El Mundo - 24.10.2019

(Marcin) #1

MUNDOMADRID


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EL MUNDO
JUEVES 24 DE
OCTUBRE DE 2019

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FASE LUNAR

MARTA BELVER MADRID
Entre los regalos de cumpleaños
que Isabel Díaz Ayuso desenvolvió
la semana pasada estaba el libro de
motivación personal Cuando las
arañas tejen juntas pueden atar a un
león. Se lo entregó su socio de coali-
ción en el Gobierno de la Comuni-
dad de Madrid, Ignacio Aguado, en
un acto público en el Metro delante
de las cámaras de televisión y de los
flashes de los fotógrafos en el que
ambos posaron muy sonrientes, con
beso y apretón de brazos incluido,
como si formaran un equipo.
Hasta ahora, la presidenta regio-
nal se había esforzado en transmitir
esa presunta imagen de unidad. Dos
partidos políticos diferentes, un úni-
co Ejecutivo. Pero ayer por primera
vez ante los medios de comunica-
ción la dirigente del PP elevó el tono
contra el grupo que hace dos meses
le franqueó el acceso a la Puerta del
Sol mediante un matrimonio políti-
co de cuatro años que apenas ha co-
nocido lo que es una luna de miel.
«No comparto que Ciudadanos
haga Gobierno en la Comunidad y
haga oposición en la Asamblea»,
afirmó Ayuso, visiblemente molesta.
«Yo no pido adhesiones inquebran-
tables, pero sí pido una lealtad para
dar estabilidad institucional a uno
de los gobiernos más importantes
que ahora mismo tiene España (...).
Todo lo que se sale de esa línea a mí
me parece un error», remarcó.
La espita del primer conflicto ex-
plícito en el Ejecutivo autonómico
ha sido la constitución de la comi-
sión de investigación sobre Aval-
madrid. La abstención de la forma-
ción naranja en una votación y la
de Vox en otra han permitido que la
fiscalización sobre la entidad semi-
pública que en 2011 concedió un
crédito de 400.000 euros a una em-
presa participada por el padre de la
presidenta, que no fue devuelto, va-
ya a estar controlada por los parti-
dos de la izquierda, en vez de por el
bloque del centroderecha, mayori-
tario en el Parlamento de Vallecas.
Este asunto que afecta de mane-
ra personal a Ayuso ya había pro-

vocado fricciones internas en el se-
no del Gobierno regional a princi-
pios de septiembre cuando Cs se
sumó a los grupos de la oposición

en la Asamblea de Madrid en lugar
de alinearse con el PP. «No se debe
confundir lealtad con complicidad.
No vamos a parar hasta levantar
todas las alfombras de la Comuni-
dad de Madrid, le pese a quien le
pese y caiga quien caiga», justificó
Aguado mediante un tuit.
Al día siguiente, con la prensa
como intermediaria, la presidenta
le respondió que ella le apoyaría si
fuera víctima de la «maquinaria de
destrucción del adversario» de la iz-
quierda. Pero hasta ahí llegó el re-
proche implícito, porque a conti-
nuación apostilló que iba a ser «fiel
compañera» de su socio: «Le acom-
pañaré para que su trabajo brille.
Sólo hablaré de él en positivo».
Ayuso tampoco había censurado
en voz alta la campaña en redes so-

ciales que previamente, en la misma
semana de la toma de posesión de
sus cargos, Cs había lanzado con el
hashtag #equipoaguado, que en un
vídeo presentaba sus seis consejeros
y sus compromisos, omitiendo deli-
beradamente a los otros siete del PP
con los que se sienta en la mesa del
Consejo de Gobierno. Esto ya causó
cierto malestar interno en la otra mi-
tad de esa coalición recién estrena-
da, aunque no lo airearan.
Desde entonces, las desavenen-
cias durante estos dos meses han
sido sutiles, casi imperceptibles si
no se miran con la lupa de aumen-
to que utilizan los medios de comu-
nicación para sus análisis. Un día la
presidenta dijo en una entrevista
que Telemadrid «ya no es un servi-
cio público esencial»; al día siguien-

te su socio contrapuso que el ente
público «está funcionando bien y lo
que funciona no hay que tocarlo».
A la inversa también hubo men-
sajes disonantes cuando Aguado
anunció que había dado la instruc-
ción a la Consejería de Economía
–que controla su partido– para «po-
ner en marcha todos los trámites
administrativos necesarios» para
que la Comunidad se desvincule de
Avalmadrid. La presidenta rápida-
mente vino a rectificar dicha inicia-
tiva unilateral, advirtiendo de que
«ese tipo de decisiones han de to-
marse en el Consejo de Gobierno».
Además, a menudo las agendas
de la presidenta y el vicepresiden-
te prácticamente solapan, dando la
sensación de cierta contraprogra-

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, junto al vicepresidente regional, Ignacio Aguado, en un Pleno de la Asamblea. BERNARDO DÍAZ


L A P R E S I D E N T A A C U S A A S U V I C E P R E S I D E N T E D E H A C E R L E O P O S I C I Ó N E N L A A S A M B L E A


Dos meses de desencuentros en Sol


L Ayuso exige «lealtad» a Aguado apenas 60 días después de formar Gobierno de coalición en la Comunidad L Las


desavenencias entre PP y Cs se han recrudecido con la creación de la comisión de investigación sobre Avalmadrid


P O L Í T I C A


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Telemadrid ha sido
otro de los asuntos
de fricción entre
ambos dirigentes

Los ‘naranjas’
hicieron una campaña
en redes sólo con
sus consejeros
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