El Mundo - 12.09.2019

(Marcin) #1

Mtr


septiembre ́19


El Mundo
12 de septiembre de 2019

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lentos por excelencia de este depor-
te. Quien mejor ha sabido captar la
ambición y las dotes de los pilotos
más jóvenes, para formarlos a través
de su estructura y encauzarlos así
hasta la cima. Un modus operandi
que ningún otro equipo ha perpetua-
do como M-Sport, del que intentó
hacerse también partícipe, en 2005,
un chico de Vic. El primer campeón
del Mundo júnior, Dani Solà.
Harto de no lograr una oferta sol-
vente para poder medirse con los
grandes, el catalán compró un pasa-
je a Manchester, y, sin pensárselo dos
veces, se plantó en el despacho de
Malcolm para pedirle que le ayuda-
se. «El tío alucinó... Me dijo que nun-
ca nadie había hecho algo así», re-
cuerda divertido el osonés.
Gracias a su coraje y tesón, Solà
se labró un ilusionante programa
con un Ford de M-Sport, patrocina-
do por el RACC y Movistar. Wilson
confió en él, nominándolo incluso
para sumar puntos de marcas. A
cambio, se pasó mes y medio traba-
jando como mecánico. Pero, lamen-
tablemente, aquella bonita historia
no tuvo final feliz. El ímpetu del ca-
talán por demostrar su capacidad, y
la tesitura en la que se vio todo el
año, sin poder hacer ningún test an-
tes de los rallyes, condenaron la pro-
yección del primer español que em-
pezó a sacar pecho en el Mundial
después de Sainz y Puras.
Otros, en cambio, tuvieron más
suerte. Sobre todo, los muchachos
que, desde 2013 –cuando M-Sport
perdió la aureola de equipo oficial y
pasó a ser una estructura satélite de

Ford– han recibido, año tras año, rei-
teradas oportunidades. Entre ellos,
los dos pilotos que están haciendo
méritos ahora, con Hyundai y Toyo-
ta, para destronar al hijo pródigo de
Citroën, el hexacampeón Sébastien
Ogier (Mesías hasta hace unos me-
ses del equipo inglés): Thierry Neu-
ville y Ott Tänak. Productos ambos
de la fábrica de ilusiones que es M-
Sport, donde tiene depositadas las
suyas el nuevo talento en ciernes es-
pañol: Jan Solans. Aspirante al título
júnior para el Rally de Gales, que le
abriría de par en par las puer-
tas de Dovenby Hall.

jo los techos de pizarra del coqueto
caserón que preside todo el recinto
(Dovenby Hall, un antiguo sanatorio
de principios del pasado siglo), las
ilusiones que albergan por poder ha-
cer carrera en la que es, para todos
ellos, su gran pasión.
Desde el 97, cuando Wil-
son se vinculó ya a nivel es-
tratégico a la marca por an-
tonomasia de su historial
deportivo, M-Sport tomó
cuerpo definitivamente, pa-
sando a ser la facción de-
portiva de Ford en el Mun-
dial. Un equipo de campani-
llas desde el minuto cero,
respaldado por grandes pa-
trocinadores, como Repsol
o Martini, que conjuntó a
principios de la pasada dé-
cada –cuando debutó el pri-
mer Focus WRC– una nómina de pi-
lotos irrepetible, con Carlos Sainz,
Colin McRae y François Delecour. Ni
más ni menos... Lo cual no fue óbice
para que, aún con todo el pedigrí que
impregnaba su asistencia, Malcolm
empezara a echar el ojo a los joven-
zuelos que intentaban sacar la cabe-
za entre las figuras de esos años.
Su primer pupilo fue Petter Sol-
berg (campeón del Mundo con Su-
baru en 2003). Un chico noruego, ini-
ciado como piloto de rallycross, que,
haciendo alarde del desparpajo y la
viveza por los que llegó a ser quien
es, envió unas cintas a Wilson para

Llueve lenta y acompasadamente.
Según es costumbre, casi a diario,
por los verdes paisajes que enmar-
can Cockermouth, al lado de la fron-
tera con Escocia.
El corazón geográ-
fico del único equi-
po puramente bri-
tánico que prevalece en el Mundial
de Rallies: M-Sport, campeón del
mundo de constructores hace dos
temporadas con los sofisticados

Ford Fiesta WRC que se perfilan en
estas instalaciones. La estructura fue
fundada hace cuatro décadas, al po-
co de comenzar su carrera automo-
vilística, por uno de los personajes
más carismáticos de la era contem-
poránea de este deporte, Malcolm
Wilson. Piloto, empresario, manager,
preparador... Y, de algún modo, tam-
bién, un padrino para muchos cha-
vales que, cada mes, llegan a Cum-
bria esperanzados por encontrar, ba-

Por Nacho
Villarín

OPEL EL RAYO ALEMÁN
Más de un siglo vinculada a la competición
Para festejar el 120 aniversario de Opel, el circuito del Jarama recibió una selección de
modelos de competición que dieron numerosos triunfos a la marca alemana. No podía
faltar el 10/12HP de 1903, el primer modelo totalmente original de su clase que los
hermanos Opel fabricaron en serie. Sus 12 CV permitían al bólido blanco alcanzar una
punta de 75 km/h, un tercio más que el modelo de serie. También estaban el Kadett B de
1966, un magnífico coupé de rallyes de 75 CV, y el Rekord C Black Widow o Viuda
Negra, que llegó a ser pilotado por Niki Lauda en los inicios de su carrera deportiva. Sin
olvidar, por supuesto, el Ascona 400 que conquistó el Mundial de Rallyes de 1982.





Fábrica de


ilusiones


M-SPORT


Viajamos al condado de
Cumbria (norte de Inglaterra)

para desentrañar la esencia
de M-Sport. El escuadrón del

óvalo en el Mundial de Rallies.
Un equipo familiar, con querencia por

la juventud, que incita a soñar


Deporte


40 AÑOS DE HISTORIA
Malcolm Wilson fundó el equipo
en 1979. Aunque no fue hasta el
97 cuando se alió con Ford.
Grandes figuras, como Carlos
Sainz, Colin McRae o Marcus
Grönholm, compitieron en su día
con la aureola de M-Sport.

que le viese pilotar. Y, de esa manera,
se granjeó un volante en Ford.
Aquel experimento no cuajó. Pero,
tras él, vinieron más: Markko Mär-
tin, François Duval, Mikko Hirvo-
nen, Jari-Matti Latvala... Ganadores
todos ellos de rallyes, que despega-
ron al amparo de Wilson. El cazata-

EL COCHE BICAMPEÓN
Pudimos hacer un copilotaje en
la última generación del Fiesta
WRC, homologado para 2017,
con el que Sébastien Ogier
encadenó hasta el pasado año
los dos únicos títulos consecuti-
vos que ha logrado Ford.
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