EL MUNDO. MIÉRCOLES 21 DE AGOSTO DE 2019
17
i
MUNDO
meses en los que Conte ha estado
al frente del Gobierno ha ido con-
solidando un perfil propio y un
espacio de autonomía diferencia-
do. Un espacio que se ha aprove-
chado de la falta de presencia po-
lítica de Di Maio para convertirse
en el verdadero contrapeso del
Gobierno ante el creciente prota-
gonismo de Matteo Salvini.
Giuseppe Conte, que juró su
cargo hace un año presentándose
como «abogado defensor del pue-
blo» en sintonía con el populismo
del Gobierno, ha presentado su
dimisión, paradójicamente, con
un discurso en el que ha reivindi-
cado su perfil de garante de las
instituciones frente a las exube-rantes muestras de poder de Sal-
vini. La clave de su discurso, pre-
cisamente, ha sido un duro ajuste
de cuentas con el ministro del In-
terior, acompañado de la presen-tación de un programa político
como canto al europeísmo. Con el
cual, ahora que la maquinaria
institucional vuelve a ponerse enfuncionamiento para formar un
nuevo Gobierno, presenta su can-
didatura a seguir teniendo un pa-
pel en la política italiana.
Lo cierto es que Conte ha acusa-
do a Salvini de irresponsabilidad
por romper el Gobierno cabalgan-
do un estado de opinión favorable.
Pero no puede descartarse que el
propio Conte esté diseñando su fu-
turo a lomos de encuestas que le
otorgan desde junio un consenso
creciente en torno al 12%. En un
escenario político personalista y
sin partidos fuertes, la mejor brú-
jula para interpretar cada gesto si-
gue siendo la posibilidad de maxi-
mizar el poder. Y nadie da una
puntada sin hilo.MARCOS IRIARTE MADRID^
Dos jornadas de paz ha tenido el
Ibex. Y en la tercera, Italia trajo de
nuevo el rojo. El Ibex se hundió
ayer un 1,32% en otra jornada ten-
sa, una más, de este mes de agosto.
Esta vez fue la crisis política desa-
tada en Italia, el principal socio de
nuestro país en el Mediterráneo y
tercer receptor mundial de nuestras
exportaciones, la detonante del
hundimiento del selectivo.
Tal es la importancia para la eco-
nomía española del país transalpi-
no, que la Bolsa de Madrid llegó a
caer incluso más que la Bolsa de
Milán, el FTSE MIB, que cerró con
un 1,11% de pérdidas tras la dimi-
sión de Giuseppe Conte como pri-
mer ministro. Todas las bolsas eu-
ropeas sufrieron, pero el Ibex se
llevó la palma.
En la apertura, nada hacía vatici-
nar una caída de tal envergadura.
Todo lo más, y tras dos jornadas de
subidas, se esperaba una sesión
modesta por la recogida de benefi-
cios. Y es que el anuncio de distin-
tos tipos de medidas de estímulo
para evitar (o amortiguar) una po-
sible recesión global habían devuel-
to aparentemente la tranquilidad a
los mercados desde el viernes.
Por un lado, por la posibilidad de
que el Banco Central Europeo
(BCE), este septiembre, vaya inclu-
so un paso más allá en su estrate-
gia de compra de deuda y baraje
por primera vez en la historia la
adquisición de acciones; un hito
que tuvo un efecto inmediato en
las Bolsas europeas, frenando en
seco las sangrías de las dos últimas
semanas desde que trascendió la
noticia el pasado viernes.
Por otro lado, por los planes de
estímulo que el Gobierno alemán
tiene sobre su mesa para intentar
evitar una nueva contracción en el
tercer trimestre –lo que le llevaría
a entrar en recesión técnica– y quepasan por estimular su gasto públi-
co con una inyección de unos
50.000 millones con cargo a su
deuda pública, que también fue
acogido con entusiasmo por las
bolsas. Hasta ayer, que llegó Italia.
Y es que la interdependencia del
mercado italiano y el español es
evidente. El efecto Salvini ya sacu-
dió la semana pasada al selectivo
español y arrastró a nuestra primade riesgo, cuando hizo saltar por
los aires el acuerdo de Gobierno.
La dimisión ayer en el Senado del
primer ministro Giuseppe Conte y
su advertencia de que la maniobra
de Matteo Salvini aboca al país
transalpino a una gran crisis eco-
nómica, llevó a pérdidas a todas las
bolsas europeas, aunque en mayor
medida a la española.SIN CONTAGIO A LA DEUDA
Los principales parqués del Viejo
Continente también acabaron con
caídas: del 0,95% en Londres, del
0,55% en Fráncfort y del 0,5% en
París. La Bolsa italiana, paradójica-
mente, llegó a caer menos que la
española, con un 1,11%, tal vez
más acostumbrada a la inestabili-
dad política.
Esta vez, la crisis no tuvo el mis-
mo reflejo en el mercado de deuda.
Si la prima de riesgo italia escaló
hasta los 235 puntos cuando Salvi-
ni anticipó la ruptura del Gobierno,
la dimisión ayer de Conte apenas
llevó su diferencial con el bono ale-
mán hasta los 210 puntos básicos.
La prima de riesgo española tam-
poco se disparó y se quedó en el
entorno de los 78 puntos básicos.
Buena parte del arrastre del Ibex
fue achacable a los bancos y a su
gran exposición tanto a Italia como
a su deuda. La mayor caída de las
entidades españolas fue la de Sa-
badell (-3,38%), seguida de Caixa-
Bank (-2,75%).
Y es que la interconexión em-
presarial entre España e Italia es
muy estrecha. Endesa, por ejem-
plo, está controlada por la eléctri-
ca pública italiana Enel, Abertis
–se reparte hoy entre la familia
italiana Benetton y la constructo-
ra ACS– Mediaset –uno de los va-
lores más castigados en la sesión
de ayer (-3%)– es uno de los gru-
pos de comunicación más arrai-
gados en España.La incertidumbre tumba las
bolsas y se ceba con el Ibex
La crisis italiana corta en seco la tímida recuperación de los
mercados en Europa y hunde un 1,32% al selectivo español
Lejos de actuar
como un hombre
de paja, Conte se
hizo un perfil propioDATOS
-1,11%
De caída. La bolsa de Milán
reaccionó ayer con una
caída menor que el Ibex a
la dimisión de su primer
ministro, Giuseppe Conte. El
FTSE MIB cedió un 1,11% y el
selectivo español, un 1,32%.235
Puntos de prima. Es el nivel
que alcanzó la prima de riesgo
italiana cuando Matteo Salvini
dio por rota la coalición de
gobierno, el pasado 9 de
agosto. Ayer la deuda no
sufrió tanto, ni arrastró a la
española como entonces. Su
diferencial con el ‘bund’ se
quedó en 210 puntos.1.
Millones de euros. Es el
saldo positivo para España
con el que cerró 2018 sus
exportaciones a Italia. Sólo
Francia y Alemania importan
más productos españoles
que el país transalpino.