El Mundo - 29.07.2019

(Barry) #1

EL MUNDO. LUNES 29 DE JULIO DE 2019
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MUNDO


Un incendio accidental quemó ha-
ce 10 días un pedazo altamente va-
lioso de la historia reciente de
Irán. Las llamas se apoderaron del
complejo de la plaza de Hasan
Abad, un edificio de casi un siglo
de vida con todas las virtudes de la
arquitectura Qayar. Docenas de
vecinos se lamentaron por la pér-
dida y más amargamente, si cabe,
al saber que, junto con las piedras,
las vidrieras y los ladrillos, ardió el
testamento del hombre que osó
plantar cara a la pérfida Albión:
Mohamed Mosadeq.
¿Por qué tanta estima entre los
iraníes, de ideologías contrapues-
tas, incluso entre jóvenes, por al-
guien de hace más de seis déca-
das? Porque Mosadeq, primer mi-
nistro bajo el reinado de Mohamed
Reza en 1951, maquinó el mayor
desafío a un siglo de oportunismo
colonialista británico en Irán. Des-
de el siglo XVIII Londres había
monopolizado sus recursos, envia-
do a sus hombres a combatir a su
favor contra rusos o afganos y,
cuando se terció, colocó o quitó a
sus gobernantes. Síntoma de la
honda y polémica huella que el
breve y trágico gobierno reticente
de Mosadeq marcó en Occidente
es que la revista Time lo declaró
personaje del año a la par que
otros medios occidentales lo tilda-
ron de «senil».
«Mosadeq fue valiente mientras
que el Sha, entonces muy joven,
era incapaz de ganarse la confian-
za de los iraníes», explica Bahar,
una periodista iraní. Su valentía fue
osadía cuando, tras una campaña
que las masas respaldaron, Mosa-
deq nacionalizó el petróleo, la ma-
yor fuente de riqueza de Irán. La
concesión arrancada por los britá-
nicos a la Administración iraní en
1919, según la cual la Anglo-Per-
sian Oil Company –hoy BP– obte-
nía los derechos exclusivos sobre el
crudo de Irán, quedó en nada.
«Los iraníes sentían cierto odio
hacia el Reino Unido», recuerda


Bahar. «Antes de la nacionaliza-
ción, en Abadán –la zona iraní más
rica en petróleo– eran los británi-
cos quienes ocupaban todos los
puestos importantes y trabajaban
en la industria. Decían que ningún
iraní podría ocupar puestos impor-
tantes en las refinerías».
No sólo eso. Al saber de los pla-
nes de Mosadeq, el Reino Unido
había tratado de asfixiar económi-
camente a Irán promoviendo la se-
cesión de Abadán y sacando su ca-
pital del país.
Londres no perdonó aquella
afrenta soberanista, que pronto
se extendió hasta nacionalizar las
telecomunicaciones y el sector
pesquero, en manos soviéticas.
En 1953, el MI6, la agencia de In-
teligencia Exterior del Reino Uni-
do y la CIA impulsaron conjunta-
mente un golpe de Estado que
derrocó la administración sobera-
nista de Mosadeq y aseguró en el
poder al débil sha Pahlevi, que

rápidamente se escudó tras la sá-
dica policía secreta, el SAVAK.
Aquel trauma subyace en el ger-
men de la posterior Revolución
de 1979. Aquellos sucesos deja-
ron un poso de resquemor en
Irán que se manifiesta puntual-
mente de forma mayormente pa-
cífica, aunque con arrebatos me-
nos diplomáticos.
«Muerte a los ingleses» es uno
de los eslóganes habituales en las
protestas de los recalcitrantes que,
en noviembre de 2011, llegaron a
abalanzarse sobre la embajada bri-
tánica en Teherán, en una suerte
de reedición del asalto a la lega-
ción de EEUU de 1979.
Tampoco es raro que, en sus
conversaciones de café, los intelec-
tuales liberales acaben discutiendo
sobre los bienes arqueológicos
confiscados. No en vano, todo un
tramo de las escaleras de la capital
aqueménida de Persépolis duerme
en el Museo Británico.

Por todo esto, los recientes epi-
sodios de los petroleros –un buque
iraní fue apresado por Gibraltar
acusado de incumplir las sanciones
a Siria, e Irán respondió abordan-
do un petrolero de bandera británi-
ca en el estrecho de Ormuz– han
reafirmado la inquina que los ira-
níes tienen enquistada, aunque
más hacia la corona británica que
a sus súbditos. «Diría incluso que
el resentimiento en la psique colec-
tiva, que el incidente de Gibraltar
hizo aflorar, fue una de las razones
detrás de la rápida respuesta de
Irán», opina Maysam Behravesh,
doctorando en Política Internacio-

Desde el desafío al colonialismo británico del ‘premier’ Mohamed


Mosadeq, hasta la actual crisis de los petroleros en el estrecho de


Ormuz, la relación entre Teherán y Londres siempre ha sido tensa.


Una inquina que se traslada hoy a todos los sectores de la sociedad


POR LLUÍS M. HURTADO


LA MIRADA DEL
CORRESPONSAL

El enfrentamiento histórico de


los iraníes con la ‘pérfida Albión’


nal en la Universidad de Lund.
«Las redes sociales iraníes se llena-
ron de llamadas de personas de la
línea dura y de moderadas, de ira-
níes jóvenes y adultos, incluso de
círculos antirégimen exigiendo una
respuesta firme a la «arrogancia» y
a la «agresión británica», añade.
«Estamos en una era donde el na-
cionalismo está creciendo rápida-
mente en casi todos los ámbitos de
la vida en Irán, en parte debido a la
incesante presión externa y a las
crecientes amenazas de guerra».
Si un súbdito británico sufrió en
sus carnes esta ojeriza ese fue el ex
secretario de Exteriores del Reino
Unido Jack Straw. En su libro The
English Job (Obra Inglesa), Straw re-
lata un bombástico episodio ocurri-
do en 2015 durante unas vacaciones
por Irán. Un grupo de voluntarios ri-
goristas basiyíes abordaron a punta
de pistola su vehículo en plenas va-
caciones. Él y su pareja acabaron ba-
jo protección de la policía iraní, en
otra muestra de complejidad de los
equilibrios de poder en Irán.
Aquella amarga experiencia,
zanjada con otra filigrana de céle-
bre hospitalidad persa, no ha he-
cho que Straw desista en defender
a capa y espada el acuerdo nuclear
–que él negoció parcialmente– y la
diplomacia. «La presión de EEUU
ha reforzado a la línea dura [...] y
debilitado a los moderados [...]
Una población, a veces desconten-
ta, se ha reunido», escribe el ex mi-
nistro en el Daily Mail. «Tras dos
siglos de humillación lo que Irán
persigue, por encima de todo, es
respeto y reconocimiento».

ALIADOS DE
OTRA ERA.
El sha de Persia
con la reina
Isabel II, en una
visita a la capital
británica, en
1959.
KEYSTONE PRESS /
ALAMY STOCK PHOTO

IRÁN

Teherán
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