Historia Spain - 09.2019

(Sean Pound) #1
bles de las muertes era Ali Hassan Salameh,
que estaba en un resort noruego con una
mujer rubia impresionante. Se llevó a dos
equipos de Kidon, le localizaron, le siguieron
durante varios días y el 21 de julio de 1973 lo
asesinaron. Error, grave error. Habían matado
a Ahmed Bouchiki, un camarero marroquí
casado con una noruega. Varios miembros
del equipo fueron detenidos y el resto con-
siguió huir.
Las repercusiones fueron de tal magnitud
que Golda Meir paró la operación, que no se-
ría reanudada hasta varios años después por
su sucesor Menahem Begin. Israel y el Kidon
habían conseguido, además de vengar a sus
muertos y asesinar a cerca de 15 dirigentes
palestinos, meter el miedo en cualquiera que
atentara contra un israelí. Desde ese momen-
to sabían que pasara el tiempo que pasara,
los Kidon les matarían.

ISRAEL NO MATA A ISRAELÍES
En 1986, el primer ministro Simón Peres se
encontró con uno de los más graves proble-
mas que tuvo Israel en toda su historia: te-

ISRAEL Y EL KIDON HABÍAN CONSEGUIDO, ADEMÁS
DE VENGAR A SUS MUERTOS, METER EL MIEDO EN
CUALQUIERA QUE ATENTARA CONTRA UN ISRAELÍ

El ataque de
Septiembre Negro a la
delegación israelí en los
Juegos Olímpicos de
Munich activó la
operación Ira de Dios,
aprobada por la primera
ministra Golda Meir.
Entre los objetivos
liquidados por el Kidon
se encontraba Abdel
Wael Zwaiter, abajo a
la derecha, un traductor
palestino que cayó
abatido a las puertas de
su apartamento en
Roma. A la derecha, los
ataúdes de los atletas
israelíes fallecidos a su
llegada al aeropuerto
de Lod, hoy Ben Gurión,
antes de su entierro.
En la otra página, arriba,
Mordejái Vanunu.

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