El Mundo - 09.09.2019

(National Geographic (Little) Kids) #1

EL MUNDO


D X T


LUNES 9 DE SEPTIEMBRE DE 2019


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STORIES


Enhorabuena por imponer,
junto a su compañero Agus-
tín Tapia, su clase en Estre-
lla Damm Madrid Master
2019, prueba valedera para
el circuito mundial de pá-
del. Ustedes conquistaron el
torneo tras mostrar una
gran solidez en el juego y
tras derrotar (6-4, 6-4) en la
final a Sanyo Gutiérrez y
Maxi Sánchez, la pareja
que actualmente encabeza
el ránking mundial. Lo suyo
tuvo mucho mérito, porque
ayer fue la primera vez que
ambos accedían a una final
formando pareja.


Lo peor que ocurre con el Real Madrid ac-
tual es que, en muy poco tiempo, se ha con-
vertido en una institución aburrida. Ni si-
quiera dramática, sólo aburrida. Sin con-
fluencias alrededor de una arenga a lo
Happy Few. Sin la vibración aquella de
cuando era verticalidad y rocanrol y ade-
más había una hegemonía militar y moral
contra la cual hacer de Espartaco. Cuesta
acordarse de que hay partido. Cuesta no
elegir otro plan cuando lo hay. Cuesta en-
contrar un propósito de futuro aparte del
nuevo estadio sideral, ese OVNI posado del
cual parece ir a salir, desorientado, un Pan-
cho Puskas al que abdujeron en 1958.
Por supuesto, no hablo en nombre de to-
dos. Continuará imparable la venta de cami-
setas. Los turistas seguirán pidiendo al ta-
xista que se desvíe para pasar por el Berna-
beu. Abundarán sin duda los madridistas
para los cuales la experiencia del estadio es-


tará todavía llena de estímulos. Pero inclu-
so éstos deberían reconocer que hubo, en
un pasado nada remoto, momentos mucho
más excitantes que el actual. Cabe identifi-
car dos. Las guerras de Mou que, para bien
y para mal, agitaron el madridismo con uno
de los mayores zafarranchos de su historia
y llenaron el discurso de resignaciones con-
tras las cuales había que rebelarse. Y la su-
cesión última de Copas de Europa adereza-
da encima con la exportación continental
del derbi contra el Atleti.
La salida de Cristiano, portador él mismo
de una tensión competitiva formidable y en-
fadada –como la de Di Stéfano– que nadie
en el campo ha sustituido, fechó el momento
a partir del cual el Real Madrid se transfor-
mó en un paquebote al pairo. En un persona-
je sin agitaciones ni alicientes que no madru-
ga, porque para qué. Ni siquiera opera el
efecto estimulante de venir de una época de
fracaso que exige su redención, porque lo
cierto es que la institución quedó ahíta con el
atracón de orejonas y ello tapó la fea costum-
bre de ningunear ligas y tirarlas en septiem-
bre. El Atleti, después de dos gigantescas
frustraciones en finales europeas que po-
drían haber condenado a la dispersión cual-
quier proyecto, está de nuevo vitaminado y
lleno de ambición en un arreón que encuen-

tra su mejor promesa de porvenir en Joao
Félix. Y, sobre todo, en las ganas de Joao Fé-
lix, que tiene por delante la vida que la línea
vertebral madridista tiene por detrás.
En esta abulia madridista participa la di-
rectiva, que parece ella misma desmotiva-
da, «hasta los cojones de todos nosotros»
como dijo el presidente Figueras antes de
pegar una espantá
rumbo a París. Justo
cuando se le pidió una
reacción después de
la nefasta temporada
anterior, la directiva
prometió en marzo no
sé si una revolución, o
un vuelco, o una re-
fundación. Algo así.
En marzo. Después de
seis meses escuchan-
do un redoble de tam-
bor como el de los
equilibristas, a los ma-
dridistas se les cerró
el mercado sin que hubiera sucedido abso-
lutamente nada de tal hondura transforma-
dora. Aparte de Hazard, lo más notable,
durante el verano, de la supuesta recons-
trucción madridista ha sido el mobbing
practicado contra una de sus mayores es-

trellas, goleador reiterativo en las finales.
Acoso que incluyó el desprestigio personal
orquestado contra un supuesto portento de
barraca de feria, medio bobo, que sólo que-
ría jugar al golf y encasquetarse lubinas.
En esta persecución participó Zidane, el
ser taumatúrgico en el que se aprecia un des-
gaste insólito desde su segunda venida. El
entrenador mágico
que se encontraba las
Copas de Europa en
los paquetes de cerea-
les, corroído por la in-
salubridad de un am-
biente estéril, de re-
pente es percibido
como un nepotista que
limpiaba puestos para
sus hijos, como un tor-
pe que no sabe ver ju-
gadores, como un en-
trenador limitado que
ni los partidos lee co-
rrectamente. Este des-
gaste de una figura tan legendaria y que tan-
to ha ganado basta para describir los vene-
nos y las maledicencias que, impulsados por
el aburrimiento, degradan las instituciones
cansadas. La Liga acaba de empezar y al Re-
al Madrid ya se le está haciendo larga.

SALGAN Y DIVIÉRTANSE


DAVID GISTAU


Un largo


sopor


Zidane, en el banquillo. JOSEP LAGO / AFP


FERNANDO
BELASTEGUÍN

GANADOR DEL


MASTER PÁDEL


DE MADRID


NEYMAR
JUNIOR

UN REGRESO A LO


GRANDE TRAS LA


LESIÓN Y EL RUIDO


BIANCA
ANDREESCU

PARA SENTIRSE


ORGULLOSA,


CAMPEONA


ORLANDO
ORTEGA

EN PLENITUD


ANTES DEL


MUNDIAL


SAMUEL
ETO’O

ADIÓS A UNA


PRODUCTIVA


CARRERA


ANA
ROSELL

EL 9-1 DEBE SER


UN ESTÍMULO


PARA CRECER


Después de tres meses de
ausencia por la lesión que
le impidió disputar la Copa
América y de mucho ruido
durante todo el verano por
su posible salida del PSG,
existían dudas sobre cuál
sería su rendimiento. Un
partido, con Brasil frente a
Colombia, ha bastado para
demostrar que regresa en
su mejor vesión. Usted fue
la estrella en el empate a
domicilio (2-2). Dio un gol
y marcó el otro, pese a la
dureza con la que lo inten-
tó frenar la defensa colom-
biana. Ese es el camino.

Enorme lo suyo, Bianca.
Campeona del Abierto de
Estados Unidos en su pri-
mera participación y prime-
ra canadiense en ganar un
torneo del Grand Slam. To-
do ello, teniendo por delan-
te a una de las mejores te-
nistas de la historia, como
Serena Williams, que bus-
caba su séptimo título en
Nueva York e igualar así los
24 majors de Margaret
Court. Con 19 años, dio un
ejemplo de calidad y aplo-
mo, sofocando la peligrosa
reacción de su rival en el
último tramo del partido.

El diamante que le consa-
gra como el mejor vallista
del circuito es un aval antes
del Mundial de atletismo
que se inicia en Doha, a fi-
nales de mes. Ya lo ganó
también en 2016, año en el
que obtuvo la plata olímpi-
ca ya como español. Para
imponerse en la finales de
la Liga de Diamante, le bas-
tó una marca de 13.22 en
los 110 vallas. El oro al que
aspira en Doha y, el próxi-
mo año, en Tokio, exigirá
correr más rápido, pero us-
ted ya ha demostrado que
es capaz de hacerlo.

A los 38 años dice usted
adiós después de una prolífi-
ca carrera, en la que ha juga-
do en tres de las cuatro ligas
más importantes, la españo-
la, la inglesa y la italiana,
además de en los dos princi-
pales clubes españoles, Real
Madrid y Barcelona. Lo hace
desde Qatar, su último desti-
no. Lo importante, ahora, es
que todo su conocimiento
sirva para hacer evolucionar
todavía más al fútbol de su
continente, África, con el
que, pese a vivir más de me-
dia vida en Europa, siempre
se ha sentido muy unido.

Que el Madrid tenga un
equipo femenino, algo que
formalmente será una rea-
lidad plena la temporada
próxima, se debe a su em-
peño y excelente labor du-
rante todos estos años al
frente del Tacón. Por ello, el
9-1 encajado contra el Bar-
celona en la primera jorna-
da de la máxima categoría,
a la que ha ascendido, debe
ser un estímulo y una ad-
vertencia de que será nece-
sario invertir para crecer. El
nivel del Barça es difícil de
alcanzar en poco tiempo,
pero competir es posible.
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