ECOS - 09.2019

(Michael S) #1
ECOS 9/2019 MUNDO HISP 47 ANO

Fotos: Thomas Linkel/laif, Shutterstock


tangible
, greifbar; handfest
la sombrilla
, Sonnenschirm
el regocijo
, Freude
estival
, sommerlich
el alivio
, Erleichterung
como por arte de magia
, wie durch Zauberhand
volar cometas
, Drachen steigen lassen
jugar al trompo
, Brummkreisel spielen
inherente a
, innewohnend, Teil von

mero/a
, bloß, rein
acertar
, treffen
triangular
, dreieckig
la pólvora
, (Schieß-)Pulver
la mecha
, (eigentlich) Lunte
ensordecedor
, ohrenbetäubend
el rectángulo
, Rechteck
la arcilla
, Tonerde

Cuando éramos
chicos y por fin
llegaban las vaca-
ciones de verano,
esos tres largos
meses que tenía-
mos por delante
eran la promesa más tangible de la feli-
cidad. Desayunar sin prisas con el canto
de los pájaros y preparar todo para ir a la
playa –la sombrilla, los juguetes– nos lle-
naba de un regocijo profundo. Atrás ha-
bían quedado las obligaciones y los días
nublados. Estábamos convencidos de
que esos meses estivales durarían para
siempre, y transcurrirían entre idas a la
playa y juegos en el jardín. Y, sin embargo,
a veces los días se nos hacían demasiado
largos. La felicidad daba paso a un vago
malestar, cuando por la tarde no había
nadie con quien jugar en el barrio y no sa-
bíamos qué hacer. Sí, nos aburríamos. En
esos momentos, sentíamos un gran ali-
vio cuando se aparecía, como por arte de
magia, nuestro tío Alejo y nos enseñaba a
volar cometas o jugar al trompo. Con las
cometas sentíamos volar también nues-
tro aburrimiento, que se alejaba hasta
convertirse en un puntito en el cielo y no
tardaba en desaparecer por completo. La
felicidad había vuelto.
El aburrimiento es la madre de todos los
juegos: las cartas, el fútbol y los video-
juegos. Si el siglo XX se distingue de los
anteriores por haber inventado la radio y
la televisión para combatirlo, el XXI fue
mucho más lejos aún. Internet, la telefo-
nía inteligente y los videojuegos parecen
haber acabado del todo con él. ¿Ha muerto
el aburrimiento? Si les creemos a algunos
filósofos, el aburrimiento no puede mo-
rir, pues es inherente a nuestra existencia.
Los que nacimos en el siglo XX sabemos
que, por fortuna, ahí están aún esos viejos
juegos, los de toda la vida, que han sobre-
vivido en España y América Latina a las
tecnologías. El secreto de su superviven-
cia reside en que se practican con gente de
carne y hueso. Como nosotros.

Colombia: el tejo
Los colombianos se han tomado muy en
serio este juego, hasta el punto de conver-
tirlo en un deporte reconocido por la ley
como deporte nacional de Colombia y
patrimonio cultural e inmaterial del país.
Existe incluso una Federación Colombia-
na de Tejo (Fedetejo). La verdad es que el
tejo empezó como un mero pasatiempo
–hace unos 500 años, si les creemos a los
historiadores– entre los indígenas co-
lombianos. Se trata de un juego sencillo,
pero explosivo. Los participantes lanzan
discos metálicos (tejos) de poco más de
medio kilo con el objetivo de acertar en
un círculo (bocín). Ahora bien, este círculo
está rodeado de pequeños sobres triangu-
lares con pólvora (mechas), que al golpe
del tejo estallan, produciendo un ruido
ensordecedor. El bocín y las mechas se en-
cuentran en un rectángulo relleno de ar-
cilla. Quien crea que es fácil, se equivoca.
¡El jugador y el bocín están separados por
una distancia de casi 20 metros! El tejo es
un juego muy popular en Colombia. Ju-
garlo es una ocasión para encontrarse con
los amigos, beber y hasta bailar.

C
C

¿Sabía usted que...?


En español existen diversas expresiones
relacionadas con el tiempo:
Hacer tiempo: entretenerse o esperar
mientras llega la hora
Matar el tiempo: entretenerse para
que el tiempo no se haga largo
Tiempo muerto: aquel que transcurre
sin actividad
Pasatiempo: actividad de diversión o
entretenimiento en que se ocupa un
rato de ocio
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