Los falsificadores ciegos

(Albert Durall Moysset) #1

VI.



  • Los perros le protegen, no hay duda, -le comentó
    Polinices a su mujer-. Además, no tiene pinta de
    falsificador. No creo que nos sirva.

  • Dicen que huyó de Sinope debido a que se descubrieron
    monedas falsas en el taller de su padre. El padre enseña
    al hijo, ya sabes. Si el padre es un estafador, el hijo
    aprende a serlo, también. Si el padre práctica el acoso, el
    hijo aprende e imita el arte del acoso...

  • Suele ser así. Pero hay excepciones.

  • ¿Cuáles?

  • Cuando el padre rechaza al hijo por celos o desamor...
    Entonces, este, se rebela y, - si no muere o se suicida
    antes-, anda en sentido contrario al padre. En lugar de
    atesorar, acosar, estafar, mentir o asesinar, el hijo
    rechazado emprende el arduo y temerario camino de la
    virtud y la honestidad; justamente lo contrario que el
    padre.

  • ¿Y tu crees que Diógenes es virtuoso y honesto?

  • Sincero, si es. Me da la sensación de que dice lo que
    piensa. No se anda con mentiras o dobles intenciones. Su
    palabra tiene una solidez inusual...


Sin embargo, vivir en la calle, desnudo como un “perro sin
amo” es poco convencional. No sé... Tiene valor. De
hecho, me confunde. Lo mismo podría ser un loco que un
santo.

Free download pdf