El Mundo - 21.08.2019

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EL MUNDO. MIÉRCOLES 21 DE AGOSTO DE 2019
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MUNDO
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ALBERTO MUÑOZ LONDRES
BEATRIZ RÍOS BRUSELAS^
El primer ministro británico, Boris
Johnson, envió ayer una carta abier-
ta al presidente del Consejo Europeo,
Donald Tusk, exponiéndole sus re-
servas acerca de la salvaguarda en
Irlanda y pidiéndole que la retire pa-
ra poder llegar a un acuerdo que evi-

te un Brexit desordenado el próximo
31 de octubre. La respuesta desde
Bruselas no se hizo esperar y Tusk
se mostró tajante: «Quienes se opo-
nen al backstop [salvaguarda irlan-
desa] y no proponen alternativas
realistas apoyan de facto el restable-
cimiento de una frontera. Incluso
aunque no lo admitan».

El premier británico repitió una
vez más que la salvaguarda –el me-
canismo que permite a Irlanda del
Norte quedarse en la unión aduane-
ra y el mercado único hasta que se
encuentre una solución mejor– es
«antidemocrática e inconsistente con
la soberanía del Reino Unido», ya
que el país quedaría dividido por el

mar de Irlanda y «potencialmente»
atrapado indefinidamente en un
«tratado internacional». Además,
Johnson argumenta que ésta pone
en peligro los Acuerdos del Viernes
Santo, en vez de protegerlos como
argumenta la UE, y que comprome-
te la habilidad de la nación para ela-
borar sus propias leyes al margen de
lo que dicte el continente.
Por su parte, Tusk recordó que el
backstop fue establecido como una
salvaguarda para evitar una fronte-
ra dura en la isla de Irlanda. Y la
Comisión Europea dejó ayer claro
que comparte su visión.
«La carta [de Johnson] no pro-
porciona una solución legal y ope-
rativa para evitar el regreso de una
frontera dura en la isla de Irlanda»,
apuntó la portavoz del
Ejecutivo europeo, Na-
tasha Bertaud. La Comi-
sión criticó que la misiva
de Johnson no especifica
los «arreglos alternati-
vos» para sustituir el
backstop, mediante el cu-
al Irlanda del Norte per-
manece alineada con
gran parte de la regula-
ción del mercado único
de la UE, y el resto de
Reino Unido, en una
unión aduanera, durante
el tiempo que duren las
negociaciones sobre la re-
lación futura. «De hecho,
reconoce que no hay ga-
rantía de que tales arre-
glos estarán vigentes pa-
ra el final del período de
transición», apuntó Ber-
taud. Y esto es una línea
roja para Bruselas. No le
vale con «compromisos»,
quiere soluciones legales
que funcionen.
La Unión Europea
cree que hay espacio pa-
ra el diálogo, para encon-
trar alternativas pero,
eso sí, en el marco de la
declaración política so-
bre la relación futura y
siempre y cuando estén
en línea con el Acuerdo
de Salida. Un acuerdo
técnico y larguísimo que
establece las condiciones
de divorcio entre ambas
partes y que Londres y
los 27 firmaron ya en noviembre de
2018, con Theresa May aún como
primera ministra. Johnson rechaza
ahora el texto contra el que la Cá-
mara de los Comunes, por distintas
razones, ha votado en contra hasta
tres veces.
Pese a todo, Bruselas aplaudió
que Reino Unido siga comprometi-
do con una salida ordenada «que va
en el interés tanto de la Unión Euro-
pea como de Reino Unido», pero las
relaciones están estancadas. A pesar
de que quedan poco más de dos me-
ses para la fecha prevista para el
Brexit, el 31 de octubre, el diálogo
entre Bruselas y Londres es prácti-
camente inexistente. Ni si quiera los
jefes negociadores de ambas partes,
Michel Barnier por la UE, y Steve
Barclay por el Reino Unido, se han
reunido aún. Y se acaba el tiempo.

Precisamente ayer, otra decisión
de Londres vino a profundizar ese
distanciamiento. El ministro británi-
co para el Brexit, Steve Barclay, ase-
guró que a partir de septiembre el
Reino Unido acudirá a menos de la
mitad de las reuniones que organi-
ce la Unión Europea. El Gobierno
británico sólo enviará representan-
tes a aquellas en las que se discutan
«materias de gran interés nacional,
como por ejemplo aquellas sobre
seguridad», aunque otros asuntos
que se van a tener en cuenta serán
el Brexit, la soberanía, las relacio-
nes internacionales y la economía.
«Perdemos una gran cantidad de
tiempo y esfuerzo yendo a las reu-
niones de la Unión Europea. El he-
cho de ir es sólo la punta del ice-

berg. Nuestros diplomáticos, que
son de talla mundial, emplean mu-
chas horas en prepararse para
ellas. A partir de ahora sólo acudi-
remos a aquellas que de verdad im-
porten, reduciendo la asistencia a
menos de la mitad y ahorrándonos
cientos de horas de trabajo. Esto
permitirá que nuestros ministros y
funcionarios tengan más tiempo li-
bre para llevar a cabo los prepara-
tivos para nuestra salida el próximo
31 de octubre y empezar a trabajar
en las oportunidades que se abrirán
a partir de entonces», explicó Bar-
clay. La intención de Londres, aña-
dió, «no es boicotear el funciona-
miento de la UE» y por eso ha
anunciado a la Presidencia rotato-
ria del Consejo –que hasta el próxi-
mo diciembre recae en Finlandia–
que delegará su voto.

El primer ministro británico, Boris Johnson, en Downing Street, la sede del Gobierno. WILL OLIVER / EFE


Londres pide que se retire


la ‘salvaguarda irlandesa’


La UE rechaza con firmeza la propuesta de Johnson y Reino Unido


anuncia a su vez que dejará de acudir a las reuniones comunitarias


El presidente del Consejo Europeo, Tusk. REUTERS


Imagen de la carta de Johnson a Tusk. AFP

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