El Mundo - 02.09.2019

(C. Jardin) #1

EL MUNDO. LUNES 2 DE SEPTIEMBRE DE 2019


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MUNDO i


Alemania inclina la


cabeza ante Polonia


L El presidente Frank-Walter Steinmeier pide perdón a las víctimas


polacas de la «tiranía» germana en el 80º aniversario de la II Guerra


Mundial L Varsovia arremete contra Moscú, ausente en el acto


Los museos,


nuevo campo


de batalla


El Gobierno polaco se vuelca en el control de


los centros históricos de la II Guerra Mundial


JAVIER ESPINOSA VARSOVIA


ENVIADO ESPECIAL


La alocución de Frank-Walter Stein-
meier fue el eje principal de los
eventos que se desarrollaron ayer
en la ciudad polaca de Wielun, que
fue brutalmente bombardeada por
decenas de aviones comandados
por Wolfram von Richthofen, el
mismo personaje que lideró la Le-
gión Cóndor que arrasó Guernica,
en uno de los primeros episodios de
aquel devastador conflicto mundial.
Las diversas oleadas de ataques
aéreos que se sucedieron desde
poco antes de las 05.00 horas has-
ta las 14.00 horas
destruyeron cerca
de un 70% de esa
pequeña metrópoli
sin ningún significa-
do estratégico, ma-
tando a 1.200 de sus
16.000 habitantes.
«Agacho la cabe-
za ante las víctimas
del ataque en Wie-
lun, inclino la cabe-
za ante las víctimas
polacas de la tiranía
alemana y les pido
perdón. Quiero ase-
gurarle que no olvi-
daremos y asumire-
mos la responsabili-
dad que nos ha
impuesto nuestra
historia», afirmó el
presidente alemán
en el acto que presi-
dió junto a su ho-
mólogo local,
Andrzej Duda.
Steinmeier aña-
dió que fueron «ale-
manes quienes co-
metieron un crimen
contra la humani-
dad en Polonia.
Quien diga que el reino de terror
de los nazis en Europa es un even-
to marginal en la historia alemana,
sólo se juzga a sí mismo».
Steinmeier y Duda, junto al res-
to de los invitados y los residentes
de esta ciudad situada a 200 kiló-
metros de Varsovia, mantuvieron
un minuto de silencio en recuerdo
de las víctimas de aquella san-
grienta ofensiva aérea.
Duda agradeció las palabras de
Steinmeier y dijo que suponen una
suerte de «satisfacción moral».
«Puedo observar a un hombre
que ha venido con humildad, a in-
clinar su cabeza para rendir home-
naje, para compartir el dolor. To-
dos los que estáis reunidos aquí,


¿pensáis que es fácil venir a una
ciudad que ha sido destruida por
los alemanes? ¿Mirar a los ojos de
los que sobrevivieron?», argumen-
tó el jefe del Estado polaco.
La conmemoración de Wielun
se inscribió en una emotiva jorna-
da en la que los polacos recorda-
ron el primer día de una contienda
que asoló su país, uno de los que
mayores daños sufrió tanto en ba-
jas humanas como en destrucción
física, y que incluso tras la conclu-
sión del conflicto se mantuvo so-
metido por un régimen dictatorial
sostenido por la Unión Soviética.

Ayer, la principal cita de esta
emblemática fecha se desarrolló
en Varsovia, en la Plaza de Pil-
sudski, referente insigne del na-
cionalismo polaco y donde se en-
cuentra la tumba del soldado des-
conocido.
Allí, el presidente polaco apro-
vechó la ocasión para criticar de
forma indirecta a Rusia, un país
con el que la Administración po-
laca mantienen una enconada
pugna hasta el punto de no haber
invitado a esta jornada –algo que
sí ocurrió en 2009– a su jefe de
Estado, Vladimir Putin.
Sin citar de forma
expresa a Rusia, Du-
da dijo que en «los úl-
timos tiempos hemos
visto, incluso en Euro-
pa, el retorno de las
tendencias imperialis-
tas, los intentos de
cambiar las fronteras
por la fuerza, los ata-
ques a los Estados y
la sumisión de los ciu-
dadanos. Cerrar los
ojos no es bueno para
la paz».
Duda se entrevistó
el sábado con su ho-
mólogo ucraniano,
Volodimir Zelensky, y
secundó la petición de
que la Unión Europea
refuerce las sanciones
a Moscú por su inter-
vención en el territo-
rio de este último
país.
La representación
española en este ani-
versario estuvo a car-
go del titular de Exte-
riores, Josep Borrell,
que advirtió que «los
nacionalismos, enten-
didos como la supremacía de un
pueblo sobre los demás, fueron el
origen de la guerra».
Pese al tono conciliador que
mantuvieron los representantes
polacos hacia la delegación ale-
mana –que también contó con la
presencia de Angela Merkel–,
Varsovia ha utilizado el aniversa-
rio histórico para repetir su exi-
gencia de que Berlín indemnice a
su país por los estragos que le
causó en aquellos terribles años.
«Perdimos seis millones de
personas, mucho más que cual-
quier otro de los países que reci-
bieron grandes indemnizaciones.
No es justo», señaló el primer mi-
nistro Morawiecki.

Presencia americana.
Polonia sufrió ayer la
ausencia de Donald Trump,
pero contó con la presencia
del asesor de Seguridad
Nacional, John Bolton, y del
vicepresidente Mike Pence.

Encuentro con Kiev.
Pence aprovechó para verse
con el presidente ucraniano,
Zelensky. «La relación entre
ambos países nunca ha sido
tan estrecha», apuntó Pence.

ESTADOS UNIDOS ATA
LAZOS CON UCRANIA

El presidente alemán, Steinmeier, ayer, en Wielun. AFP


A la izda., Bolton; a la dcha., Kaczynski; en el centro, Merkel. GETTY


J. ESPINOSA GDANSK (POLONIA)


La recreación comenzó con tres
enormes explosiones que hicieron
elevarse bolas de fuego entre la ar-
boleda. Pretendía emular el es-
truendo que debió causar el bom-
bardeo inicial del navío Schleswig-
Holstein cuando abrió fuego poco
antes de las 05.00 horas contra las
posiciones polacas en Westerplatte
aquel 1 de septiembre de 1939.
En cuestión de segundos, la mis-
ma Península que asistió a lo que se
considera la primera refriega de la
Segunda Guerra Mundial volvió a
quedar dominada por el repiqueteo
de ametralladoras propias de museo
como la CKM-30, los disparos de ri-
fles y las carreras de los actores ata-
viados con uniformes del ejército
polaco y alemán de la época.
«Los polacos sabían que los ale-
manes se estaban preparando para
la guerra y ellos hicieron lo mis-

mo», explicaba un locutor a través
de un altavoz.
El propio plan de los polacos es-
tablecía que esa posición –donde
unos 200 soldados se enfrentaban
a una fuerza alemana muy supe-
rior– debía frenar la ofensiva tan
sólo durante una jornada. Aguantó
durante una semana.
«Westerplatte se convirtió en todo
un símbolo de la resistencia de los
polacos. Durante los primeros días
de la guerra la radio explicaba que
seguían peleando y eso servía para
mantener la esperanza», aseguraba
Piotr Tortop, un agente de seguros
de 49 años, vestido como un tenien-
te del ejército polaco de 1939.
Westerplatte y el resto de Polo-
nia evocaron ayer el triste aniversa-
rio del inicio de la conflagración
mundial en un instante en el que el
recuerdo de ese negro periodo se
encuentra sometido a una viva po-
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