El Financiero - 29.07.2019

(C. Jardin) #1

(^50) EL FINANCIERO Lunes 29 de Julio de 2019 OPINIÓN
¿Ya cambió la realidad?
de pesos durante los próximos
cuatro años. La meta es que esa
población pobre pueda engrosar
una incipiente clase media. El
dato negativo y muy palpable es
que a la actual clase media las
medidas de austeridad la han
golpeado con severidad: todavía
no ha encontrado la forma de in-
sertarse en la nueva economía.
¿Cómo puede hacerlo? Produ-
ciendo y vendiendo productos
a la “base de la pirámide”, a los
nuevos actores económicos:
cada una de las ocho millones
de familias adscritas a los nue-
vos programas recibirá, en pro-
medio, 6,700 pesos.
¿Cómo podemos llamar a este
modelo? Llamarlo “economía
moral” es poco serio: un mem-
brete mnemotécnico al que es
tan afecto el Presidente del “fri-
jol con gorgojo” y “el avión que
no lo tiene ni Obama”. Un mem-
brete para hacerlo digerible. El
rescate de Pemex responde a
un modelo estatista; el acuerdo
del TMEC, a uno neoliberal; el
empleo intensivo de mano de
obra, a uno keynesiano; y el del
reparto de efectivo sin interme-
diarios, a un modelo libertario.
Se trata, según se puede ver, de
un modelo de economía mixta,
de un modelo híbrido.
Es casi un lugar común repe-
tir que este es un gobierno de
ocurrencias. Yo mismo he incu-
rrido en ese desliz. Lo cierto es
que ese modelo lo ha expuesto
López Obrador en varios libros,
desde el 2006. No es un modelo
que haya desarrollado solo, pero
es indudable que responde a su
visión ideológica y a su inter-
pretación personal del nacio-
nalismo revolucionario. No es
un modelo socialdemócrata ni
neoliberal ni bolivariano. Tiene
coincidencias con el modelo
ruso impulsado por Putin, por la
concentración de poder en una
sola persona. Economía mixta y
hegemonía política. Un capita-
lismo de Estado.
Vuelvo al programa de re-
parto en efectivo sin inter-
mediarios. 22 millones de
beneficiarios. Diez programas
sociales rectores. Según el
IMCO “no resuelven las nece-
sidades de los grupos vulnera-
bles”, “no generan certeza de
disminuir la desigualdad”. No se
hicieron programas piloto antes
de implementar estos progra-
mas. La cancelación de Progresa
y el Seguro Popular, sin estudios
que mostraran el impacto de
esas medidas, se antoja un error
de grandes dimensiones. Desa-
parecer el Coneval impedirá a la
sociedad enterarse de la eficacia
de los programas del gobierno.
Lo que reporta Hacienda es que
la diseminación de recursos es
lenta y no corresponde a lo que
el Presidente reporta. Es cierto
que es un modelo clientelista,
pero igual clientelismo ejecu-
taron los gobiernos del PRI y el
PAN, y el PRD en la capital.
El comercio ha crecido 2.1 por
ciento, y eso sin contar los datos
del comercio informal, mucho
más dinámico. Los empleos en
mayo cayeron, según los datos
del IMSS. No conocemos aún los
del INEGI, que reportará como
“empleos” los generados por los
programas sociales. Hay seña-
les de que el mercado interno
comienza a ser un motor de la
economía. El reparto de dinero
sin inversión suficiente puede
provocar inflación, pero no ha
sucedido hasta ahora.
Lo que existía, no volverá. El
país cambió. Debemos adaptar-
nos a la nueva realidad. Ayudar
en lo posible. La crítica ayuda
en la medida en que limita al
poder. ¿Cambió la realidad? Tal
vez. Lo que es claro es que no
hay marcha atrás.
S
on cuatro los ejes econó-
micos del actual gobierno:
el rescate de Pemex (que
promete reactivar la producción
y refinar nuestro petróleo), el
tratado comercial norteameri-
cano (se cedió con los republica-
nos en la política migratoria y a
los demócratas se les ofreció una
reforma laboral exprés), los pro-
yectos de mano de obra intensiva
(reforestación de un millón de
hectáreas, carreteras y caminos
sin empleo de maquinaria pe-
sada, el Tren Maya) y el reparto
de dinero en efectivo (mediante
diez programas sociales rectores,
sin intermediarios). ¿Funcionará
este modelo? No lo sabemos aún.
Lo que sí sabemos, lo que debe-
ríamos de tener muy claro, es que
el anterior modelo económico no
sirvió (la mitad de la población
en condiciones de pobreza). Si
hubiera servido, López Obrador
no estaría en el poder.
Estos cuatro grandes ejes
económicos están a su vez so-
portados en cinco supuestos: la
austeridad (que se ha aplicado
a rajatabla), el no aumento de
impuestos (el rechazo de una re-
forma fiscal fue uno de los prin-
cipales diferendos con Urzúa),
la no contratación de nueva
deuda (aunque la deuda neta to-
tal ha crecido 1.2 puntos del PIB
desde octubre), la libertad sin-
dical (que renovará el liderazgo
obrero y servirá para una más
justa negociación salarial) y el
combate a la corrupción (rubro
en el que presumen ahorros sus-
tanciales que no son nada claros
n i t a ng i ble s).
La apuesta del gobierno es que
estos cuatro ejes y sus soportes
deben de servir para transfor-
mar la economía del país, algo
que no se ha visto todavía. La
economía está estable, aunque
estancada y probablemente
a la baja, como lo muestra la
caída en picada de la produc-
ción industrial. Hay un nuevo
actor económico: 22 millones de
personas (alrededor de ocho mi-
llones y medio de familias), re-
cibirán anualmente 2.6 billones
Garci
@garcimonero
Fernando
García Ramírez
LEER ES PODER
@Fernandogr
La economía está
estable, aunque
estancada y
probablemente
a la baja
Lo que existía, no
volverá. El país
cambió. Debemos
adaptarnos a la
nueva realidad

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