseñará
cada una de las
contradicciones que la
habitan y, a pesar del paso
del tiempo y de transiciones,
siguen habitándonos. No
En 1976 Pepa Flores se
desnudó. Y lo hizo dos
veces. Primero en la mítica
portada de Interviú y pocos
meses después en su más
lograda e hiriente
interpretación. Los días del
pasado, de Mario Camus,
fue la primera película en
la que los maquis no eran
presentados ni como
bandidos ni como sicarios
de la Unión Soviética. Y allí
coincidieron Antonio
Gades y ella. El primero en
calidad de guerrillero y la
segunda, como maestra de
una escuela de pueblo. Un
auténtico rayo de luz. Entre
medias, el silencio, la
incomunicación y el futuro
por fuerza imposible de
una pareja condenada.
España enfrentada a sus
fantasmas. Uno a uno.
Pepa Flores arremetía
contra la imagen que el
régimen franquista había
construido a su alrededor,
contra el momento
necesariamente confuso de
un país entero y, ya
puestos, contra ella misma.
Contra la niña prodigio, la
comunista prodigiosa;
contra la cantante pop, la
actriz de gesto profundo;
contra Marisol, Pepa
Flores.
En la nota oficial servida
por la Academia, la actriz,
cantante y hasta mito
acumula méritos como
ninguna otra en eso del cine
español. Más española que
ninguna. Se insiste en lo de
figura icónica; se destaca su
fama internacional que le
puede ser coincidencia que
ocurra precisamente ahora.
Para los habituales de
Cine de Barrio, la que reciba
el Goya en 2020 seguirá
siendo la niña prodigio que
debutó en Un rayo de luz; la
niña que nació en Málaga,
donde aún vive y donde será
la gala, en 1948; la niña que
fue descubierta por el
productor y representante
Manuel Goyanes para
pasmo del mundo. En
sentido literal. No sólo tenía
su propia muñeca con su
melena sino que en varios
países de Iberoamérica
recibió incluso honores de
jefe de Estado. De la mano
del malhumorado Luis
Lucia rodaría la película
citada primero y luego Ha
llegado un ángel, Tómbola,
Las 4 bodas de Marisol y
Solo los dos. Y por cada una
de ellas, además de por
Marisol rumbo a Río, La
nueva cenicienta o Cabriola,
el tótem adquiría el tamaño
de lo simplemente excesivo.
La crónica rosa la coloca
en el centro de un auténtico
huracán cuando se casó con
Carlos Goyanes, hijo de su
mánager y descubridor.
Cuentan que entre el
tumulto de la boda, Massiel
se desmayó. Y también
cuentan que una revista de
la época se despertó con el
titular: «Marisol estudia
para ama de casa». Luego
aclaraban: «Todos los días
va a una academia donde le
enseñan cocina, corte,
decoración,
economía del hogar,
religión y
humanidades». Y así.
Marisol, una vez
más, era España. La
eterna.
Hasta que se cansó.
Y lo hizo cuando la
propia España se
cansó quizá también
de sí misma. Y
entonces apareció
Antonio Gades en 1973
y todo cambió. Esta vez el
casamiento en 1982 fue
por lo militar antes que
sólo por lo civil. En Cuba,
con Fidel Castro de
padrino y Alicia Alonso en
calidad de madrina, se
dieron el sí. Que fue como
recitar en voz muy alta un
sonoro NO a todo lo
demás. Rastrear su cine
desde ese momento es
caminar por una refutación
consciente de todo el
pasado, de toda la eternidad
de niña mimada.
Junto a Jean Seberg rodó
La corrupción de Chris
Miller a las órdenes de Juan
Antonio Bardem. Luego
llegaría la fallida La chica
del Molino Rojo, su último
musical, y Los días del
pasado, y Bodas de sangre,
y Carmen, y la serie de
televisión Mariana Pineda.
Por el camino, participó y
abanderó la primera huelga
de actores en España y, ya
se ha dicho, el primer
desnudo de verdad de ella y
de España entera.
Y así hasta llegar a 1985
con su último trabajo que
no en balde se tituló Caso
cerrado. Y luego, el
silencio. Sólo el silencio
como testigo de un país
que se niega a permanecer
callado. Y así hasta el 25
de enero que suba al
estrado y recoja el Goya.
No puede ser casualidad
que sea ahora.
Goya de honor.
La actriz, cantante y
ex niña prodigio
recibirá el próximo 25
de enero el premio a
toda su carrera en su
Málaga natal, donde
se celebrará la gala
PEPA
FLORES,
UNA
MUJER
CONTRA
SÍ MISMA
POR LUIS
MARTÍNEZ MADRID
La última vez que cantó
sobre un escenario fue
a mediados de los
ochenta. Lo hizo en una
gira que empezó en
Madrid, en La Riviera,
con 16 conciertos
previstos y que terminó
en el décimo. Le
acompañaba Mary
Campano. Pepa lo pasó
mal. La gente esperaba
‘Tómbola’ y ella cantaba
‘Marinero en tierra’.
Sea como sea, y más
allá de lo evidente,
Flores tuvo (y tiene)
una carrera discográfi-
ca con cerca de 500
canciones grabadas e
interpretaciones en
varios idiomas.
Además, representó a
España en el primer
Festival OTI, donde
logró el tercer puesto
con el tema ‘Niña’.
LA VOZ DE LOS
60 QUE NO SÓLO
QUISO SER ‘UN
RAYO DE LUZ’
CONTRA LA NIÑA
PRODIGIO, ELLA
FUE LA COMUNISTA
PRODIGIOSA;
CONTRA LA ESTRE-
LLA POP, LA ACTRIZ
PROFUNDA
Una imagen
de 1970 de
Pepa
Flores.
GTRES/RADIAL
PRESS

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