EL MUNDO.
HOJA Nº (^24) P A P E L JUEVES 5 DE SEPTIEMBRE DE 2019
E N P O R T A D A
PARA SER
FELIZ NO TE
COMPARES
CON
LOS DEMÁS
NO ASOCIES TUS NIVELES
DE ANSIEDAD A LA BATERÍA
QUE TE QUEDA EN EL MÓVIL
NO HAY NADA VERGONZO-
SO EN NO VER NOTICIAS
NO DEJES EL
MÓVIL JUNTO
A LA CAMA
Para Matt Haig
(Sheffield, Inglaterra,
1975) el mantra de la
publicidad que dice que
nada vende más que el
sexo no es cierto: «Lo que
vende es el miedo». Hoy,
la tecnología ha logrado
que en lugar de imaginar
las peores catástrofes,
seamos testigos de ellas
en directo: desde la
búsqueda del cadáver de
una esquiadora olímpica
hasta un tiroteo en un
instituto de Texas.
Un bombardeo de
información que nos
exige atención perpetua,
sin descanso, mucho
menos reflexión, y cuyas
consecuencias suponen
una espiral de ansiedad
colectiva.
Haig sufrió una
depresión desencadenada
a los 24 años que le llevó a
intentar matarse, de la que
salió gracias a la literatura
y que contó en Razones
para seguir viviendo (Ed.
Seix Barral), un libro en el
que afronta el
tema de la salud
mental. Ahora
regresa al género
autobiográfico con
Apuntes sobre un
planeta estresado
(Ed. Destino), testimonio
entre dietario y manual de
autoayuda dedicado a los
perjuicios de la vida
hiperconectada.
En el regreso de las
vaciones concluye la
mayor desconexión
informativa del año. Los
móviles y el email del
trabajo vuelven a
bombear como si no
hubiera un mañana. Para
Haig urge una defensa de
la cordura, un detox
digital para hacer frente a
la angustia, la falta de
autoestima y la impericia
social que supone la gota
malaya de las decenas de
POR JORGE
BENÍTEZ MADRID
whatsapps, los me gusta y
los tuits.
P. ¿Cómo nos aísla la
tecnología de nosotros
mismos?
R. La tecnología alimenta la
idea de conexión, mientras
que en realidad nos hace
sentirnos más solos. No es
casualidad que, según
muchos estudios, la
generación más conectada
de la historia sea también
la más solitaria. Las redes
sociales son como una
sustancia adictiva que
promete satisfacer el
deseo, a la vez que lo
profundiza.
El correo, la
deforestación de la selva
amazónica, las
transferencias bancarias,
el crecimiento
demográfico, los
corredores de maratón, las
noticias, los viajes... son
sólo algunos ejemplos de
cosas que son mucho más
rápidas que lo que eran a
principios de siglo. Casi
todo es presa de la
celeridad que nos impone
la revolución tecnológica
que está en marcha. Y
cuyos daños colaterales
aún no somos capaces de
procesar.
En realidad, Haig es una
especie de neurótico
bienhumorado con
capacidad de análisis.
Alguien para el que cada
lunar en la piel es un
posible cáncer y que cada
lapsus de memoria, un
principio de Alzheimer.
Apuntes sobre un
planeta estresado es en
cierta forma un manual de
instrucciones para no ser
lobotomizados por
nuestros smartphones.
Una resistencia que
intenta alejar al teléfono
psíquica y físicamente,
eliminar las notificaciones
y concienciar para que
cuando nuestra batería
esté al 2% no nos de un
ataque de histeria. Por ello
propone los siguientes
INTERNET SE HA
APODERADO DE
NUESTRAS VIDAS