El Financiero - 29.07.2019

(C. Jardin) #1

(^56) EL FINANCIERO Lunes 29 de Julio de 2019 NACIONAL POLÍTICA Y SOCIEDAD
P
oco más de 24 horas des-
pués del asesinato de dos
israelíes con un historial
criminal en Artz Pedregal, el
centro comercial más lujoso de
América Latina, cuatro cuerpos
fueron encontrados con hue-
llas de tortura en un paraje de
la carretera Picacho-Ajusco. Las
autoridades investigan si los
dos eventos están relacionados.
Pero más allá de confirmarse la
hipótesis, lo que sucedió en la
semana es un asunto muy grave:
la guerra entre el Cártel Jalisco
Nueva Generación y el Cártel de
los Hermanos Beltrán Leyva por
la Ciudad de México, cuyo cora-
zón es el Aeropuerto Internacio-
nal “Benito Juárez”, por donde
llegan ilegalmente el fentanilo,
precursores químicos para las
metanfetaminas y cocaína, y cu-
yas venas son el narcomenudeo.
Aquí, los delitos federal y del
fuero común son indisolubles.
La guerra entre cárteles abrió
un nuevo campo de batalla, bru-
tal y hasta ahora impune. Lo que
sucedió en Artz es la mejor de-
mostración. Un par de asesinos
presuntamente alquilados por
el Cártel Jalisco Nueva Genera-
ción –siguiendo el modelo de su
superior, el Cártel del Pacífico,
que subcontrataba sicarios para
ejecuciones en la Ciudad de Mé-
xico–, que decidieron el crimen
en un lugar logísticamente muy
difícil para salir bien.
El restaurante donde se co-
metió se encuentra a casi 100
metros del Periférico y no hay
rutas alternas para escapar salvo
esa vía rápida, que se encuentra
a escasos 180 segundos, co-
rriendo, del cuartel general de la
Policía Federal. Sin embargo, al
menos uno de los asesinos y dos
personas que servían de “muro”
para seguridad se escaparon, li-
teralmente, frente a sus narices.
Sólo se detuvo a una mujer que
estuvo a punto de huir.
Lo que mostró este desastre en
la seguridad fue falta de capaci-
dad táctica y nula reacción. La
policía capitalina actuó ante la
llamada de emergencia, pero
sin establecer los “protocolos de
tirador activo”. Es decir, busca-
ron intervenir como si el escena-
rio fuera un incidente ordinario,
lo que sugiere por qué dos de los
“muros” pudieron someter fácil-
mente a un policía cuando se iban
a dar a la fuga en un automóvil
y cruzaron disparos con una pa-
trulla que llegó, sin que pudiera
frenarlos. El número era similar
entre policías y sicarios –el están-
dar policial para tener éxito es
cuando menos tres oficiales por
cada civil–, pero la capacidad de
fuego era totalmente asimétrica.
Durante muchos años las zo-
nas donde se movían personas
de alto ingreso, con vinculacio-
nes a la clase política o empre-
sarial, tenían una vigilancia
especial porque, de sucederles
algo, el impacto en la opinión
pública iba a ser tan grande que
repercutiría inmediatamente
en la percepción de inseguri-
dad colectiva y el gobierno.
Eso ya no existe al haber sido
desmantelado.
La guerra entre
cárteles abrió un
nuevo campo de
batalla, brutal y
hasta ahora impune
El asesinato en Artz
podría ser un punto
de inflexión, pero no
se ve así dentro del
gobierno
Por esa razón, para cubrir el
hoyo en el que está el aparato
de seguridad, se decidió correr
la versión de que había sido un
crimen “pasional”, a sabiendas
que era falso, pero que ayudó a
despresurizar en un primer mo-
mento la carga sobre la jefa de
Gobierno, Claudia Sheinbaum, a
costa, sin embargo, del continuo
descrédito del secretario de Se-
guridad Pública y la procuradora
locales.
La estrategia mediática blindó
políticamente a Sheinbaum,
cuando menos temporalmente,
pero no resuelve el problema de
fondo. El asesinato de Benjamín
Yeshurun Sutchi, conocido como
Jony Ben, y de Alon Azulay, mos-
tró también serias deficiencias
en los servicios de migración
y de inteligencia del gobierno
mexicano. Los dos, conocidos en
Israel por sus actividades crimi-
nales, entraron a México y obtu-
vieron visas de trabajo sin ser
detectados. Es una deficiencia
del gobierno de Andrés Manuel
López Obrador, pero arrastrada
por la debacle en la estrategia de
seguridad desde el gobierno de
Enrique Peña Nieto.
Las bases de datos de inteli-
gencia criminal, destruidas por
el anterior gobierno, no se han
podido reconstruir y el nuevo
gobierno está considerando tirar
todo y comenzar desde cero. El
Cisen no alertó sobre la presen-
cia de los israelitas en la admi-
nistración anterior, aunque se
desconoce si fue por la falta de
información de Migración. Su
sustituto, el nuevo Centro Na-
cional de Inteligencia, tampoco
tuvo conocimiento aparente de
la presencia de los criminales
israelíes.
Estas deficiencias alertan so-
bre el derrotero que está to-
mando la violencia en la Ciudad
de México, y la expansión de
la guerra entre los cárteles sin
temor al gobierno, a la Guardia
Nacional y a nadie. En paralelo y
sin ser excluyente, si se confirma
que los casos de Artz y el Ajusco
están relacionados, demostrará
que los aparatos de contrain-
teligencia de la delincuencia
organizada son más eficientes y
efectivos que los del gobierno.
Si la línea de investigación no
se sostiene, nos quedamos de
cualquier forma con preguntas e
incertidumbres sobre las capaci-
dades policiales y de inteligencia
del gobierno actual, y su visión
estratégica del fenómeno.
El gobierno de López Obrador
está pagando las consecuencias
del desastre que heredó de la
anterior administración, pero
tampoco hay señales de que ha-
brá una estrategia diferente. El
asesinato en Artz podría ser un
punto de inflexión, pero no se ve
así dentro del gobierno, que está
decidido a mantener los mismos
principios que produjeron en la
administración anterior la crisis
de violencia que se vive.
La racional es que este tipo
de crímenes forman parte del
enfrentamiento en el país entre
grupos criminales, y hay que de-
jar que se liquiden unos a otros.
En el gobierno de Felipe Calde-
rón se insistió –y no le creían–,
que el 92% de los homicidios do-
losos era entre criminales, pero
no dejó de combatir a los cárte-
les. El mismo diagnóstico hizo
el gobierno de Peña Nieto, pero
dejó de afrontarlos. Así le fue. Si
el de López Obrador imita al de
Peña Nieto, así le irá.
Trino
@trinomonero
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ESTRICTAMENTE
PERSONAL
Raymundo
Riva Palacio
Asesinato en Artz

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