National Geographic Viajes - 09.2019

(ff) #1

PP


I


yo

eTnna

Lojaaa

as

A a

ama

baa

Esmeraldas

LLaa

ssSalinaaas

GGu

e

G

O


c


é


a


n


o


P


a


c


í


f


i


c


o


Reees seer rvaFFaauunnaaa dadee
Cu uy

NNaaPPa aacioarqqueonaeal

Sibaaammbem TrenNarizdel Diabloaa
AlausíAAl íAlA

Otavalooo Cerro Imbabura
Ciu d L
Volololcáán Pichlcc
uRu i ntag
VolcánVAntisanaaa
VolcánCotopaxi e xi

m ngn

atoado

mo
Volcán ua

Rio
Aguarriccccooooo

Laggg Ari

Baños de
Agua Santa

100 kkkm

a los intrusos, los hoatzín adul-
tos alzan el vuelo pesadamente,
rezongando y mostrando su cara
azul rematada por una cresta.

Al final de la época de lluvias,
en mayo, el nivel del agua llega
a subir más de diez metros en el
Parque Nacional de Yasuní. Las
canoas se convierten en el medio
de transporte idóneo para pene-
trar en la varzea, el bosque que se
inunda estacionalmente. Lagu-
nas prácticamente inaccesibles el
resto del año, después de las llu-
vias pueden recorrerse a bordo
de pequeñas embarcaciones que
sortean la vegetación y permiten
descubrir fabulosas colonias de
aves nidificantes. Como una de la
rara garza agamí, situada en un rin-
cón remoto de Yasuní. Más de 600
ejemplares de esta especie se reú-
nen en una de las pocas colonias

conocidas del mundo, que guardan
con celo sus preciosos huevos azu-
les entre una gran algarabía.
Los aficionados a la ornitología
buscan entre las ramas o sobrevo-
lando el bosque la silueta del águila
harpía, extraordinariamente difí-
cil de avistar. La rapaz más podero-
sa del planeta se ha convertido en
casi un mito. Cunsi Pindo, «la seño-
ra de los monos» en lengua cofán,
tiene las garras de mayor tamaño
de entre todas las águilas, compa-
rables a las de un oso grizzly. Y las
más fuertes. Le sirven para cazar
animales de proporciones consi-
derables como perezosos de dos
dedos, monos aulladores y, ocasio-
nalmente, algún felino.
Voy en su búsqueda con el exper-
to guía de la etnia secoya que, du-
rante el recorrido por intrincados
senderos, corta una gruesa liana
y me da para que beba de ella: es

el bejuco de agua. Nos quedamos
junto a un gran árbol y, después de
una emocionante espera, escucho
el inconfundible grito del águila
harpía. Al cabo de poco llega el
momento culminante y la puedo
observar mientras mueve la ca-
beza graciosamente de un lado a
otro, levantando su característica
corona de plumas. Posiblemente,
camuflado entre la vegetación, nos
estará observando alguno de los
seis tipos de felinos que habitan
esta selva, entre ellos el jaguar.

De vuelta a las confortables ca-
bañas, queda disfrutar de la cena
contemplando la laguna al ano-
checer. En pocos días volveremos
a Quito y a sus volcanes, un cambio
de paisaje y de cultura que confir-
ma la diversidad que ha hecho de
Ecuador uno de los destinos más
interesantes de América. ]

Documentación. Pasaporte.
Moneda. Dólar estadounidense.
Los restaurantes suelen cobrar un
10% de servicio, pero se puede dar
propina. A los guías es habitual
darles propina al final del viaje.
Cómo llegar. Hay vuelos directos
a Quito desde Madrid.
Cómo moverse. En Quito, los
taxis oficiales son de color amari-
llo y tienen taxímetro. Es posible
recorrer el país entero en autobús.
También hay vuelos entre Quito,
Guayaquil y Cuenca, y con los par-
ques amazónicos.
Salud. Se recomienda la vacuna de
la fiebre amarilla y, en la selva, la
profilaxis antipalúdica. Para evitar
l mal de altura conviene realizar
xcursiones de aclimatación.

Ecuador, fácil


y muy diverso

Free download pdf