El Mundo - 13.08.2019

(Grace) #1

12 EL MUNDO. MARTES 13 DE AGOSTO DE 2019


OTRAS VOCES
i


8 El líder del Ukip, partido que hizo
bandera del Brexit, arremetió duran-
te una intervención en Australia con-
tra el Príncipe Harry y su
esposa estadounidense Me-
ghan a raíz de que la pareja
declarase que solo quería
dos hijos debido al impacto
ambiental. Además, cargó de forma
ofensiva contra la reina madre, a la
que calificó de «obesa bebedora de
ginebra». Lamentables insultos.

MARÍA LUISA CARCEDO

8 La ministra de Sanidad en funcio-
nes sugirió ayer endurecer las leyes
relativas al consumo de tabaco y al-
cohol. Pide, entre otras co-
sas, regular de manera más
restrictiva que se fume en
las terrazas de los bares. El
Gobierno debería asumir
que la lucha contra la adicción de las
llamadas drogas legales no pasa so-
lo por prohibir sino por una pedago-
gía que lleve al cambio de hábitos.

No basta prohibir para
combatir el tabaquismo

CARLOS MARTÍN

7 El investigador principal del Pro-
yecto MTBVAC, de la Universidad
de Zaragoza, presenta hoy en la
prestigiosa revista médica The Lan-
cet los resultados preliminares en
humanos de una vacuna en la que
lleva trabajando 30 años. El nuevo
fármaco muestra mejor perfil que la
actual inmunización disponible por
lo que es una de las más firmes can-
didatas a convertirse en un arma
más eficaz contra la tuberculosis.

Una vacuna española
contra la tuberculosis

VOX
POPULI

ANTÓNIO COSTA

8 El Gobierno portugués, del que
es primer ministro, se ha mostra-
do incapaz de gestionar la huelga
de transportistas iniciada en las
últimas horas. A la insuficiencia
de los servicios mínimos se suma
la presión de los piquetes y el de-
sabastecimiento de decenas de
estaciones de servicio, coincidien-
do con la etapa de más desplaza-
mientos del año y con la tempo-
rada alta del sector turístico.

Pésima gestión de la
huelga de transportistas

NIGEL FARAGE

Un insulto inaceptable a
la familia real británica

7 El tenista balear conserva el se-
gundo puesto del ránking ATP tras
su victoria en el Masters 1000 de
Montreal. Derrotó en la final al ruso
Daniil Medvedev por 6-3 y 6-0. El de
Manacor mordió el tercer título de
la temporada, tras Roma y Roland
Garros, y el 83º de su carrera. Ya
acumula 35 trofeos de la categoría
de Masters 1000, dos más que Djo-
kovic. Nadal no jugará el torneo de
Cincinnati, previo al US Open.

RAFA NADAL

Mantiene el número 2 de la
ATP tras ganar en Canadá

EL ASCENSO al poder del excéntrico Boris
Johnson (ex alcalde de Londres, ex ministro de
Exteriores, y uno de los políticos más histrióni-
cos y populares de la última década) supone el
final de la etapa de Theresa May al frente del
gabinete. Y, si algo llama la atención en los aná-
lisis y semblanzas que se han llevado a cabo es
el poco interés que suscita el legado que deja
May. El suyo ha sido un mandato determinado
por una única cuestión –el Brexit–, y su incapa-
cidad para sacarlo adelante condicionará sin
ninguna duda el juicio que le reserva la historia.
Sin embargo, un análisis más reposado y me-
nos centrado en el aspecto exterior arroja datos
que sugieren que durante su mandato comen-
zaron a producirse cambios profundos (sobre
los que segura-
mente May tuvo
poca capacidad de
influencia, cierto)
que seguramente
transformen la for-
ma en la que se
gobierna en el Rei-
no Unido, haya o
no Brexit. Para empezar, el cambio más llama-
tivo se ha producido seguramente en el ámbito
político, que depende de los usos y costumbres
hasta un extremo que en el continente nos re-
sulta inconcebible. Por ejemplo, en Reino Uni-
do se entiende que si un primer ministro pierde
una votación importante ante la Cámara de los
Comunes éste ha perdido la confianza del Par-
lamento (fundamental en un sistema en el que
no hay plenos de investidura como los que es-
tos días nos entretienen en España), y por ello

debería dimitir o convocar elecciones. Como
consecuencia directa de eso, las derrotas del
Gobierno eran contadas, y se ponía gran énfa-
sis en controlar a los diputados díscolos y ga-
rantizar que las votaciones se celebraban sólo
si existía una mayoría suficiente.
Así, desde la llegada al poder de Thatcher en
1979 hasta 2016, los gobiernos de distinto sig-
no que gobernaron durante el periodo suma-
ron un total de veintisiete derrotas parlamenta-
rias. Pero el Gobierno de May, por su parte, ha
acumulado nueve en menos de tres años de
mandato. El Brexit, con la fragmentación par-
lamentaria en la que ha degenerado, ha lleva-
do a que los gobiernos sufran más derrotas a
manos del Parlamento, pero curiosamente se
sientan menos interpelados por éstas.
Otro cambio de calado es el relativo a la
inestabilidad en el seno del Gobierno mismo.
Así, mientras David Cameron sufrió catorce
dimisiones durante sus seis años en el poder,
Theresa May ha padecido la friolera de cin-
cuenta y tres dimisiones en menos de tres
años, lo que da una idea del nivel hasta el cual
la división interna de los partidos políticos tra-
dicionales en torno al Brexit ha supuesto un
obstáculo a la acción de gobierno.
Estos son los dos principales cambios que ha
supuesto el Brexit a nivel de gobierno, pero qui-
zá el área en la que los cambios sean más pro-
fundos es la administración pública.
Debido a los preparativos del Brexit, el Go-
bierno de May puso fin a la austeridad y revita-
lizó la contratación de empleados públicos.
Mientras que en la era Cameron (cuyas medi-
das de austeridad fueron fuertemente contesta-
das) el número de empleados públicos se redu-
jo casi un 20%, durante el periodo de May se ha
recuperado casi un cuarto del total perdido des-
de 2010. Esto es particularmente llamativo si se
tiene en cuenta que son dos primeros ministros
consecutivos y del mismo partido. El cambio so-
lo se entiende por un evento de efectos sísmicos
como el Brexit. De hecho, el punto de inflexión
se produjo exactamente en el trimestre en el
que se celebró el referéndum.
De igual forma, si se atiende a las nuevas
contrataciones de empleados públicos, puede
empezar a atisbarse cuáles son los sectores
sociales que van a beneficiarse de que el Rei-
no Unido recupere el control. Según el think
tank británico Institute for Government, el in-
cremento en la plantilla de empleados públi-
cos se ha producido de forma más intensa en
los puestos de dirección, lo que tiene impor-
tantes efectos: en primer lugar, la renta media
de los funcionarios se aleja aún más de la del

resto del país, y el empleo público pasa a es-
tar (aún) más centralizado en Londres. Y, de
forma sorprendente, esos nuevos puestos se-
nior se están cubriendo con empleados jóve-
nes altamente cualificados.

DICHO EN POCAS palabras: los jóvenes ur-
banitas con un elevado grado de formación, a
los que se acusa de beneficiarse de una globali-
zación que deja al margen a numerosas bolsas
de población, parecen estar beneficiándose
igualmente de los cambios que ya está produ-
ciendo el Brexit. Se puede sostener que el fun-
cionariado no tiene un gran peso a la hora de
determinar la estructura social y laboral de to-
do un país, pero no puede perderse de vista que
la campaña pro-Brexit ha tenido como uno de
sus leit motiv prin-
cipales la crítica
feroz contra una
supuesta élite fun-
cionarial de Bruse-
las totalmente ale-
jada del ciudada-
no medio.
Quizá ahí resi-
da una de las grandes paradojas de la hora
histórica en la que lleva atrapado el Reino
Unido más de dos años. Mientras el Brexit
ha sido interpretado como una reacción de
las periferias depauperadas, de las áreas ru-
rales y los antiguos centros industriales, por
el momento éste se ha traducido en una con-
centración del empleo público en Londres.
Mientras muchos consideran que el referén-
dum fue un puñetazo sobre la mesa por par-
te de los ciudadanos de mayor edad, el nue-
vo funcionariado es más joven que nunca. Y,
mientras la salida de la UE ha sido conside-
rada una revuelta de los trabajadores poco
cualificados y con inquietud ante su futuro,
recuperar el control parece haberse traduci-
do por el momento en cambios tan descon-
certantes como un incremento de los funcio-
narios con estudios superiores trabajando
para la administración tory.
Esta es una de las aparentes contradicciones
de este tiempo populista en el que vivimos ins-
talados. Una de muchas. Pero quizá no una tan
simbólica como que los afiliados conservadores
hayan encomendado el giro nacionalista y po-
pulista definitivo de su partido a un hombre que
desciende de un turco, es políglota y tiene un
nombre de pila de origen eslavo.

Arman Basurto es asesor legal en el Congreso
de los Diputados.

Los afiliados conservadores
han encomendado el giro
nacionalista y populista
definitivo a Boris Johnson

El autor resalta las


paradojas que se viven en Gran Bretaña desde que


se inició el Brexit, un proceso impulsado desde las


periferias rurales e industriales pero del que se


están beneficiando los funcionarios de Londres.


A FONDO iINTERNACIONAL


Reino Unido ya


ha cambiado


ARMAN BASURTO


Los jóvenes urbanitas con
elevado grado de formación
se están beneficiando
de los cambios del Brexit
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