FINANZAS & MERCADOS
16 ExpansiónMiércoles 2 octubre 2019
Bankia: El tribunal decidirá si hubo
intención de engañar al salir a Bolsa
VISTO PARA SENTENCIA/ Aunque haya dado la impresión contraria, lo que se ha dilucidado en el juicio
oral es si se pretendió engañar a los inversores con las cuentas de la entidad para salir a cotizar en 2011.
Han pasado algo más de ocho
años entre el momento en que
Bankia salió a Bolsa y el del
que el juicio oral por esta ope-
ración ha terminado en la Au-
diencia Nacional. Cualquiera
que sea la sentencia que dicte
el tribunal presidido por la
jueza Ángela Murillo todo in-
dica que será recurrida ante el
Tribunal Supremo. Aunque
haya dado una impresión con-
traria, lo que se ha dilucidado
a lo largo de toda la instruc-
ción de la causa y del juicio
oral es si hubo o no dolo, es de-
cir, intención de engañar a los
inversores con las cuentas de
la entidad en el momento de la
salida a Bolsa en 2011.
En aquel momento, los má-
ximos responsables de Ban-
kia, Rodrigo Rato como presi-
dente y José Luis Olivas como
vicepresidente, debieron op-
tar entre sacar a Bolsa una
parte del capital de la entidad
resultante de la fusión de siete
antiguas cajas de ahorros o pe-
dir al Estado que inyectara ca-
pital y cumplir los requisitos
de solvencia que exigían las
autoridades supervisoras.
La crisis financiera ya era
una realidad y los resultados
de los análisis que se hacían
sobre la solvencia de las enti-
dades dejaban claro que exis-
tía un déficit de recursos pro-
pios en buena parte de las en-
tidades.
La alternativa, establecida
por las autoridades, consistía
en que bancos como Bankia
debían alcanzar un 8% de ca-
pital si cotizaban en Bolsa, o
un 10% si decidían no cotizar.
Esta segunda opción implica-
ba que Bankia pidiera ayuda al
Estado para alcanzar esos ni-
veles de solvencia, lo que im-
plicaba su completa nacionali-
zación, algo no deseado ni por
sus responsables ni por el pro-
pio Estado que estaba escaso
de fondos para poder asumir
el desembolso que obligaría a
convertirse en el accionista de
referencia de numerosas enti-
dades.
Bankia decidió finalmente
salir a Bolsa en 2011 y lo hizo
en condiciones complicadas.
El banco acababa de ser crea-
do a partir de la unión de siete
cajas (Caja Madrid y Bancaja
además de cinco entidades
mucho más pequeñas) inicial-
mente en un SIP y posterior-
mente transformando esa
unión en una única entidad.
Por eso no existía un pasado
del nuevo banco sino que se
heredaban las historias de las
siete cajas anteriores.
El negocio en España de to-
dos los bancos nacionales esta-
ba muy presionado en esos
años debido al fuerte incre-
mento del paro, la caída de la
economía, que estaba en rece-
sión, y las malas perspectivas
que arrojaban los mercados in-
terbancarios que estaban prác-
ticamente cerrados. La bús-
queda de nuevo capital consti-
tuía el problema esencial.
Compleja salida a Bolsa
La salida a Bolsa de Bankia, en
julio de 2011, fue compleja.
Las autoridades de la CNMV
presionaron el máximo posi-
ble para que no hubiera mani-
pulación en la operación: ele-
varon hasta el 25% del capital
que se iba a captar el porcen-
taje que debía ser cubierto por
inversores institucionales,
que eran los que podían fijar el
precio de salida, y que debía
haber al menos un centenar
de éstos. No hubo extranjeros
que se integraran en el libro de
compras y el precio final fue
claramente rebajado sobre las
expectativas que se habían fi-
jado los responsables de Ban-
kia y los bancos de inversión
que ayudaron a la entidad en
la operación. La lista de gran-
des inversores estuvo integra-
da por grandes compañías, fi-
nancieras e industriales, na-
cionales.
El folleto de la salida a Bolsa
se basaba en las cuentas de
Bankia a marzo de 2011, eran
las primeras del nuevo banco;
en las de las siete cajas funda-
dores de los ejercicios anterio-
res y en la combinación de ne-
gocio que se estableció cuan-
do se creo BFA, la entidad sur-
gida de la fusión de las siete ca-
jas, y su posterior escisión pa-
ra sacar a Bolsa solo una parte
del negocio integrado: Bankia.
Las cuentas fueron avala-
das por el auditor, Deloitte, y
por varios bancos de inversión
participantes en la salida a
Bolsa, así como por otras fir-
mas profesionales que lleva-
ron a cabo distintos trabajos.
El precio de salida a Bolsa
fue el que se mantuvo durante
los primeros meses después
del inicio de la cotización para,
posteriormente, iniciar un
descenso permanente como
consecuencia del nuevo dete-
rioro de la economía española,
del crecimiento de la morosi-
dad y quiebra de empresas y
del continuo crecimiento de
las exigencias regulatorias de
las autoridades para tratar de
detener el terremoto financie-
ro que se percibía de forma
creciente.
Hasta que en mayo de 2012,
Rodrigo Rato dimite como
presidente de Bankia, tras
asumir que no cuenta con el
apoyo del Gobierno ni de los
principales presidentes de los
grandes bancos nacionales; se
nombra a José Ignacio Goiri-
golzarri nuevo presidente y la
entidad es intervenida tras la
conversión de las ayudas reci-
bidas procedentes del Frob en
nuevo capital, lo que da la ma-
yoría al Estado.
Meses después, y tras la
concesión de un crédito de la
Unión Europea a España para
sanear el sistema financiero
enfermo, el Estado se convir-
tió en accionista mayoritario
de Bankia tras perder los ac-
cionistas anteriores la práctica
totalidad de su inversión.
Es esta última crisis la que
lleva a numerosos accionistas
de Bankia, particulares e insti-
tucionales, a plantear deman-
das en los tribunales al consi-
derar que habían sido engaña-
dos en la salida a Bolsa por en-
tender que las cuentas no po-
dían haberse deteriorado tan-
to entre marzo de 2011 y un
año después.
Hay que señalar que los res-
ponsables de Bankia declara-
ron que en 2011 el banco había
ganado algo más de 300 millo-
nes de euros, cifra no refren-
dada por el auditor en aquel
momento, mientras que, una
vez Rato fuera de Bankia, los
nuevos responsables transfor-
maron esos pretendidos bene-
ficios en unas pérdidas supe-
riores a los 3.000 millones de
euros y, éstas sí, avaladas por
el auditor.
La base de estas reclama-
ciones ante la Justicia era una
posible falsedad de las cuentas
de Bankia en marzo de 2011 y
en que el proceso de fusión
previo no habían aflorado
unas necesidades de provisio-
nes superiores a las que se
contabilizaron con cargo a las
plusvalías surgidas de la pro-
pia fusión.
Ésta fue la conclusión bási-
ca que los peritos judiciales,
inspectores del Banco de Es-
paña, sacaron al analizar toda
la información que manejaron
en su trabajo para el juez ins-
tructor del sumario.
Los dos peritos constituye-
ron una pareja de trabajo in-
dependiente que llegó a con-
clusiones diferentes. Las ne-
cesidades de provisiones que
calcularon no coincidían, pero
ambos declararon que real-
mente las cuentas presenta-
das en marzo de 2011 no refle-
jaban la imagen fiel de Bankia-
BFA y tampoco de la entidad
que salió a Bolsa. Estas discre-
pancias sobre los ajustes nece-
sarios fueron utilizados por
las defensas para decir que si
no se pusieron de acuerdo
acerca de cuánto se necesitaba
parece difícil que pudieran
decir cuál era la imagen fiel de
la entidad.
Conclusiones contestadas
Estas conclusiones fueron
contestadas durante la ins-
trucción y en el juicio oral por
numerosos peritos de parte de
los acusados y por los respon-
sables de la inspección del
Banco de España, que señala-
ron que sí existían las provi-
siones que los peritos echaban
en falta y que explicaron que
la situación general se deterio-
ró de forma relevante en el pe-
riodo comprendido entre la
salida a Bolsa y el momento de
la intervención de Bankia.
La instrucción del sumario
ha durado cerca de seis años y
estuvo plagada de incidentes.
Por ejemplo la sala de la Au-
diencia Nacional exigió al juez
instructor que revisara su de-
cisión de no inculpar a los res-
ponsables del Banco de Espa-
ña y de la CNMV en el mo-
mento de la salida a Bolsa. El
juez Fernando Andreu, y el
fiscal de entonces lo hicieron y
finalmente les dejaron fuera
del juicio oral.
La instrucción del sumario
terminó con la petición del fis-
cal, Alejandro Luzón, de que
fueran juzgados los máximos
responsables de Bankia (Rato,
Olivas, el consejero delegado
Francisco Verdú y el conseje-
ro ejecutivo José Manuel Fer-
nández Norniella) exclusiva-
mente.
Las acusaciones particula-
res elevaron el número de acu-
sados a los consejos de BFA y
Bankia, a la propia Bankia, a la
firma auditora y al socio audi-
tor. Todos ellos se han sentado
en el banquillo de los acusados
durante los meses que ha du-
rado la vista del juicio oral que
ahora ha terminado. A lo largo
de estas sesiones la fiscal Car-
men Launa, que sustituyó a
Alejandro Luzón al ser nom-
brado éste fiscal jefe antico-
rrupción, decidió modificar las
conclusiones de éste al enten-
der que no solo hubo estafa a
los inversores sino también
falsedad de cuentas, por lo que
elevaba la petición de penas
para los cuatro inicialmente
acusados y aumentaba el nú-
mero de acusados por este úl-
timo presunto delito.
La diferencia de criterio en-
tre los dos fiscales que han
participado a lo largo del pro-
cedimiento no ha dejado de
sorprender en medios jurídi-
cos por entender que a lo largo
del juicio oral no ha habido
nuevos hechos que lo justifi-
quen y que, por lo tanto, Lau-
na debería haber mantenido
la posición dibujada por Lu-
zón, que fue quien estuvo a lo
largo de toda la instrucción.
El informe final de la fiscal
ha sido ampliamente criticado
por las defensas tanto por este
motivo como por lo que consi-
deran numerosas inexactitu-
des en cuestiones relevantes,
como el considerar que un in-
forma elaborado por PwC ha-
blaba de pérdidas incurridas
cuando se trataba de visuali-
zar las posibles pérdidas futu-
ras esperadas.
Las defensas entienden que
no se ha demostrado en el jui-
cio que hubiera una decisión
de Bankia, sus responsables,
los bancos de inversión, el au-
ditor y los demás expertos pa-
ra engañar a los inversores,
que eso es precisamente lo
que se ha juzgado.
La fiscal Carmen
Launa entiende que
hubo estafa a los
inversores y falsedad
de cuentas
Sede de Bankia en la madrileña Plaza de Castilla.
Pablo Moreno
Peritos y supervisores
dicen que la entidad
se deterioró entre
la salida a Bolsa
y su intervención
El folleto de la salida
a Bolsa se basaba en
las cuentas de marzo
de 2011, avaladas
por Deloitte
ANÁLISIS por Salvador
Arancibia