El lenguaje textil se fue convirtiendo en su resistencia. Des-
pués de toda una vida bordando pañuelos y tabaqueras por
encargo, vino su inspiración más genuina y personal. Tenía 75
años cuando recibió de regalo una delgada frazada gris, de
casi dos metros de alto, la cual, luego de pensarlo mucho,
decidió salpicar de flores.
“Ríos libres” bordó primero, trayendo a su memoria
las andanzas del 2007 cuando defendió el Baker.
“Cuando existía el furor de que Hidroaysén a toda
costa quería hacer sus represas acá, y nosotros de cual-
quier manera, por medio de panfletos o lo que sea,
queríamos dar el mensaje para que la gente se vaya
motivando, y así como yo, que a otros bakerinos y
cochraninos también se les pegue la magia de protes-
tar en contra de las represas”, recuerda con el corazón.
“La Patagonia no se vende” se despliega con fuerza
por el costado izquierdo de la frazada. Con lana de
alegres y brillantes colores Margarita arrojó sobre el
paño gris sus pensamientos: “No más mineras”, bordó
taxativamente en verde, para terminar con la frase
“Chilenos, defendamos nuestra Patagonia” en rojo.
Así, plasmaba un mensaje claro para generar concien-
cia en la gente, “aunque no les va a hacer ni roncha
que yo ponga una palabra ahí, pero por lo menos
tengo la intención (...) es mi manera de pensar”, afirma
con voz firme y clara.
Fueron tres años de trabajo persistente, utilizando el
“tiempo libre”, entre un quehacer y otro, para bordar.
Así dio vida a su obra textil más querida. Una represen-
tación de un gran jardín patagón, que a través de pen-
samientos, malvas, flores del lazo, rosas, campanitas,
bellas y chochos, cuentan la historia de una mujer
fuerte, perfeccionista, de palabras e ideas sólidas, com-
prometida con su territorio, su cultura y comunidad.
La fortaleza de sus palabras contrasta con las delicadas
puntadas de esta obra, que contiene siete puntos de
bordado, siendo el relleno patagón el protagónico en
este paño y favorito también en otras composiciones
de Margarita. Con destreza, cubre vastas superficies
en lana, jugando con el grosor de las hebras, los ángu-
los y la distancia entre puntadas, lo cual le otorga a la
obra final una rica textura y perspectiva.