El Mundo - 02.09.2019

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Como verán mis lectores no miento sino
lo imprescindible. El 31 de julio les dije
que me iba a pasar el mes sin dar golpe
en mi pequeño jardín entre saltamontes
y avispas, sin ver gente de pantalones ro-
jos, esperando a que los pezones de las
granadas se hicieran estrellas. Me des-
pierta del largo sueño a la sombra del granado, Ramón, con
el que juego al golf, es un tipo maravilloso que sabe distin-
guir la corbata roja de un petirrojo de las alas doradas de un
jilguero. Ramón me dice que hay alillas en mi granado
anunciando el otoño. Mi amigo llama alillas a los papamos-
cas, que como su nombre indica papean no solo moscas, si-
no mosquitos y mariposas. Me cuenta que ya se van a Áfri-
ca, como las golondrinas y las cigüeñas blancas, aunque no
pueden volar tanto como las andorinas que atraviesan un
continente en un viaje de 7.000 kilómetros.
Se acerca el otoño y todo sigue igual. Los del PSOE
continúan burlando con la improbable investidura de sep-

tiembre. Pablo Iglesias confiesa que Pedro Sánchez no le

llama ni le escribe y sospecha que va a convocar eleccio-

nes. La riña se ha trasladado al jiñadero de las redes don-

de los miles de papamoscas del presupuesto dan caña sin

piedad a los podemitas que también quieren chupar del

bote y responden en plan faltón en los paseos de los trolls.

Mientras, Pedro Sánchez sigue queriendo gobernar sólo,

y como ha escrito Ignacio Varela, «ha dejado claro que no

confía en nadie salvo en su persona». Pero cuidado que

con él no se cumpla la sentencia de Virgilio: «A los que se

atreven les sonríe la suerte». Ha aprendido a atacar y de-

fender sin balón desde la posición teórica del centro que

es lo que quiere la Europa, atormenta-

da por Boris Johnson y Matteo Salvini;

también es lo que prefiere el Ibex, la co-

lla de los banqueros, Iván Redondo y

todos los que saben que la socialdemo-

cracia sobreactúa para movilizar a los

izquierdosos pero gobierna en sintonía

con el sabanazo y el armiño.

Acaba de decir Sánchez que si hubiera elecciones la esta-

bilidad que ofrece el PSOE tendrían el apoyo de una mayo-

ría más amplia, aunque él prefiera investidura a elecciones.

Además propondrá a Iglesias el programa común miterran-

dista pero sin bichos antisistema en el Consejo de Ministros.

Según Pedro, sin Pablo, España se tranquilizaría con un Go-

bierno monocolor, con la desleal colaboración del PNV y

otros apaños. El peligro de catástrofe sigue ahí en Cataluña

donde, una vez más, los españoles son enemigos de los es-

pañoles. La pajarraca unilateral está asegurada y quizás no

haya Gobierno para aplicar el 155.

Pregunta.– Su madre se dedicaba a la res-
tauración, ¿qué aprendió tras los fogones?
Respuesta.– De mis padres he aprendido a
ser trabajadora y luchadora.
P.– ¿Es cierto que a su madre no la dejaban
salir al público en el restaurante por fea?
R.– Sí. Ella trabajó en un restaurante en la
cocina y no le dejaban salir porque tiene un
angioma en la cara y decían que era dema-
siado fea. Y, por su carácter, acabó siendo la
jefa de sala del local.
P.– ¿Cuál fue el motivo de su despido en OT?
R.– Ya lo dijo Gestmusic: no alcanzaba las
expectativas que ellos tenían y ya está.
P.– ¿OT en un lobo con piel de cordero?
R.– No. Es un reality de música de gente jo-
ven con muchas ganas de triunfar.
P.– ¿Tuvo que hacer muchas concesiones en
su infancia para ser aceptada?
R.– El bullying que sufrí fue por el físico y es
imposible no aparentar el físico que tienes.

Cuando eres gorda, eres gorda. Siempre me

quedo con las cosas positivas. Me hicieron

bullying, me pegaban y me insultaban, pero

también he sido la líder de la clase.

P.– Los que antes le hacían bullying ahora

son sus fans. ¿Ésa es la mejor venganza?

R.– No soy vengativa. Es como un karma.

Es curioso que la gente que antes me insul-

taba, ahora sea fan. Es una de las mejores

cosas que te puede pasar que la gente se dé

cuenta y te pida disculpas.

P.– Se dio un beso con la alcaldesa de Barce-

lona para el Orgullo. ¿A qué sabe Ada Colau?

R.– Ese día besé a Magali, a chicos trans y a

Ada Colau. Todos esos besos supieron a li-

bertad y a ponerle caras a las siglas LGTBI.

No sólo somos siglas, somos personas.

P.– Ha confesado que le han insultado por

ser feminista, gorda y lesbiana. ¿Cuál es el

insulto que más duele?

R.– Me da igual que me insulten. Seguiré

muy feliz de ser gorda, feminista y lesbiana.

P.– ¿Corren malos tiempos para salir del ar-

mario? Parece que damos pasos hacia atrás.

R.– Si estuviéramos retrocediendo, no me es-

tarías haciendo esta entrevista. De momento,

no me pegan como en otros países. Pero cada

vez sube más la agresividad y la homofobia.

P.– ¿Cómo vive una persona XXL una vida S?

R.– Con incomodidad. Ir en aviones o sen-

tarte en bares con asientos que tienen bra-

zos que no te cabe ni el culo es incómodo.

Me he llegado a hacer daño y tengo marcas

en las piernas por no caber en un asiento.

P.– Un 40% de mujeres tiene dificultades pa-

ra encontrar su talla de ropa. ¿Por qué?

R.– Se lo deberías preguntar al señor de In-

ditex. Tengo muchas amigas que tienen una

40 y les cuesta encontrar ropa.

P.– Sostiene que las mujeres no estamos di-

señadas para dar placer a los hombres.

R.– Bueno, me preguntaban si el feminismo

ha cambiado el sexo y yo respondí que ha

hecho que se entienda que las mujeres no

estamos diseñadas para dar placer exclusi-

vamente a los hombres, sino también para

recibirlo. Que no se malinterprete. Lo que

quería decir es que tenemos el mismo dere-

cho a sentir placer sexual que los hombres.

P.– ¿Los hombres tienen mucha o poca idea

de la sexualidad femenina?

R.– El feminismo ha abierto los ojos para

que se tenga más en cuenta el placer feme-

nino. Muchos hombres cada vez están más

abiertos a aprender que el sexo es una cosa

de compartir y no sólo ver películas porno.

P.– ¿Liga mucho?

R.– Sí. Tengo suerte y estoy bien rodeada.

LA ENTREVISTA FINAL

ITZIAR CASTRO. Barcelona, 1977. La actriz y ex profesora de ‘Operación Triunfo’

rueda una comedia para HBO, que critica con humor el postureo. A lomos de la moto

Metropolis, de la que es madrina, vive libre de prejuicios y reivindica la diferencia.

Pedro y los

papamoscas

EL RUIDO DE LA CALLE

RAÚL DEL POZO

«Me da igual

que me insulten

por ser gorda

y lesbiana»

EFE

HA TRABAJADO CON RISTO

MEJIDE, ¿ES FÁCIL DE

AGUANTAR? Participar en

‘Todo es mentira’ ha sido

fantástico. Aguantar no es la palabra. Risto es

un tipo muy inteligente, sabe muchísimo de

tele y he aprendido mucho de él. Ya no trabajo

en el programa porque estoy con la serie de

HBO ‘Por H o por B’ y no tengo hueco.

LA ÚLTIMA

PREGUNTA

ANA DEL BARRIO

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