Para conseguir una buena relación entre la escuela y la familia es deter-
minante poner en marcha estrategias de comunicación adecuadas para que las
familias perciban como necesarios y deseables los cambios que trae consigo
este Plan; para ello, el CTE habrá de trabajar de la mano del CEPSE. Entre los
asuntos que acordarán en conjunto se proponen los siguientes:
s La importancia de enviar a niños y jóvenes bien preparados a la
escuela, asumiendo la responsabilidad de su alimentación, su des-
canso y el cumplimiento de las tareas escolares.
s Construir un ambiente familiar de respeto, afecto y apoyo para
el desempeño escolar, en el que se fomente la escucha activa para co-
nocer las necesidades e intereses de sus hijos.
s Conocer las actividades y los propósitos educativos de la escue-
la, manteniendo una comunicación respetuosa, fluida y recíproca.
s Apoyar a la escuela, en concordancia con el profesor, en la definición
de expectativas ambiciosas para el desarrollo intelectual de sus hijos.
s Involucrarse en las instancias de participación y contraloría
social que la escuela brinda a las familias para contribuir a la transpa-
rencia y rendición de cuentas de los recursos y programas.
s Fomentar y respetar los valores que promueven la inclusión,
el respeto a las familias y el rechazo a la discriminación.
Servicio de Asistencia Técnica a la Escuela
El SATE es el conjunto de apoyos, asesoría y acompañamiento especializados
para el personal docente y el personal con funciones de dirección para mejorar
la práctica profesional docente y el funcionamiento de la escuela pública de
educación básica.^37 El SATE basa su efectividad en la participación puntual de los
supervisores y ATP y tiene una estrecha relación con la estrategia La Escuela
al Centro.
El apoyo técnico-pedagógico, en conjunto con la función directiva, debe
fungir como asesor de la práctica educativa a partir del seguimiento de accio-
nes de la Ruta de mejora escolar, es decir, como apoyo externo que identifique
las fortalezas y las áreas de mejora en las escuelas. Por ello se debe orientar a
estas figuras para que desarrollen habilidades de observación en el aula, con ri-
gor técnico y profesionalismo ético, así como capacidades de supervisión con
una directriz pedagógica y una realimentación formativa específica, para que de
ellas se deriven recomendaciones para la práctica en el aula y en las escuelas, a
partir de un diálogo horizontal entre profesionales de la educación. Las observa-
ciones y recomendaciones promoverán, a su vez, el uso de materiales y tecnologías
(^37) Para conocer más sobre SATE, véase Coordinación Nacional del Servicio Profesional Do-
cente, Orientaciones para la operación del Programa para el Desarrollo Profesional Docente,
tipo básico 2015. Guía técnica, SEP, México, 2015. Consultado el 11 de abril de 2017 en: http://
servicioprofesionaldocente.sep.gob.mx/content/general/docs/normatividad/Orienta-
ciones_para_operacion_del_PRODEP.pdf