El Mundo - 29.07.2019

(Barry) #1

EL MUNDO. LUNES 29 DE JULIO DE 2019
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ESPAÑA
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LUIS ÁNGEL SANZ MADRID
Albert Rivera quiere dar un impulso
a Ciudadanos y sacudirse la crisis in-
terna. Por eso, aprobará hoy el cam-
bio de los Estatutos del partido para
ampliar la dirección y dar entrada a
fichajes que hizo para las elecciones
generales y europeas. La estrategia y
el rumbo de Cs son firmes y tienen
un objetivo: liderar el espacio de cen-
troderecha y desbancar al PP como
alternativa «al sanchismo», a Pode-
mos y a los nacionalistas.
Con la ampliación de la Ejecutiva,
Rivera quiere zanjar la peor crisis del
partido en sus 13 años de historia. El
dirigente liberal quiere abrir el curso
político en septiembre consolidando
el espacio que ya disputó al PP con
éxito el 28 de abril incorporando a
un equipo de fieles totalmente ali-

neados con esa estrategia.
Las cuatro dimisiones de miem-
bros del Comité Ejecutivo y otras sa-
lidas muy sensibles, como la del fun-
dador Francesc de Carreras, han
causado una profunda crisis en Cs
que la dirección se ha empeñado en
negar. Sin embargo, durante todo un
mes, el goteo de bajas ha sido conti-

nuo –la última, la del economista
Francisco de la Torre, el pasado jue-
ves–. Y han sembrado una profunda
preocupación en la cúpula naranja.
Esas salidas han llegado normal-
mente acompañadas de duras críti-
cas a Rivera y su estrategia por lo
que supone de «giro a la derecha» o
por situarse «en uno de los extre-
mos», renunciando, según los dimiti-
dos, a la centralidad política.
El Consejo General, que se reúne
hoy, ampliará el número máximo de
miembros del Comité Ejecutivo de
los 40 actuales a 50 (ahora tiene, tras
las dimisiones, sólo 33 miembros).
Fuentes de la dirección aseguran que
no está previsto que la entrada de fi-
chajes se anuncie o se produzca hoy.
De hecho, parte de la dirección
prefiere guardar esa baza para los
próximos días o incluso para abrir el
curso político en septiembre.
Fuentes de la dirección dicen que
no hay previstos ceses, como se ha
especulado. Sólo se ampliará la di-
rección a dirigentes fieles a Rivera y
alineados con la estrategia de con-
frontación directa y total con el
PSOE. Pero los ceses son una com-
petencia exclusiva de Rivera, que po-
dría decidir alguno puntual.
Entre los nuevos nombres de la di-
rección estarán el abogado del Esta-
do Edmundo Bal, la activista gitana
Sara Giménez, el ex alto cargo con el
PSOE Joan Mesquida o el eurodipu-
tado y ex presidente de Baleares con
el PP, José Ramón Bauzá. Fueron fi-

chajes para las urnas de abril y ma-
yo y se han afiliado en las últimas se-
manas. Ahora podrían ascender a la
Ejecutiva en tiempo récord.
Algunas de las incorporaciones
podrían también llegar al máximo
órgano de dirección, el núcleo duro
de Rivera. Pero el presidente y su nú-
mero dos, José Manuel Villegas, lle-

van ese asunto con total hermetismo.
La explicación oficial del cambio
de los Estatutos es que Cs es un par-
tido que crece cinco años después
saltar a la escena nacional, cuando
logró escaños en las europeas de


  1. En 2015 entró en el Congreso
    con 40 escaños. Hoy, tiene 57.
    Estos datos demuestran, según el


entorno de Rivera, que la estrategia
que tantas divisiones y dimisiones ha
provocado ha sido un éxito en térmi-
nos electorales y políticos. Las fuen-
tes dicen que lo que piden los críticos
–negociar con Sánchez para facilitar
su investidura– incumpliría el com-
promiso electoral de Rivera el 28-A.
En febrero, la Ejecutiva decidió no
negociar con Sánchez ni con el
PSOE tras las urnas. Y lo ha mante-
nido a rajatabla. Como llegó a decir
Rivera, «Ciudadanos nació para
echar a personajes como Sánchez».
Tras esa promesa, Cs se quedó a
ocho décimas del PP y sólo nueve es-
caños por debajo. Y superó a Casado
en CCAA como Madrid o Aragón.
Por ello, fuentes de la dirección insis-
ten en que las llamadas de Sánchez
a la abstención de Cs caerán en saco
roto. «Ya ha elegido a sus socios, con
los que no tiene diferencias de pro-
grama, sino de reparto de sillones».

Rivera amplía la


dirección de Cs


para liderar


el centroderecha


Cambiará hoy los Estatutos y ampliará


el Comité Ejecutivo con fichajes afines


Todo apunta a que la reorganización de los cuadros
dirigentes del partido tiene un nombre propio por encima
de otros: Marcos de Quinto. El empresario, que entró en el
Comité Ejecutivo de Ciudadanos después de la salida de
Toni Roldán, va a ser el próximo secretario de Programas,
la importante área que dejó vacante el ex diputado catalán
con su dimisión. Así, De Quinto entraría en el ‘núcleo duro’
de la dirección, el Comité Permanente, que estará formado
por sólo 13 miembros (ahora tiene 12). Este órgano se
reúne cada lunes bajo la dirección de Albert Rivera y del
secretario general, José Manuel Villegas.

PUESTA DE LARGO DE QUINTO


El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, el lunes en el Congreso durante la primera jornada de la sesión de investidura. EFE


50


Miembros. Será el
nuevo número de
integrantes del
Comité Ejecutivo
frente a los 40 que
tiene en la actualidad.

Albert Rivera afronta el Consejo General sin
haber despejado el punto débil de su argu-
mentario político: ¿Cómo se conjuga no que-
rer nada con Pedro Sánchez porque pacta
con independentistas, populistas y proeta-
rras cuando él puede ser el antídoto para
que Pedro Sánchez no pacte con indepen-
dentistas, populistas y proetarras?
Su equipo halló una solución provocadora
para explicar esta contradicción en la sesión
de investidura, y la plasmó en dos recursos
retóricos. El «plan Sánchez», según el cual los
llamamientos del presidente al PP y Cs para

que facilitaran su investidura sólo serían una
cortina de humo con la que ocultar el verda-
dero acuerdo al que habría llegado con Pode-
mos, ERC, Bildu y el PNV. Éstos integrarían
la denominada «banda de Sánchez».
La metáfora no gustó a todos en Ciudada-
nos, pero resultó eficaz. La imagen de un
grupo de forajidos unidos por el circunstan-
cial y único objetivo de desvalijar al Estado
podría ser demasiado degradante. Pero los
aludidos respondieron a ella con acritud, de
manera que estuvo sobrevolando el Congre-
so de los Diputados, para bien o para mal,
durante los dos días.
La eficiencia del argumento empezó a
agotarse cuando los bandoleros la empren-
dieron a tiros entre ellos y la desbandada
devolvió a Rivera a la pregunta inicial. Si no
hay botín, no hay banda. De momento, la
respuesta parece seguir siendo la misma.
Sánchez no ha abandonado su «plan», sólo
lo ha aplazado. Sin embargo, su recorrido
puede ser breve. ¿Cuál es la siguiente esta-

ción, entonces? Un acercamiento al presi-
dente en funciones cortocircuitaría la
apuesta estratégica de Ciudadanos para
convertirse legítimamente en un partido
con vocación de poder. Además, la direc-
ción naranja considera que la opción más
útil de servir a España es «hacer una oposi-
ción frontal al PSOE».
Entretanto, capea la galer-
na como puede. Por un lado,
no se reconoce inmune al
«bochornoso» espectáculo
que ha dejado de la sesión
de investidura, y por otro,
afronta la recomposición de
su cúpula tras los dolorosos
abandonos de los economis-
tas Toni Roldán y Francisco de la Torre, ade-
más del fundador balear Xavier Pericay.
La lista de bajas no es especialmente
cuantiosa en comparación con las de las cri-
sis sufridas por PP o PSOE. «Estamos cre-
ciendo, es una gripe que hay que pasar».

Son comparaciones complejas. El desembar-
co de Roldán en Ferraz parece cuestión de
tiempo y el boquete que deja el menos gla-
muroso De la Torre debe medirse en térmi-
nos de merma de solidez. Ciudadanos no
puede permitirse el riesgo de aparecer como
un partido insolvente en esa área.
La formación afronta el
momento político como «un
periodo de entreguerras» y
relativiza su gravedad. Por
tanto, el umbral de dolor so-
portable aún anda lejos. Se-
gún su análisis, el 80% de la
presión recibida está siendo
mediática, y el resto, es in-
terna, debido a las dimisio-
nes y al debate orgánico. «Presión política no
hay; la habría, por ejemplo, si te llama Ábalos
con un papel». ¿Qué pasará si llama? ¿Rivera
se sentaría con Sánchez después de lo que se
han dicho? «En Cataluña nos sentamos con
gente que después nos amenaza por la calle».

Rivera no ignora el
desgaste pero lo
relativiza y está
dispuesto a resistir

Pasar la gripe


COLUMNA DESVIADA


FRANCISCO
PASCUAL
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