para nublar tu mente, des reprimirte(*), sortear el
prejuicio, la culpa y, -ebrio-, poder hacer aquello que
tanto te gusta: El sexo... Ello, obviamente, redundará en
el aumento de producción y venta de vino y, -en
consecuencia-, unos cuantos “listillos” llenarán sus
bolsillos, gracias a esa falsa creencia. ¿Lo entiendes,
ahora?
Repito: Si el sexo “es un pecado”, algunos venderán más
vino que si deja de serlo (pues, es más fácil “pecar” si uno
va bebido).
- Jesús, ¿Sabes por qué elegí ser pastor?
- ¿Por qué no hay vendedores de vino en el desierto?
- ¡Tú lo has dicho!