Puntadas con
sentido
Prolijamente bordadas, al interior de la billetera, se
encuentran las iniciales de su padre, con el mismo
diseño que él utilizaba para marcar su ganado: OV
“Octavio Vargas”.
Construir este artefacto supone un trabajo arduo,
no solo en la preparación del cuero de vejiga de
vaca, sino también en el corte de cada pieza, en el
bordado de estas a mano, y en la costura de todas
sus partes para dar forma a la billetera. Dado que
es un objeto que se dobla en dos, es posible intuir
que los motivos en ambos lados fueron pensados
en efecto espejo, para ocupar por completo cada
uno de los espacios del cuero.
Fue bordada finamente con hilos de algodón
traídos desde Argentina, en una hebra, y utilizando
un solo punto de relleno, denominado por María
Menos telas blancas o de un solo color. Y esta
“tela” podían conseguirla en su mismo campo,
sin moverse a Argentina ni esperar las largas
travesías de los mercachifles.
Recuerda que demoró dos meses en terminar la
billetera: “En invierno uno no tiene mucho traba-
jo en el campo, poco la están ordenando a traba-
jar, entonces uno tiene esto que hacer, se queda
tranquilita sí”.