Los falsificadores ciegos

(Albert Durall Moysset) #1

  • Aunque no me hayáis pedido mi opinión, os diré lo que
    pienso al respecto: Según mi experiencia, uno no debería
    dejarse gobernar por nadie. Ni tirano, ni arconte, ni rey,
    ni emperador. Delegar el poder en otros, es propio de
    ciegos (que no ven bien y, por lo tanto, necesitan a
    alguien que les dirija). Cuando eso sucede, -lo he
    comprobado en mis viajes y en mi propia familia-, los
    deshonestos aprovechan la ocasión para erigirse como
    guía (en forma de tiranía, de democracia o de lo que haga
    falta).

  • Estoy de acuerdo, -dijo Cicerón -. Es lo que yo decía: “Lo
    importante es la virtud del que manda y no el tipo
    concreto de organización política”.

  • Te acercas, pero no es exactamente eso, - replicó
    Diógenes-. Lo primordial es que no necesites a ningún
    líder. Esa es la virtud. Si no necesitas a ningún jefe,
    significa que eres sabio. Significa que ves con claridad
    ¿Entiendes?


De modo que, la única forma de gobierno perfecto, es la
que se da en la naturaleza, dónde observamos un orden
natural “a-jerárquico”. Sin embargo, para que el modo
natural funcione, el humano ciego debe abrir los ojos. Eso
significa que, a nivel personal, la mejor decisión vital o
camino a seguir es aquel que conduce al “despertar”,
(para no depender de otros).


¿Cómo se gobiernan los animales? ¿Cada perro, cada
pájaro, cada potro..?

Free download pdf