El Mundo - 08.08.2019

(Dana P.) #1

EL MUNDO. JUEVES 8 DE AGOSTO DE 2019
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ECONOMÍA
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RAQUEL VILLAÉCIJA MADRID
La Justicia acecha de nuevo a Mi-
khail Fridman, el magnate ruso que
logró hacerse recientemente con el
70% del accionariado de la cadena
de supermercados Dia. El juez de la
Audiencia Nacional Manuel García
Castellón ha citado a declarar como
investigado al multimillonario el pró-
ximo mes de septiembre por pre-
suntos delitos relacionados con la
quiebra a la empresa tecnológica
Zed WorldWide.
El juez tomó ayer la decisión a pe-
tición de la Fiscalía Anticorrupción,
que sospecha que el ahora dueño de
Dia se aseguró una posición domi-
nante en la citada empresa (que soli-
citó el concurso de acreedores en
2016) y planificó una estrategia que
condujo a su falta de liquidez con el
objetivo de comprarla más barata.
Anticorrupción considera que el
inversor ruso es el máximo respon-
sable de las «maniobras de asfixia
económica» que hicieron quebrar
Zed WorldWide. Fridman «ejercía un
poder fáctico y directo» sobre las de-
cisiones que se tomaron «cuyo obje-
tivo último era provocar una situa-

ción de bloqueo institucional y eco-
nómico de la compañía (insolvencia)
para adquirirla a un precio irrisorio
muy inferior al del mercado».
Un portavoz de Fridman negó
ayer estas acusaciones y señaló que
todo es fruto de una teoría de la
conspiración contra el empresario.
Aseguró además que se han aporta-
do pruebas falsas para estas acusa-
ciones.

«Aún no hemos recibido ninguna
notificación legal sobre este asunto.
Las acusaciones, tal como las enten-
demos actualmente, parecen ser el
producto de una teoría de la conspi-
ración inventada por el Sr. Dolset
(Javier Pérez Dolset, fundador de
Zed) y sus asociados, de quienes se
ha comprobado en asuntos relacio-
nados que han aportado pruebas fal-

sas y engañosas. Cualquier acusa-
ción que implique a Mikhail Frid-
man en cualquier tipo de actividad
ilegal con respecto a las empresas
del Grupo Zed es totalmente falsa»,
indicó el portavoz.
Anticorrupción sostiene que el
empresario ruso se aseguró una po-
sición dominante en la empresa pa-
ra poder así tomar decisiones. Como
«acción de presión y ahogo económi-
co», los socios rusos subordinados a
Fridman (los ya imputa-
dos Vage Engibaryan y
Sergey Gorbuntsov)
«planificaron una estra-
tegia ilegal de interrup-
ción de pagos de divi-
dendos de las filiales ru-
sas», lo que llevó a la
compañía a la falta total
de liquidez.
Las sospechas de Anti-
corrupción parten de la
denuncia de Javier Pérez
Dolset, que en 2016 de-
nunció las actuaciones
de sus socios para, según
sospechaba, absorber ile-
galmente la empresa.
Esta práctica se cono-
ce en Rusia como «raid»,
que significa asalto o ata-
que, y que busca hacerse
con el poder de una com-
pañía mediante un pro-
cedimiento complejo que
culmina con el bloqueo
de la sociedad para ad-
quirirla a un precio irri-
sorio.

EL CASO DE DIA
En España Mikhail Fridman es co-
nocido porque es el máximo accio-
nista de Dia, a través de su fondo in-
versor Letterone. Cuando entró en el
capital de la cadena de supermerca-
dos tenía menos de un 20% de las ac-
ciones, pero fue aumentando su par-
te hasta llegar al 29%.

El pasado mes de febrero lanzó
una opa para hacerse con el 70% del
capital de la empresa en lo que mu-
chos entendieron que era una ma-
niobra para quedarse con Dia a un
precio mucho más barato. Fridman
ofrecía 0,67 euros a los inversores
por cada una de sus acciones. Este
precio fue considerado una «toma-
dura de pelo» por parte de aquellos
inversores que habían comprado las
acciones de Dia a más de tres euros

cuando salió a Bolsa.
Acusaban al inversor ruso de que-
rer hacerse con la cadena a muy ba-
jo precio aprovechando su mala si-
tuación que. Dia, que presentó unas
pérdidas de 352 millones en 2018 y
entró en patrimonio negativo, salvó
el concurso de acreedores de mila-
gro, tras pactar con la banca una
prórroga en la deuda in extremis.

El inversor ruso y accionista mayoritario del Grupo Dia, Mikhail Fridman, en una imagen de archivo en Londres. EL MUNDO


Imputado por


quebrar Zed


y comprarla a


precio de saldo


La Audiencia investiga a Fridman, el dueño


ruso de Dia: «Es todo falso», se defiende él


R. VILLAECIJA MADRID^
Los que han tratado con Mikhail
Fridman dicen que es un hombre
sencillo, afable y cercano, alejado
de la imagen de mafioso que se
tiene de él. El magnate es uno de
los hombres más ricos y podero-
sos de su país y uno de los mayo-
res empresarios del mundo. Se
calcula que su fortuna asciende a
16.000 millones de euros.
Nacido en la antigua URSS
(Leópolis, actual Ucrania, 1964)
en el seno de una familia judía,
el oligarca (que tiene nacionali-
dad rusa, ucraniana e israelí) ha
demostrado desde bien joven te-
ner un olfato voraz para los ne-
gocios. Estudió en el Instituto de
Acero y Aleaciones de Moscú y
pronto empezó a emprender.
Cuando Airbnb aún sonaba a
chino, él montó algo parecido:
una agencia llamada Courier,
que alquilaba apartamentos a
extranjeros.
Después cofundó con otro so-
cio Alfa Bank, que se convirtió en
el banco privado más grande de
Rusia. Turismo, finanzas, comer-
cio, petróleo (estuvo en la petro-
lera TNK), Fridman ha metido el
pie en casi todos los charcos y
ha amasado su fortuna en un
época y en una Rusia política y
económicamente agitada.
Fridman ha ido ganando cada
vez más poder y dinero. De todas
sus incursiones empresariales
consolidó el mayúsculo grupo
que hoy preside: Alfa Group, que
tiene tentáculos en las áreas más
dispares: telecomunicaciones, fi-
nanzas, comercio minorista...
Una de sus empresas fletó el
Prestige. También es dueño de
Letterone, con sede en Luxem-
burgo y el fondo que tiene el ca-
pital en Dia.
Con cuatro hijos y divorciado,
reside en Londres y se confiesa
un apasionado de la música. Es
amigo de Vladimir Putin, una
amistad que le ha ayudado a di-
sipar las sombras que se ciernen
sobre su persona. Ha sido inves-
tigado por ayudar supuestamen-
te a Donald Trump a ganar las
elecciones en 2016.
De sus amistades peligrosas y
las acusaciones ha salido hasta
ahora más o menos airoso. En
parte por el éxito que ha tenido
en el plano empresarial: los su-
permercados X5 son líderes en
Rusia y el modelo de estos es el
que quiere aplicar para Dia.

MIKHAIL


FRIDMAN


MÁXIMO ACCIONISTA


DEL GRUPO DIA


Así es el


oligarca amigo


de Putin que


fletó el ‘Prestige’


Zed. Anticorrupción le acusa de estar
detrás de las maniobras que acabaron con
la quiebra de la empresa tecnológica, con
el objetivo de hacerse con la compañía a
un precio «irrisorio».

Sus amistades peligrosas. Su banco
fue acusado en medios americanos de
estar detrás de Donald Trump y de los
supuestos ataques a servidores del correo
de Hillary Clinton. También se le vincula a
Vladimir Putin.

Al ‘rescate’ de Dia. Su entrada en la
cadena de supemercados Dia no levantó
sospechas, pero cuando las cosas
empezaron a ir mal y lanzó la opa por la
totalidad del capital, los accionistas
minoritarios le acusaron de querer hacerse
con la cadena española pagando un precio
«de risa» por la acción (0,67 céntimos).

UN PRECIO «IRRISORIO»


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De septiembre. Es
la fecha a la que el
juez ha citado a
Fridman a declarar
por su relación con
la quiebra de Zed.
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