AL PADRE
Mi deseo por medio de este mensaje es el de exhortar a los hijos para que
respeten y amen a su padre, ya que es el pilar y sostén de la familia. Cuando por
algún motivo no tiene trabajo existe en él mortificación, y debido a esto en algunas
ocasiones “está malhumorado”, porque resulta insuficiente el dinero para alimentar
a su familia. En algunas ocasiones al buscar empleo es humillado y avergonzado,
llora en silencio, cuando logra conseguir ese anhelado trabajo, la paga resulta
insuficiente para la manutención de los hijos.
A los jóvenes que aún tienen un padre los animo para que practiquen los
valores aprendidos de él en su hogar, debido a que se ha ganado el título sagrado
de ser “padre”, ha logrado sacar a sus hijos adelante, a pesar de toda
circunstancia adversa.
Es maravilloso que los padres lleguen a ser amigos de sus hijos, estrechando
vínculos de amor, desvaneciéndoles todo temor en ellos, pero inspirándoles a la
vez un gran respeto, ya que es quién que sabe orientar y exigir, pero al mismo
tiempo sabe amar. Cuán grande riqueza es, el ser hijo de buen padre. Les reitero
en este día especial mis felicitaciones y reconocimiento por ser padres que
permanentemente se preocupan por el bienestar de sus hijos; como resultado de
esto ahora ellos son personas de bien y cuentan con las herramientas necesarias
que se les brindó para que forjen su porvenir.
Den gracias a dios por los que aún gozan de la presencia de un padre.