Los hilos del pasado
y del presente
En las idas y vueltas de su relato, la figura de su madre apare-
ce de manera potente. Se deja ver la admiración por su traba-
jo textil y por sus múltiples habilidades, entre otros recuerdos
emotivos que Hilda sabe describir con certeza y precisión:
“Yo ya tengo pena porque mi mamá se va a morir, el día que
mi mamá se muera... es tan alegre, tan jovial, tan trabajadora,
tan habilosa”.
Cuenta que a pesar de que el campo donde vive doña Eloísa
queda relativamente cerca de Cochrane, se ven poco.
"Cuando sé que ella está acá (en el pueblo) yo la paso a ver”
y, en esos encuentros, los consejos de bordado afloran en las
conversaciones. Así, Hilda ha logrado recuperar la herencia
textil que creyó que no le pertenecía, y que, silenciosamente,
ha ido reconstruyendo y sanando el vínculo afectivo entre su
pasado y presente.
“Yo soy muy alegre”, afirma rodeada de sus bordados mul-
ticolores esta mujer de fuerza insospechada, que ha tenido
la paciencia y valentía de ir en búsqueda de lo que cree
suyo. Hoy, en esta nueva etapa de puntos e hilos, sigue
desarrollando su faceta de bordadora, sentada en un rincón
especial de su casa en la chacra, donde da rienda suelta a
su imaginación y creatividad.