El Mundo - 05.09.2019

(Ron) #1

EL MUNDO. JUEVES 5 DE SEPTIEMBRE DE 2019
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OTRAS VOCES


COMO MUCHOS académicos españoles, colabora-
mos de forma continuada con investigadores en uni-
versidades británicas, en este caso, y en áreas distin-
tas, en el multidisciplinar Institute of Policy Research
de la Universidad de Bath. Lo que más nos llamó la
atención el año pasado a los dos al volver a Bath,
después de unos intensos años involucrados en la po-
lítica española, fue la pintada en la entrada de la uni-
versidad, en la que claramente se leía STOP BREXIT.
Un año después y en contra de todas las expectati-
vas, el Reino Unido sigue siendo miembro de la
Unión Europea; las letras se han desvanecido pero
los problemas continúan.
Esto no quiere decir que todo siga igual. Por el
contrario, todo se ha transformado; un Brexit sin
acuerdo parece más cercano hoy que nunca, y los di-
versos escenarios que se presentan tras las actuacio-
nes de Boris Johnson, son motivo, si cabe, de mayor
preocupación. Uno de los problemas sobre el que
queremos llamar la atención, ya que con frecuencia
se pasa por alto, es cómo afectará el Brexit a las uni-
versidades, investigación, estudiantes, profesores,
personal de administración y servicios, etc...
La revista Nature en 2016 estimaba que el 15% de
la financiación de la investigación en el Reino Unido
proviene de subvenciones de la Unión Europea a tra-
vés de convocatorias abiertas, es decir, aquellas que
invierten en las mejores propuestas. Los programas
de financiación de la UE no sólo ofrecen dinero para
proyectos, sino que también son una piedra angular
a la hora de definir las prioridades de investigación
y han servido para llevar grandes infraestructuras de
investigación a Inglaterra, como el centro Eurofusion
en Culham, con un presupuesto de más de 850 millo-
nes de euros. La pérdida
de fondos de investiga-
ción de la UE como con-
secuencia del Brexit sin
duda afectará de forma
relevante a la capacidad
de Reino Unido para
atraer a investigadores
en el futuro.
Hay consecuencias tangibles en varios ámbitos.
Por ejemplo, la investigación sobre el cambio climá-
tico es una prioridad para la UE. El Reino Unido ha
dirigido una gran parte de los proyectos que sobre
el cambio climático ha financiado la Comisión Euro-
pea, lo que la ha llevado a ser uno de los principales
defensores de la ambiciosa política climática de la
UE. Las contribuciones que han realizado los inves-
tigadores de sus universidades y los resultados de
las extensas redes internacionales que han creado

sirven hoy como base para el compromiso de la UE
con un futuro bajo en carbono. Si finalmente, y co-
mo todo parece, tiene lugar el Brexit, sea duro o
blando, y, por lo tanto, se restringe la financiación
para los investigadores, se provocará un fuerte im-
pacto en la investigación europea, que tendrá que
conformarse con objetivos menos ambiciosos, afec-
tando a la política energética y poniendo en riesgo
el bienestar económico y social.
Boris Johnson ha confirmado que los investigado-
res británicos tendrán acceso a fondos de programas
de investigación e innovación, como Horizon 2020,
hasta el 31 de octubre de 2019. Hasta hoy, las institu-
ciones del Reino Unido han recibido 5,2 mil millones
(14%) de fondos de Horizonte 2020, y cuatro de las
cinco universidades con más éxito a la hora de con-
seguir financiación (Oxford, Cambridge, University
College London e Imperial College) son súbditas de
su graciosa majestad, habiendo recibido sólo ellas
958 millones de euros.
La gran pregunta que se abre es ¿qué pasará des-
pués del Brexit? Los detalles no están claros. Sin em-
bargo, el Brexit obligará a Gran Bretaña a aumentar
significativamente su contribución nacional a la in-
vestigación e innovación, así como a pagar más a los
programas existentes de la UE si desean mantener
su nivel actual de redes de investigación, como ha-
cen países como Suiza, Noruega, Turquía o Israel. Si
no se desarrolla una estrategia efectiva para el man-
tenimiento de la investigación colaborativa interna-
cional, el Reino Unido se enfrenta al riesgo real de
perder su liderazgo en la investigación.
Los brexiters han afirmado que estará disponible
un nuevo fondo para investigación (un total de tres
mil millones de libras, un aumento del 33% sobre el
gasto actual), para
compensar la pérdida
de fondos de la UE. Es-
ta cifra seguramente
eclipsa los dos mil mi-
llones de euros y 19.
empleos en investiga-
ción que actualmente
Europa financia en el
Reino Unido. Sin em-
bargo, es una promesa
de unos políticos cono-
cidos por ser los inven-
tores de las fake news,
lo que le resta gran par-
te de su credibilidad.
Pero el mayor proble-
ma no viene de la inves-
tigación, sino como se-
ñala de nuevo la revista
Nature, el principal
efecto de Brexit será
una reducción en la mo-
vilidad. Casi 5.000 jóve-
nes españoles eligen
universidades británi-
cas para su movilidad
Erasmus+, a lo que hay
que sumar los profeso-
res y el personal de ad-
ministración y servicios.
La incertidumbre sobre
las dificultades burocrá-
ticas y de inmigración pueden alarmar a muchos de
ellos, reacios a enfrentarse a trámites adicionales, in-
crementando las dudas ante cualquier desplazamien-
to. Como es normal, algunos países están tratando de
aprovechar la oportunidad. Por ejemplo, España lan-
zó este año el programa Beatriz Galindo, un proyec-
to destinado a atraer a los investigadores, especial-
mente desde el Reino Unido. Del mismo modo SEPIE
(Servicio Español para la Internacionalización de la
Educación) está multiplicando sus esfuerzos para
atraer a estudiantes y talento de terceros países.
Un ejemplo del desapego que ya se está produ-
ciendo se puede ver en el programa Universidades
Europeas que se creó en 2017 por la comisión euro-
pea para «reunir a una nueva generación de euro-
peos creativos capaces de cooperar a través de idio-

mas, fronteras y disciplinas para abordar los desafíos
sociales y la escasez de habilidades que se enfrentan
en Europa». La convocatoria se centró en la creación
de redes bien financiadas de universidades europeas
capaces de competir con universidades asiáticas y es-
tadounidenses mediante la atracción y el manteni-
miento del talento en el Espacio Europeo de Educa-
ción Superior (EEES). Con el cierre de los plazos del
Brexit, las universidades británicas no se presenta-
ron al mismo, rompiendo décadas de relaciones a lar-
go plazo con sus contrapartes continentales.

UNA SITUACIÓN SIMILAR se puede ver en la con-
vocatoria más reciente del Consejo Europeo de Inves-
tigación (ERC), donde el Reino Unido ha sido tradi-
cionalmente uno de los mayores beneficiarios. Como
resultado, muchos grupos de investigación están rom-
piendo relaciones con investigadores británicos y bus-
cando socios en otros lugares, como Israel o Europa
del Este. El Brexit tendrá un fuerte impacto a largo
plazo sobre el papel de las universidades del Reino
Unido en Europa. Hasta ahora, todas las universida-
des del Reino Unido han desempeñado un papel im-
portante en el liderazgo del EEES y han sido uno de
los socios más buscados por otros países europeos al
planificar la investigación o los intercambios Eras-
mus. Nuestra experiencia como investigadores, con
una amplia experiencia internacional, nos dice que tal
vez ya no sea el caso. En nuestro caso personal, he-
mos visto la renuencia de los socios y colegas de in-
vestigación a incluir universidades británicas al cons-
truir nuevos consorcios para proyectos de Horizonte
2020. Un Brexit sin acuerdo puede implicar un retiro
de fondos para nuevos proyectos o un retraso en las
transferencias de fondos para proyectos existentes.

Como señaló Giroux, ahora estamos en un mundo
neoliberal con universidades neoliberales, donde
existe una competencia global, nos guste o no. El
Brexit no va a ser el fin de las universidades del Rei-
no Unido, pero va a reducir su capacidad de produ-
cir conocimiento, colaborar internacionalmente y
abordar problemas globales, y en consecuencia, van
a ser mucho menos competitivas.

Ricardo García-Mira es Visiting Professor en el IPR de la Uni-
versidad de Bath y catedrático de Psicología Social y Ambien-
tal en el Departamento de Psicología de la Universidad de A
Coruña. Ex diputado el grupo parlamentario Socialista. Jorge
Sainz es Visiting Fellow en el IPR y profesor titular en el De-
partamento de Economía Aplicada y Filosofía Moral de la Rey
Juan Carlos. Ex secretario general de Universidades.

El Brexit tendrá un fuerte
impacto a largo plazo sobre el
papel de las universidades del
Reino Unido en Europa

RAÚL ARIAS

Los autores


alertan sobre la consecuencias


negativas que una desconexión de


Europa tendría para la investigación


en Gran Bretaña, ya que el 15% de su


financiación proviene de la UE.


TRIBUNA iUNIVERSISIDAD


Donde todos


pierden y


nadie gana


RICARDO GARCÍA-MIRA


y JORGE SAINZ

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