Historia Spain - 09.2019

(Sean Pound) #1

Sobre estas líneas, miniatura sobre la batalla de Forbie, que en 1244 enfrentó a cristianos y
musulmanes pocos meses después de la caída de Jerusalén. La victoria favoreció a los segundos, lo que
azuzó el desprecio hacia las órdenes militares, incapaces de derrotar a los “pueblos del Este”. Más
arriba, una página ilustrada de la Chronica Majora, obra de Mateo de París del siglo XIII.


LA FINANCIACIÓN DE LA GUERRA SANTA INCENTIVÓ LA
PUESTA EN CIRCULACIÓN DEL CAPITAL Y LOS FONDOS
ATESORADOS POR LOS FREIRES

“política colonial” bastante paradójica
frente a otros modelos coloniales moder-
nos puesto que “las tierras de ultramar
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las rentas de Occidente, conocida con el
nombre de responsio, representaba cer-
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plotaciones de las órdenes militares”. En
consecuencia, este sería un primer factor
diferencial de los templarios frente a la
economía de otras órdenes religiosas in-
ternacionales de la época como los clunia-
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de la Guerra Santa incentivó la puesta en
circulación del capital y los fondos ateso-
rados por los freires.
Sin embargo, convendría hilar algo
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Templarios y el origen de la banca, plantea
la gran liquidez a disposición de la milicia
como uno de las características más distin-
tivas frente a otras instituciones medieva-
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en momentos de contracción monetaria.
De la Torre estimó que las encomiendas
no militares del Temple generaban al
cambio casi 13.000 kilos de plata al año.
Deducidos los gastos corrientes, de envío
y militares, la orden estuvo en condicio-
nes de acumular cerca de 2.000 kilos de
plata anuales. Esta disponibilidad mone-
taria hizo a los freires muy competitivos
frente a otras casas de banca. Curiosamen-
te, la pérdida de plazas fuertes en Tierra

Como suele ser habitual, es en los matices
y detalles donde los especialistas detectan
diferencias relevantes entre instituciones y
órdenes militares o monásticas coetáneas.
Demurger consideraba un rasgo fun-
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nanciar la guerra santa”, lo que les obligó
a mantener costosas fortalezas y huestes
bien pertrechadas en Palestina y la penín-
sula Ibérica. Sufragar esa vocación militar
conllevó hacer de Occidente un recurso a
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