Elle Decoration

(Joyce) #1

ELLE DECOUPGRADE


S


u propio nombre lo dice
todo, la tumbona no sólo se
refiere a un tipo de mueble,

es un verdadero “modus vivendi”


que tiene mucho que ver también


con el arte de la pereza. Practicar


la idea de pasar buena parte del


día recostados está francamente


mal visto en el mundo contempo-


ráneo. Tenemos prejuicios mora-


les contra algo que se interpreta


como desidia e inactividad (¿se


acuerdan de Oblómov, aquel per-


sonaje de la novela de Goncha-


rov?) y eso a pesar de que nuestros


ancestros romanos se pasaban el


día en eltricliniumy, aun así, les


daba tiempo a invadir territorios y


conquistar el mundo. Tanto es así


que etruscos y romanos aparecen


representados en sus sarcófagos


reclinados como si estuvieran


dispuestos a iniciar una conversa-


ción o comerse un racimo de uvas.


Para ser precisos, esto es algo que


hacían los hombres, a las mujeres


no se les consintió esta postura hasta el siglo XVIII en Francia en


que, de pronto, se consideró una actitud elegante... A Camillo Bor-


guese también le hizo tilín la idea de ese tipo de postura y le encar-


gó a Canova una gran escultura que retratase a su mujer Paolina


(después Paolina Bonaparte) como una diosa Venus tumbada me-


dio desnuda (ella se jactaba de haber posado tal cual) en un diván


de estilo Imperio que emula el mobiliario romano.


E


n el siglo siguiente este tipo de mueble que los franceses
llaman “silla larga” (chaise-longue) y los ingleses “camas
de día” (daybeds) proliferaron sin pausa y hoy reposan por

los salones de los amantes de la comodidad. Eugenia Melián, que


fue agente de fotógrafos en París, recuerda colocar un futón enci-


ma de una de estas sillas largas para que durmiese allí el fotógrafo


de moda David Lachapelle que entonces estaba empezando su ca-


rrera. El siglo XX está plagado de ejemplos en los que arquitectos


y diseñadores ponen su ingenio al servicio de la innovación de este


tipo de silla. Una de las que más trascendencia ha tenido en el paisaje


interior contemporáneo es laLC4, la “máquina relajante” (relaxing


machine), que era como Le Corbusier llamaba a la tumbona que


diseñócon Charlotte Perriand y
Pierre Jeanneret. Según decía, la
idea para hacer este diseño surgió
de la observación de la postura de
los cowboys americanos, reclina-
dos y con los pies sobre la mesa.
El caso es que todo aquel que se
considerase moderno desde 1927
en adelante soñó con poseer una
de ellas, convirtiéndola en icono
contemporáneo. Tal es así que
existe un increíble libro en edi-
ciónlimitada que utiliza como
título la famosa frase que le dijo
Le Corbusier a Perriand cuan-
dofue a pedirle trabajo: Aquí no
bordamos cojines. “We Don’t
Embroider Cushions here” es una
compilación de imágenes reco-
gidaspor las artistas Augustine
y Josephine Rockebrune tras un
estudio exhaustivo del mundo de
las películas porno de las que han
extraído innumerables ejemplos
de la tumbona integrada en vario-
pintas escenas de sexo.

C


osas veredes, amigo Sancho. Otro clásico de la tipología,
laTubede Joe Colombo fue reinterpretada recientemente
por Marcel Wanders para la colecciónObjetos Nómadas,de
Vuitton, en una versión plegable y transportable como una maleta. A
Verner Panton le debemos la versión más radical (de hecho, hay que
lo llama Monsieur Recamier) ya que no sólo ideó un sistema para
estar tumbados sino que, además, nos imaginó apilados en suLiving
To w e rde modo que pudiésemos estar unos encima de otros disfru-
tando de nuestro momento de ocio. Entre los ejemplos más curiosos
que he visto están dos que se presentaron en Milán el mismo año y que
se basaban en elcuento “La princesa y el guisante”, de Andersen. Un
diseño era “Principessa”, de Doshi Levien, el otro de “Princess on the
pea”, de Richard Hutten, los dos eran una acumulación de colchones
haciendo referencia al cuento en que hay que conseguir que la prin-
cesa no sienta ni un guisante que se interponga varios colchones más
abajo. Años después, Hutten diseñó una habitación temporal para el
Llove Hotel de Tokio donde continuó el tema de la superposición de
capas en el diseño de las paredes apartir de capas de cinta adhesiva
que después se convertiría en un auténtico papel de pared.Ċ

TUMBONAS


The Princess and the Pea
Instalacióndeunahabitacióntemporal,deRichard
HuttenparaelLloveHoteldeTokio,dondeseapreciala
superposición de capas en el diseño de las paredes.

POR ANA DOMÍNGUEZ-SIEMENS.

70 ELLE DECORATION MARZO 2O19

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