El Mundo - 12.09.2019

(Marcin) #1

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septiembre ́19


El Mundo
12 de septiembre de 2019

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ro reconvertida en fábrica de re-
puestos, logró mantener vivas las
viejas carrocetas OM hasta que Maf-
sa, a mediados de los 60, retomó el
concepto y lanzó al mercado camio-
nes modernos, primero con motores
OM y después con los Perkins y Ba-
rreiros producidos en España, en
Puentenuevo-Villaodrid (Lugo).
Los vehículos se denominaban
IPV por el lugar donde se fabrica-
ban (Industrias Puentenuevo-Vi-
llaodrid), pero Mafsa lo cambió jus-
tificando el acrónimo con el nom-
bre de Investigación de Proyectos
para Vehículos especiales.
Durante años, Mafsa-IPV logró
aguantar, llegando a participar en el
Raid París-Dakar, pero con conti-
nuos baches económicos que daban
lugar a constantes cambios en el ac-
cionariado. Debido a esta situación,
José Sierra, en 1981, reúne a un
grupo de antiguos empleados y crea
Urovesa (por URO Vehículos Espe-
ciales) en Santiago de Compostela.

EL EJÉRCITO, SU GRAN CLIENTE
Desde el primer momento, sus obje-
tivos fueron más amplios y ambicio-
sos. Ya en 1984, y con vehículos que
nada tenían que ver con las carroce-
tas italianas, consigue ganar una li-
citación para suministrar al Ejército
de Tierra. La empresa ha seguido
progresando y en 2016 la Bolsa de
Londres la incluyó entre las 1.000
pymes con mayor proyección de Eu-
ropa. Desde entonces, se puede de-
cir que es suministrador habitual de
las Fuerzas Armadas españolas y
atiende también encargos de otros
países, como los 25 a los que ya les
ha vendido vehículos.
Pero no sólo se dedica a vehícu-
los militares. En 1991, una empre-
sa participada por Urovesa, Uro-
mac, empezó a fabricar en Castro-
pol, en la frontera entre Galicia y
Asturias, carretillas elevadoras y
también dumper.
El siglo XXI comenzó con mo-
mentos de inquietud para la marca,
cuyo volumen de negocio se redujo
de forma importante. Pero en 2014,
las medidas tomadas por los gesto-
res de Urovesa habían dado sus
frutos y se vieron en la necesidad
de ampliar su capacidad. Para ello,
construyó una nueva factoría de
40.000 metros cuadrados en Valga
(Pontevedra) ante la imposibilidad
de ampliar la fábrica original del
Polígono del Tambre.
En la actualidad, tiene una gana
civil de tres vehículos, uno de ellos
ligero, y cinco militares, con deno-
minaciones URO (para los camio-
nes) y VAMTAC. Todos ellos todote-
rreno y con innumerables especifi-
caciones en función del uso. La
austriaca Steyr es suministradora
de los motores de seis cilin-
dros diésel que llevan.

Se ha dicho que el sector del auto-
móvil español sufría la debilidad
de que los centros de decisión es-
taban fuera de nuestras fronteras.
Pero eso no es absolutamente
cierto. Allá en el norte, en el Finis-
terre europeo, existe un fabricante
que año a año se consolida más y
más, especializa-
do en vehículos
todoterreno para
usos forestales, de
obra, bomberos y aplicaciones mi-
litares. Se trata de Urovesa, una
firma cuyos orígenes se remontan
al final de la Guerra Civil españo-
la, aprovechando una simiente que
se plantó antes, prácticamente en
los primeros años de la industria
del automóvil.
Artífice de la consolidación de la
marca ha sido José Sierra, nacido
en Viveiro, al norte de la provincia
de Lugo. Recientemente, este em-
presario fue homenajeado por sus
logros por Asepa, la asociación de
profesionales de la automoción.
Quien viajara en los años 50 y 60

por la zona norte de Lugo segura-
mente se sorprendería al ver unos
extraños camiones, con tracción en
los dos ejes y vías muy estrechas que
se adaptaban perfectamente a las co-
rredoiras, los caminos marcados por
las ruedas de los carros de bueyes.
Los más entendidos los llamaban ca-
rrocetas y tenían su origen en los ex-
cedentes de material dejados por las
tropas italianas tras la guerra civil.
Eran de la marca OM, hoy propie-
dad de Iveco. En una época de casi
total carencia de vehículos, fueron
rápidamente asumidos por quienes
explotaban la riqueza maderera del
norte de Galicia y Asturias.
La falta de recambios para estos
vehículos entronca con la histórica
fábrica de automóviles en Chavín. Y
hay que atribuirle el adjetivo de his-
tórica porque en ella, otro industrial
lucense, José Barro, ensambló bajo
licencia algunos modelos de De
Dion Bouton a principios del siglo
XX, concretamente en 1924.
En Chavín nunca se llegaron a
construir camiones de este tipo, pe-

Por Sergio
Piccione

EL ‘AMIGO’ AMERICANO
Hummer podría volver al mercado como un vehículo 100% eléctrico
Aunque resulten muy parecidos a los Uro Vamtac y, de hecho, éstos sean conocidos popularmente
como los Hummer españoles, no toman ningún elemento ni copian nada del todoterreno militar más
famoso después del Jeep Willys. Empezaron a desarrollarse en 1981 y en 1996 la empresa española
llegó a ganar un concurso de suministro al Ejército español por delante de su rival norteamericana.
Además, mientras Urovesa produce hoy hasta 20 configuraciones de carrocería de su vehículo
ligero, al que se le pueden dar 75 aplicaciones distintas, Hummer hace años que fue cerrada por
General Motors, incapaz de vendérsela a un fabricante chino. Las últimas noticias dicen que estaría
estudiando recuperar la marca centrándola en vehículos de propulsión 100% eléctrica.





Multiusos


gallegos


UROVESA HISTORIA


Quien piensa en una navaja


suiza se la imagina llena
de accesorios y recursos.

Lo mismo que los vehículos
todoterreno, sobre todo

militares, que esta empresa gallega
lleva fabricando desde hace décadas

Repor-
taje

A
LA CARTA
Urovesa es capaz de
hacer casi cualquier
adaptación sobre sus
vehículos: agrícolas, militares,
contraincendios, emergen-
cias forestales, etc.
También trabajan para
distintas Policías.
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