Women s Health Latin America - 03/2019

(Marcos Rangel8XvY7R) #1

womenshealthlatam.com Marzo 2019 | WOMEN’S HEALTH 81


MENTE
FUERTE

Tendencia a llorar


A veces nuestras emociones
nos superan, y nuestro siste-
ma nervioso responde con lá-
grimas. Y los estudios mues-
tran que las mujeres lloramos
tres veces más que los hom-
bres. (Dato curioso: los nive-
les más altos de testosterona
en los hombres, inhiben la
creación de lágrimas, proba-
blemente un desarrollo evolu-
tivo). El acto tiene una mala
reputación porque tendemos
a asociarlo con los bebés, que
son débiles e indefensos, no
son exactamente las cualida-
des ideales en un empleado o
una pareja. Sin embargo, el
llanto tiene un propósito legí-
timo. No sólo libera hormo-
nas del estrés, sino que tam-
bién “demuestra que te preo-
cupas tanto que realmente te
afecta lo que está pasando”,
dice Stanton. No significa que
seas inmadura o que no pue-
das aceptar las críticas, sino
que eres apasionada, algo
que debería ser una caracte-
rística atractiva en donde sea.

Canalízalo
Sobre todo en el trabajo,
el llanto puede hacer que
las personas (especialmente
tu jefe) se sientan incómo-
das. Pero no tienes que
correr al baño cada vez que
tus ojos se llenen de lágri-
mas. Lo mejor que puedes
hacer para tranquilizar a
todos, afirmar tu madurez
y recuperarte es aceptar
el llanto. Di: “Me estoy
emocionando porque me
preocupo mucho por X”,
sugiere Stanton. Tómate
un minuto para respirar y,
en lugar de asustarte por
tu crisis momentánea, pien-
sa en por qué lloras. ¿Estás
abrumada por demasiados
pendientes? ¿Frustrada
porque tus esfuerzos no
coinciden con las expectati-
vas? Una vez que lo descu-
bras, puedes tener una con-
versación productiva sobre
cómo proceder. Este enfo-
que también funciona con
tu pareja y amigos.

Platicadora


Los dos sexos hablan lo
mismo –aproximadamente
16 mil palabras– al día, según
un estudio publicado recien-
temente en Science. Sin em-
bargo, pensamos en ser pla-
ticadoras como un rasgo de-
cididamente femenino, y no
uno muy bueno. “Una mujer
que habla mucho podría ser
calificada como chismosa y
ser considerada poco confia-
ble, mientras que un hombre
podría ser calificado de so-
cial y agradable”, dice Smith.
Pero los chismes, argumen-
tan los sociólogos, pueden
ser muy útiles para construir
una relación social, vínculos
sanos, incluso confianza,
siempre que sea del tipo
correcto.

Canalízalo
Las pláticas productivas re-
quieren “hablar sobre algo”,
no “hablar en contra de
algo”. El primero mantiene a
las personas informadas
acerca de las conexiones mu-
tuas; el último podría dañar
tu relación o la de otra perso-
na con la persona de interés.
Así que pregúntate en cada
conversación: ¿te gustaría
que alguien dijera esto sobre
ti? Y presta atención a los pe-
queños detalles cuando otros
hablan para que puedas
mencionarlos más tarde.
Cualquier persona (tu vecino,
pareja, o una amiga) se senti-
rá más cerca de ti cuando re-
cuerdes el nombre de su ca-
chorro (o hijo).

Sensibilidad


Si hay algún rasgo que es
injustamente considerado
un defecto de género, es
este. Según las investigacio-
nes, los inversionistas po-
tenciales ven el entusiasmo
en las empresarias como un
defecto (en comparación
con los hombres), y a las
personas altamente sensi-
bles les va peor en el amor.
“Existe una idea generaliza-
da de que eres emocional o
racional y que no puedes
ser ambos simultáneamen-
te”, apunta Smith. “Las per-
sonas a menudo piensan
que las mujeres sensibles
son débiles o incapaces de
mantener el control, ya que
sus emociones deben nu-
blar su juicio. Sin embargo,
ese definitivamente no es el
caso. De hecho, la sensibili-
dad puede alimentar las re-
laciones personales y profe-
sionales”, explica Stanton.

Canalízalo
Piensa en la sensibilidad
como un atributo. “Te per-
mite aprovechar tu intuición
y empatía en lugar de hacer
juicios rápidos”, señala
Stanton. En las reuniones,
sintoniza lo que las perso-
nas no están diciendo, iden-
tifica el lenguaje corporal.
Podrías darte cuenta de
que a tu jefe no le gusta
tanto una idea que propu-
siste, lo que te brinda la
oportunidad de resolver un
problema. O quizá te darás
cuenta de que una compa-
ñera de trabajo no tiene
tanta confianza en sí misma
como pensabas, y que apo-
yarla favorecería al equipo.
En casa, usa tu radar emo-
cional para ser una mejor
oyente. Cuando alguien ha-
ble, deja de lado tus senti-
mientos (piensa, “ahora no
es mi turno”) e imagina que
sus sentimientos son tuyos.
Maneja tu sensibilidad de
manera creativa para
ayudarlos.

Expresividad


¿Alguna vez has recibido
un correo electrónico de al-
guien con un nombre uni-
sex? Y ¿asumiste su género
con base en el tono? Así de
poderosa puede ser la ex-
presividad. Ser entusiasta
-mediante gestos, stickers,
signos de exclamación y
emojis en los mensajes-,
parece femenino porque es
una muestra física de emo-
ciones, que los “varoniles
hombres” evitan. Por su-
puesto, tú quieres que te
vean como una profesional
en el trabajo y madura en
tu vida romántica. “Sin em-
bargo, cuando eres más ex-
presiva, creas calidez en tus
conexiones, ayudándolas a
prosperar”, dice Stanton.


Canalízalo
No fuerces nada: si no estás
segura de que los emojis
sean apropiados en un mail
de trabajo, omítelos. Por el
contrario, si te sientes sofo-
cada por la puntuación y el
lenguaje formal, agrega al-
gunos. “Basa tus conversa-
ciones virtuales en la mane-
ra en que interactúas con
esa persona si te la encuen-
tras, y viceversa”, dice
Stanton. En tus círculos
personales, interactúa más.
Toca el hombro de una ami-
ga al saludarla; abre bien
los ojos cuando tu pareja te
cuente sobre su día. De lo
que se trata es de
ser más humana.

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